¿Cuándo el «yo» Chávez será Mubarak?

Entre Wikileaks, Túnez, Egipto y demás, los gobiernos están traumatizados. Pero los "ataques cibernéticos", prácticamente inexistentes, no progresarán si no se les da cabida: si un virus pudiera atacar programas que manejan armas nucleares, lo que es muy improbable, no produzcan esas armas. Aun así, muchos gobiernos consideran a la "guerra cibernética" como una prioridad: estos tíos han estado viendo demasiadas pelis de cowboys y quieren jugar, con la Play Station, a World at War.
Los que sí deben temer son los dictadores. En una columna de Montaner, leí sobre un video donde un oficial cubano, "especialista en guerra cibernética", explica cómo los "contrarrevolucionarios" utilizan las tecnologías y revela que el gobierno ha desplegado, en el "campo de batalla", más de mil periodistas.
Guerra contra bloggeros como Yoani Sánchez, como toda guerra contraproducente y liberticida. Los amantes de la violencia, algún día comprenderán que, literalmente, la libertad es "arma" más poderosa que cualquier atómica. Como la guerra contra el extremismo islámico, aunque maten al líder aparecerá otro y otro hasta el infinito. Mientras existan las causas que originan el terrorismo, la guerra no terminará. Lo irónico es que el origen son los regímenes opresores sostenidos por gobiernos occidentales.
Como dice Mary Anastasia O' Grady, en Cuba una revuelta a la egipcia hoy es improbable porque hay allí más represión. Egipto, con 80 millones de habitantes, tiene unos 60 millones de teléfonos móviles y Túnez 9,5 millones. En Cuba no hay medios de comunicación privados y, mientras que la telefonía móvil es demasiado cara y mala y solo la usa el 10% de los 11,2 millones de habitantes, apenas 1,6 millones tienen acceso a internet. Los cibercafés, estatales, cobran US$ 1,8 la hora cuando el salario promedio es de US$ 20 mensuales.
Entonces la guerra es contra internet, es pelear contra molinos de viento. Con el desarrollo tecnológico aparecen computadoras más pequeñas que se pueden contrabandear fácilmente y transmisiones, como la satelital, cada vez más difíciles de controlar por el gobierno. De hecho, ya empezó a perder la guerra. Hace pocos días, Yoani informó que el gobierno liberó, entre otros, su blog "Generación Y" muy popular afuera pero que estaba bloqueado dentro de Cuba. Aunque no está claro si fue por error, ni cuánto durará.
Un cable submarino de fibra óptica, que multiplicará por 3.000 la capacidad cubana de internet, llegó desde Venezuela. Irónicamente, el embargo impuesto por EEUU impide la utilización de los cables que pasan cerca de su costa y provoca falta de tecnología por lo que este cable venezolano no estará del todo accesible hasta junio. Otra vez, la falta de libertad originada en un gobierno occidental, prolonga una tiranía. Con levantar el embargo, se multiplicaría la interrelación con Cuba y su globalización natural.
Según Andrés Oppenheimer, Chávez en un discurso pronunció 489 veces la palabra "yo". Si a Ernesto Guevara lo apodaron "che" por repetir tanto esa palabra, podríamos llamarlo el "yo" Chávez. Cuándo el "yo" se convertirá en Mubarak, considerando que la conexión a internet en Venezuela es superior a la que hay en Cuba, quizás cuando el descontento por el aumento del delito, la marginalidad, inflación del 30%, la escasez de alimentos y el crecimiento económico más bajo de América Latina, supere su "popularidad" comprada con petrodólares.
El autor es miembro del Consejo Asesor del Center on Global Prosperity en el Independent Institute, de Oakland, California.
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