¿Qué embrujo tiene el poder?
Hay quienes sostienen que el poder es una droga, queriendo significar con esta expresión que es como la adicción del consumidor al uso de sustancias estupefacientes. Hay otras personas que, en cambio, afirman que el poder embruja a quienes no tienen más ambición que la de ejercer el poder por el poder. En Guatemala, país tremendamente pobre, está sucediendo un hecho inédito.
Álvaro Colom, actual presidente está terminando su periodo constitucional. Frente a esta situación, y con el afán de que el poder siga en sus manos por la interpuesta persona de su cónyuge Sandra Torres, y como la constitución de ese país prohíbe que sea candidato a la presidencia el cónyuge o la cónyuge del presidente en funciones, Álvaro y Sandra montan un show insólito: plantean ante la justicia de su país el divorcio por mutuo consentimiento para que de esa manera Sandra pueda ser candidata y sustituir y reemplazar a quien para esa fecha será su exmarido, Álvaro. Es indudable que las ansias por el poder son ilimitadas.
Por eso es que el difunto Néstor Kirchner dejó la presidencia a su cónyuge Cristina con el encargo de que le devuelva el poder cuando esta termine sus funciones. La muerte se interpuso y no se cumplió con este deseo. El presidente de Corea del Norte tiene designado a su hijo para que lo suceda en el ejercicio del poder. Mubarak, últimamente depuesto en Egipto, igualmente tenía ordenado que uno de sus hijos lo reemplazara como primer mandatario de ese país. El extravagante Gadafi de Libia, que por mantenerse en el poder asesina a sus connacionales, ha dispuesto que uno de sus hijos herede el poder.
Esto pone en evidencia que hay un desquiciamiento mental en quienes llegan al poder para quererse quedar en él “hasta que la muerte los separe” instaurando verdaderas dinastías inaceptables en una época en la que debe prevalecer la alternancia en el poder.
Lo que hacen en Guatemala Sandra y Álvaro es exactamente lo contrario de lo que hizo en su debida oportunidad Eduardo VIII, quien a los pocos meses de iniciar su reinado en Inglaterra, le propuso matrimonio a una mujer divorciada, Wallis Simpson. Como era de esperarse, eso no fue aceptado por el gobierno de su país, razón por la cual Eduardo VIII en lugar de renunciar a su amor, decidió abdicar, por lo que accedió al trono su hermano menor Alberto que eligió usar el nombre de Jorge VI. Como puede verse, en Guatemala Álvaro y Sandra renuncian a su amor por el poder, en tanto que Eduardo VIII renunció al poder por el amor.
El procedimiento seguido por Álvaro y Sandra desnuda la condición humana de ciertos personajes para quienes lo único que vale en la vida es la ambición desmedida del poder.
- 23 de enero, 2009
- 21 de septiembre, 2015
- 29 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
Por Eli Bravo El Universal Estas elecciones gringas son diferentes a las dos...
25 de octubre, 2008- 9 de septiembre, 2010
CNN Expansión 1 - General Motors Ranking en las 500 de Fortune: 9...
17 de julio, 2008El Nuevo Herald Culminó un ciclo en Chile. La victoria de Sebastián Piñera,...
22 de enero, 2010