Cristina Kirchner : Habemus vicepresidente
El Imparcial, Madrid
Finalmente se develó el misterio. Cristina Kirchner anunció, en un acto partidario realizado en la residencia presidencial de Olivos (es decir, en una dependencia del Estado), quién será su compañero de fórmula en los comicios de octubre.
La bendición recayó sobre Amado Boudou, actual ministro de Economía, ex liberal, con pasado en la vieja Ucedé, que puso todos los recursos del Estado al servicio de la llamada “razón populista” empezando por los fondos de las AFJP de cuya confiscación fuera uno de sus principales mentores. Hasta el instante mismo del anuncio, ninguno de los posibles ungidos sabía con certeza de quién se trataba. Cuando el nombre sonó los aplausos estallaron aunque no hubo lugar para que el novel candidato improvisara un breve agradecimiento. Sólo a ella le estaba reservada la palabra, porque sólo a ella, que monopoliza el poder, le es dado cautivar a un obsecuente auditorio que festeja cada uno de sus gestos y enunciados, vehementes, altivos, nunca componedores. Car tel est notre bon plaisir. Como los monarcas del derecho divino, ella también parece siempre decirnos: “Porque esa es mi voluntad”.
Tenemos fórmula, pues, resuelta por Cristina en consulta con su almohada, su hijo Máximo, o quizá con su difunto esposo, que desde su última morada viene guiando sus pasos hasta aparecerse repentinamente (“Es el viento de Sur. Debe haber entrado él”, dijo Cristina al abrirse una de las puertas). O tal vez no. Tal vez, superado el duelo, Cristina esté tomando decisiones que ni el propio Néstor se habría animado a tomar, como esta designación de Boudou hecha de espaldas a un peronismo histórico que ya acumula años de rencor.
Días antes, Cristina había impuesto su candidato a vicegobernador a Daniel Scioli, quien se postula para ser reelecto en la provincia de Buenos Aires. De suerte que éste deberá aceptar el mal trago y convivir con alguien (Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual) que no pertenece a su entorno sino a la agrupación juvenil La Cámpora, con la cual Scioli seguramente comparte muy pocos objetivos como no sea el de retener el poder a cualquier precio (por ejemplo, al precio de ser habitualmente humillado por quien porte el apellido Kirchner).
También Cristina se ha ocupado de armar personalmente las listas de diputados nacionales en todos los distritos del país y de los legisladores de la ciudad de Buenos Aires. ¿Respeto a los cuerpos orgánicos de los partidos? Nada de eso. Como dijo Joaquín Morales Solá, “las formas de la democracia son ya casi una nostalgia argentina”.
- 17 de enero, 2025
- 24 de septiembre, 2015
- 10 de junio, 2015
Artículo de blog relacionados
BBC Mundo En octubre de 2011, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner,...
14 de septiembre, 2012Por Andrés Oppenheimer El Nuevo Herald BUENOS AIRES, Argentina – Cuando llegué a...
22 de septiembre, 2008El Expreso de Guayaquil En cada crisis nacional o mundial los amantes del...
21 de agosto, 2011Perspectivas Políticas Inútil es pretender un análisis netamente político cuando lo que está...
8 de abril, 2012