En Argentina, blindar el auto otorga beneficios impositivos

El Cronista.com

En momentos en que la inseguridad en las calles impulsa a los ciudadanos cada vez más a tomar medidas de protección, un automóvil es la inversión con más desventajas impositivas. Pero con un auto blindado, en cambio, se obtienen varios beneficios tributarios.

Incluso, un coche blindado se puede adquirir por leasing, algo a lo que los vehículos comunes no acceden. Es importante poder recurrir a esta forma de venta en cuotas, que consiste en un alquiler con opción a compra, porque el costo del blindado es el doble que el de los autos comunes.

Es que la definición de la ley argentina para un auto blindado es “arma de guerra para usos especiales”. Tanto es así que inclusive un coche blindado requiere gestionar antes de su confección o adquisición. Una autorización especial del Registro Nacional de Armas (Renar).

La función del auto blindado deja de ser el transporte de los individuos para pasar a ser la seguridad”, explicó el contador Bruno Videla.

En la autorización, el Renar utiliza argumentos de seguridad, por lo que la función del automóvil deja de ser el transporte, para ser brindar protección.

En tanto, en la ley impositiva, el auto blindado pasa a revistar en la referencia residual de “otros vehículos”, y se caen todas las limitaciones impositivas, indicó Videla.

Esas limitaciones tributarias son que por un automóvil común sólo se puede tomar crédito fiscal de IVA hasta $ 4.200 y la amortización del Impuesto a las Ganancias no puede ser por más de $ 20.000.

En el Impuesto a la Ganancia Mínima Presunta, un automóvil no tiene el beneficio que poseen todos los demás bienes de uso, o sea que los dos primeros años no se computen como bienes gravados.

En la ley de leasing, no se puede ir pagando el IVA y el Impuesto a las Ganancias con las cuotas, sino que para el vendedor se devenga todo al inicio de la operación, lo que hace inviable este sistema de venta.

En cambio, con el blindaje se pueden deducir impuestos por todo el precio del auto y también el gasto en blindaje que puede ser similar al del mismo vehículo, y también se puede recurrir al leasing, según Videla, aunque en el mercado todavía no se está utilizando esta modalidad de venta.

Tampoco existen todavía antecedentes de reclamos o definiciones de la AFIP sobre cómo tratar impositivamente a los autos blindados, reconoció Videla.

Actualmente, hay 4.000 vehículos particulares blindados circulando por las calles del país. El año pasado se blindaron 1.000 vehículos, el doble que en 2009, con la particularidad de que 550 correspondieron al segmento de usados, que viene creciendo a un ritmo mucho más veloz que el de los cero kilómetro.

El segmento de mayor participación en el blindaje de automóviles es el familiar.