Claves de la segunda crisis de gobierno de Sebastián Piñera

Infolatam

MADRID. - Sebastián Piñera se decidió hoy lunes a hacer una profunda reestructuración del gabinete empujado por la fuerte caída en la aceptación de su gobierno.

De los cuatro nombres que estaban en entredicho, dos continúan en el cargo: el ministro del interior y mano derecha del presidente, Rodrigo Hinzpeter, y el secretario general Cristián Larroulet. Por contra, la portavoz del gobierno Ena von Baer deja el gobierno y el ministro de Educación, Joaquín Lavín, cambia de cartera.

Los problemas de gestión y las peleas dentro de la coalición de gobierno que  forman UDI  y RN explican el deterioro de estas cuatro figuras. Los parlamentarios de la UDI habrían pedido en varias ocasiones la dimisión del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, y del ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet.

Los de RN lo han hecho con respecto a la ministra secretaria general de Gobierno, Ena von Baer y el prestigio del ministro de Educación, Joaquín Lavín, estaba seriamente erosionado por las movilizaciones estudiantiles.

La crisis de gabinete era un secreto a voces aunque como aseguraba el diario La Tercera “la tesis del cambio de gabinete… descansa en un supuesto discutible: que el gobierno, para remontar el mal momento que está pasando en la calle y en las encuestas, necesita un refresh para descargar lo malo, potenciar lo bueno, hacer borrón y cuenta nueva y proyectarse sin lastres al resto del mandato que le queda”.

Rodrigo Hinzpeter, la mano derecha de Piñera

Rodrigo Hinzpeter permanece en el gobierno porque es mucho más que el Ministro del Interior. Es la mano derecha y el confidente de Sebastián Piñera, su hombre de confianza. Carlos Zepeda, otro hombre cercano a Piñera, tenía razón cuando comentaba ayer al diario La Tercera que “el desempeño del ministro ha sido muy bueno y conociendo además la relación que mantiene con el Presidente, me parece francamente muy difícil que lo cambie”.

Rodrigo Hinzpeter, ministro del Interior.

Hinzpeter es actualmente el centro de la tormenta política chilena pues ha estado recibiendo críticas de la oposición, y también desde el oficialismo.

El líder del opositor Partido Socialista, Osvaldo Andrade, ha dicho de él que “no hay gestión política en el Gobierno, y el ministro es de los principales responsables de eso. Tanto en seguridad pública como en gestión política ha fracasado rotundamente”.

Entre los dirigentes de la UDI, Hinzpeter levanta ampollas. El senador Víctor Pérez, por ejemplo, ha sido muy duro: “en el nuevo diseño la labor del ministro de Interior va mucho más allá que sólo preocuparse de la seguridad ciudadana…Esa es sólo una parte. Lo más relevante para el éxito de las acciones de gobierno es la conducción política, porque si no se cumple de manera adecuada, por mucho esfuerzo que se haga en seguridad, esa labor no va a ser bien mirada por la ciudadanía”.

Preguntado sobre si creía que Hinzpeter debía dejar el gobierno, apuntó: “no es fácil contestar eso, pero sin duda el hecho que el ministro de Interior se tome vacaciones en medio de las circunstancias políticas tan álgidas, con crisis en varios frentes, me produce una duda razonable de que él mismo haya llegado a esa conclusión de que su tiempo se terminó. Me llamó profundamente la atención que haya elegido este momento para tomar vacaciones, es difícil explicárselo”.

Para el analista Ascanio Cavallo “el ministro Hinzpeter optó por concentrarse en la seguridad ciudadana, sin dar prioridad a sus funciones de jefe del gabinete, articulador con los partidos aliados e interlocutor con el Parlamento. El costo de esa decisión es visible: el gobierno lleva varias semanas perdiendo el control de las calles y el alcalde de Santiago lo declaró “desbordado” el jueves pasado”.

El ministro, por su lado, comentó en el diario El Mercurio que le parecía que “la política y los gobiernos tienen ciclos de percepción ciudadana, y muchas veces apurar esos ciclos simplemente los alarga. La encuesta Adimark no fue una sorpresa para nadie. Entonces, ¿por qué tanta alharaca? Ya saldremos adelante. Las encuestas sirven, pero jamás deben regir las decisiones de un Gobierno ni influir en las conductas de los líderes políticos. El Presidente ha dicho que el país está bien, de verdad yo le agrego que el Gobierno también lo está. Estoy dispuesto a revisar con quienquiera resultados y no encuestas, que es lo único por lo demás que se debe exigir a los gobiernos”.

Ena von Baer, la debilidad de una portavoz

En Chile la idea general es que la economía va bien pero la política va mal. El propio Sebastián Piñera reflexionaba sobre este tema hace unas semanas: “el país está bien pero la política está mal. Pienso que el país está bien porque objetivamente cuando las pasiones dejan lugar a la razón, el país está creciendo”.

Ena von Baer, portavoz del gobierno de Piñera

Detrás de esta hipótesis, subsiste la idea de que el gobierno no ha encontrado un buen diseño comunicacional para transmitir a la sociedad lo que el ejecutivo hace. Esto explica por qué no continúa en el gabinete la hasta ahora portavoz, Ena von Baer.  

Para Ascanio Cavallo “alguien decidió -y ella lo aceptó- que su cargo sería el de “vocera”, y punto, imitando el modelo de la Casa Blanca. Esta es una tergiversación completa de ese ministerio, cuyas funciones principales son políticas, no comunicativas. Es un ministerio cuya existencia sólo se justifica si toma decisiones, ordena, disciplina, articula y se relaciona con el Congreso. La vocería es una función agregada, y ni siquiera la mejor”.

La figura de von Baer estaba muy debilitada subsumida por el hiperpresidencialismo que caracteriza la administración de Piñera y por una labor muy gris. Como se venía especulando, la sustituye un hombre con mucho peso propio como Andrés Chadwick, quien además es un referente de la UDI.

Como señalaba el sábado la revista Qué Pasa: ”Von Baer no ha podido empoderarse con el mismo peso de sus antecesores: por ese puesto pasaron nombre clave de la Concertación, como Enrique Correa, José Joaquín Brunner, Heraldo Muñoz y Francisco Vidal. Muchos de ellos disputaron incluso el protagonismo a Interior -como el caso de Vidal con Edmundo Pérez Yoma y Muñoz con José Miguel Insulza- o fueron los confidentes de los mandatarios, como Carolina Tohá con Michelle Bachelet. Nada de ello ha ocurrido. Los grandes anuncios han sido hechos por el propio Piñera, e incluso han pasado varios días sin que Von Baer hable con la prensa”.

La permanencia de Cristián Larroulet

El secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet no ha sido capaz de enderezar la relación con una oposición que ha ido subiendo en la escala de sus ataques y críticas al gobierno, pero sigue gozando de la confianza presidencial. 

Cristián Larroulet, secretario general de la Presidencia

De todas formas, Larroulet debe variar su forma de encarar la coyuntura política pues como apuntaba Ascanio Cavallo “bajo la sombra de figuras como Edgardo Boeninger, Genaro Arriagada, Eduardo Dockendorff y José Antonio Viera-Gallo, Larroulet no ha logrado sostener una relación fluida con la oposición”.

La revista Que Pasa asegura que el problema de larroulet es el siguiente: “nadie duda de la capacidad intelectual de Cristián Larroulet, ni tampoco de su compromiso político con el gobierno. Sin embargo, el análisis de algunos dirigentes oficialistas apunta a que su formación teórica en Libertad y Desarrollo muchas veces se ha sobrepuesto a la negociación y habilidad política que demanda este cargo. Ha sido el subsecretario Claudio Alvarado quien se ha encargado de llevar la relación “cara a cara” con los parlamentarios en las cafeterías y almuerzos del Congreso. Al respecto, la Concertación valora la presencia, contactos y manejo político que ha tenido el ministro de Justicia, Felipe Bulnes -uno de los que más han viajado a Valparaíso-, para impulsar los proyectos de su cartera”.

Hasta el momento, los llamamientos de Larroulet para bajar la crispación política se han saldado con un rotundo fracaso:  “llevar a Chile al desarrollo es una tarea de todos, y nadie de los dirigentes políticos del país puede quedar afuera de ese desafío. Es obvio que a la oposición le cabe un rol de fiscalización, pero también tiene una responsabilidad en colaborar con el Gobierno en la elaboración de buenas leyes que permitan sacar adelante a nuestro país y resolver los problemas de la clase media y de los más desposeídos. A la Coalición por el Cambio, en tanto, le corresponde un trabajo conjunto y comprometido en un ciento por ciento con el Poder Ejecutivo, y al Gobierno por cierto, junto con impulsar buenas políticas, también es parte de su tarea estar siempre abierto al diálogo y a la acción en torno a propuestas para el bien común de Chile”.

De hecho, el gobierno parece ir por detrás de los acontecimientos, como apunta Patricio Navia: “en las últimas semanas, La Moneda ha estado, literalmente, inmovilizada por los movimientos sociales. El reciente anuncio presidencial ofreciendo un gran acuerdo nacional para la educación superior fue el último ejemplo de que el gobierno se mantiene en una posición reactiva y que la agenda nacional se impone desde la calle”.

Joaquín Lavín en el centro de las protestas

El ministro más herido políticamente era el de Educación, Joaquín Lavín que ha caído 24 puntos en la aprobación en solo un mes: ha pasado del 70% obtenido en mayo a un 46% registrado en junio. 

Lavín exministro de Eduación pasa ahgora a Desarrollo Social

Las protestas estudiantiles que ya duran 9 semanas, con tomas en liceos y universidades, explican esta caída que no ha podido ser contrarrestada con la propuesta de Gran Acuerdo Nacional por la Educación.

Lavín ha perdido credibilidad entre los estudiantes y apoyo entre los rectores. El de la Universidad Finis Terrae, Nicolás Cubillos, lo expresaba claramente: “me preocupa, porque es un tema país y porque también me preocupa la situación de las universidades privadas: yo creo que la única forma de seguir creciendo es con un desarrollo mayoritario de las privadas. Y si entonces tenemos un ministro que va a estar permanentemente cuestionado por esta situación, no está bien representada la universidad privada en la discusión. El ministro Lavín está debilitado para defender algo en lo que no ha sido claro: no ha dicho que está orgulloso de lo que hizo y que no hay nada ilegal”.

Sin embargo, Piñera no ha querido castigar en exceso a Lavín quien ahora ejercerá al frente de un ministerio hecho a su medida: el de Planificación, que en breve se transformará en el Ministerio de Desarrollo Social. No en vano la prioridad número uno de Piñera se sitúa en el área social, como dijo el propio presidente al anunciar esta crisis de gobierno: “la sociedad chilena nos recuerda todos los días que nos queda un largo camino por recorrer, para lograr metas que son muy sentidas de la sociedad: la pobreza, las desigualdades excesivas; apoyar más y mejor a la clase media; terminar con las discriminaciones; mejorar la educación; la salud de las familias; hacer retroceder la delincuencia y la droga; mejorar los salarios y aumentar los empleos”.

Laurence Golborne, el presidenciable para 2014

En el nuevo gobierno gana mucho peso la UDI, que tendrá, además de a Chadwick como portavoz, a Pablo Longueira en Economía. El ex senador UDI sustituye a Juan Andrés Fontaine.

Laurence Golborne, nuevo ministro de Obras Públicas

Laurence Golborne, el ministro mejor evaluado en las encuestas, abandonó las carteras de Energía y Minería, y asume como nuevo titular de Obras Públicas, un ministerio que le dará más visibilidad pública.

Golborne, que posee una de imagen positiva superior al 75%, ya no duda en lanzar guiños sobre su posible candidatura presidencial.

Si bien dice ”no tener aspiraciones de proyectarse” en la política, asegura que “del punto de vista de la capacidad no tengo ninguna duda. Me siento capaz de hacerlo (ser Presidente). Ahora, la pregunta es si quiero pasar por todo eso. Creo tener las capacidades, sí, creo tener las capacidades para hacerlo. La pregunta es si tengo la voluntad para hacerlo”.

Para la oposición, la precandidatura de Golborne ya es un hecho.

El presidente del Partido Socialista, el diputado Osvaldo Andrade, considera que ”Que un ministro de Estado haya declarado su candidatura formalmente, oficialmente; que el ministro Golborne haya dicho que se siente capacitado para gobernar, en consecuencia, que haya formalizado su candidatura presidencial, es una prueba de que lo que pase con este Gobierno importa poco, lo que importa ahora es la sucesión”.