Arabia Saudita: ¿el próximo Irán para Estados Unidos?
Primero fue Tunísia; después Egipto; ahora Libia: ¿el próximo Arabia Saudita?
En "Egipto, petróleo y la economía norteamericana" hablé de los miedos que representaba una extensión del problema Egipcio a otras regiones. Con especial atención a Arabia Saudita. ¿Por qué? Porque si Tunísia fue una paja al ojo, Egipto fue un susto y Libia está sonando la alarma, Arabia Saudita nos quitaría el sueño.
Desde que Libia entró en una guerra civil, la discusión de una irrupción en el petróleo es más fuerte. Recientemente Arabia Saudita anunció que aumentaría la producción para contrarrestar cualquier caída de suministro por parte de Libia. En Estados Unidos ya se está discutiendo la controversial medida de ir a las reservas estratégicas de petróleo.
¿Te imaginas lo que pasaría si Arabia Saudita pasa por lo que pasó Egipto y Libia? Me atrevo a decir que el fantasma de la revolución Iraní tomaría vida.
Irán y Estados Unidos en 1979
Cuando sucedió la revolución Iraní durante el periodo 1978-79, en el mundo se producía cerca de 60 millones de barriles diarios. De esa cantidad, Irán producía cerca de 5 millones – cerca de 9%-. Cuando sucede la revolución, la producción iraní cayó cerca de 2 millones diario. Aunque hubo una caída en la producción en el 79 debido a la crisis política en Irán, los demás países de la OPEC aumentaron la producción ayudando a que no cayera la producción mundial. Pero, una vez que la revolución islámica tomó el poder y la subsecuente Guerra con Iraq (1980-1988), la producción mundial de petróleo se vió afectada cayendo casi un 14% en el periodo 1980-85. Para que tengan una idea, la producción mundial no llegará de nuevo a los niveles de 1979 hasta el 1995.
¿Qué efecto tuvo la bajada en la producción? en un periodo de dos años el precio del barril de petróleo se disparó en más de un 200%. Esto llevó los precios de todos los productos hacia arriba. Los precios generales incrementaron en Estados Unidos. Para empeorar la situación, el gobierno impuso un control de precios en la producción de petróleo nacional. Todo esto llevó a que la inflación se disparara un promedio del 12% en 1981 (la inflación histórica en Estados Unidos es del 2%-3% anual).
Lo interesante fue que debido a la caída en la producción por parte de países miembros de la OPEC y subsecuente subida en los precios del barril, se abrió el mercado para que otros productores sacaran beneficio (Mar del Norte, México, Alaska). Aunque la OPEC comenzó a disminuir la producción para mantener el precio artificialmente alto, el consumo mundial comenzó a mover la balanza a los países no miembros.
Arabia Saudita y Estados Unidos hoy
La situación política en Arabia Saudita es seria. No sólo que se pudiera repetir los eventos de Egipto, sino que hay riesgo de un gobierno teocrático "a la iraní".
En una columna de opinión recientemente publicada en el Wall Street Journal, Karen Elliott House, periodista que ha cubierto el tema de oriente medio y está escribiendo un libro sobre la sociedad Saudita, dice que la separación de generación, la pobreza y la corrupción entre los gobernantes es caldo de cultivo para una revuelta civil que podría terminar en un gobierno religiosamente conservador.
La edad promedio entre los tres príncipes que gobiernan Arabia Saudita es de 83 años mientras que el 60% de la población saudita es menor de 18 años. El 40% de la población vive en la pobreza y el 70% no puede afrontar una casa. Un país que representa la segunda potencia de petróleo más importante del mundo -después de Rusia-, tiene a su población viviendo en una economía de tercer mundo donde el 90% de la mano de obra en el sector privado no son saudíes.
Y no creas que una revolución implique un camino a la democracia. Según House, el miedo de una división tribal, aunado a la falta de un sistema político y social organizado, puede abrir las puertas a un dominio de conservadores religiosos que están bien organizados a través de 70,000 mezquitas.
Asumiendo que el escenario de una revolución en Arabia Saudita "a la iraqui" se diera, representaría una disminución de la producción mundial. Arabia Saudita produce cerca del 9% del petróleo a nivel mundial. Es de esperar que la irrupción sea real. ¿Estados Unidos? Bueno, cerca del 7% del petróleo consumido en Estados Unidos proviene de Arabia Saudita.*
Aunque Estados Unidos está en mejores condiciones económicas que en el 2008-2010, no dejaría de ser un impacto para la economía y el consumidor.
Desde que se agudizaron los eventos de la revuelta de Egipto – principios de febrero- el precio del barril se ha trepado cerca de un 13%. Aunque el precio del petróleo ha venido subiendo en parte a la demanda mundial -recuperación económica y una ayudita de la Reserva Federal-, esta subida estrepitosa se explica mejor por especulación sobre futuros miedos ante la irrupción de la producción de petróleo.
Se estima que nosotros consumimos 7.5 mil millones de barriles de petróleo al año. Por cada $10 dólares que el precio aumente, estamos hablando de $75 mil millones de dólares en más consumo por petróleo. Si el 60% viene de afuera, son $45 mil millones que salen del país.
Y este aumento no sólo se va a la gasolina. De cada cuatro btu (= unidad de energía) que se consumen en los Estados Unidos, uno se importa en forma de petróleo. El 94% de la energía que consumimos en transportación (avión, auto, camiones, etc.) y 41% de las industrias que operan en el país es gracias al petróleo.
El problema está que si el precio del petróleo sigue subiendo, entonces la transportación y la producción se verían afectadas. Si afecta las ganancias de las compañías ellos pudieran pasar el costo a nosotros o cortar personal para afrontar la subida. Si nos pasan los costos, los precios aumentan y más dinero de nuestro ingreso se iría para cubrir ese costo. Aquellas empresas que no pueden pasar los costos a los consumidores, cortarán personal. En ambos casos afectaría la demanda.
A esto súmale el incremento en los precios de otras materias primas como la harina, la carne, trigo, azúcar, algodón, metales. Todo esto entra dentro de la cadena de producción.
O sea, el incremento del precio del petróleo actuaría como un impuesto al consumidor.
En este caso la solución es: "¡Explora!,¡Explora!, ¡Explora!". El problema es que esto iría en contra de las políticas de la administración actual. En Estados Unidos hay una moratoria de exploración de petróleo interno. Parte de la agenda del Presidente es controlar el consumo de petróleo y subsidiar energía alterna.
Es cierto que la historia actual del medio oriente apenas se está escribiendo. Pero, también es cierto que las revueltas en Egipto trajeron el fantasma de Irán y la crisis petrolera. Ahora Libia. ¿Arabia Saudita después?
Por si las moscas, ya estoy haciendo mis ajustes presupuestarios por si tengo que vivir en la segunda década del siglo veintiuno, lo que se vivió en la década del 80 del siglo anterior.
Al final, tú decides.
* No sólo Estados Unidos está temblando. China importa el 17% de Arabia Saudita (que representa cerca del 9% de su consumo total). En una economía que se está recalentando, una irrupción en el petróleo y el subsecuente disparo de los precios pondría en serios problemas a la economía China. O sea, si las dos economías mundiales se afectan, la economía mundial entraría en serios problemas.
- 23 de enero, 2009
- 2 de enero, 2025
- 1 de enero, 2025
Artículo de blog relacionados
El Comercio, Lima Venezuela es un país problemático, no solo para la región...
27 de mayo, 2009El País, Montevideo Cada tanto tiempo aparecen en muy diversos lugares personas que...
14 de enero, 2017Diario de América La mezcla indigesta de las peores practicas del comunismo y...
2 de enero, 2011Por Jorge Morales La Opinión, Los Angeles El descenso considerable en las detenciones...
29 de octubre, 2008