¿Podrá mantener bajas las tasas la Fed?
El martes de esta semana Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, el Banco Central de Estados Unidos, anunció que su institución mantendría a casi cero las tasas de interés de su país, como una medida para facilitar la expansión del crédito y la inversión en momentos en los que los precios de las acciones y los productos primarios están cayendo estrepitosamente. En el momento en que Bernanke hizo el anuncio, las acciones subieron. Sin embargo, al día siguiente cayeron otra vez, con mayor fuerza. Desde entonces, los mercados han estado subiendo y bajando en una gran volatilidad, con las bajadas siendo más largas y más pronunciadas que las subidas. En términos netos, los precios han seguido bajando sustancialmente.
La gente tiene la esperanza de que la promesa de Bernanke de mantener bajas las tasas de interés va a resultar en mayor inversión, lo cual llevará a la recuperación económica. ¿Pero, podemos estar seguros de que esto será así?
Superficialmente, podría pensarse que sí. La Reserva Federal manipula las tasas de interés creando dinero. Cuando su presidente anuncia que va a mantener una tasa de interés, lo que está diciendo es que va a salir al mercado a comprar letras de Tesorería (Treasury Bills) de Estados Unidos, hasta que la tasa de rendimiento de esas letras caiga a la tasa deseada. Estas letras no pagan intereses explícitamente sino que la Secretaría del Tesoro las vende al descuento en subastas. Así, por ejemplo, si el Tesoro vende en 90 dólares una letra de 100 dólares con vencimiento a un año, esto quiere decir que usted, invirtiendo 90, va a recibir 100. Esto implica que el interés implícito de la nota es de 10 dólares (usted puso 90 y recibió 100), dividido entre 90. Esto es igual a un rendimiento de (o una tasa de interés) 11 por ciento. Si la Reserva Federal comienza a comprar de estas notas en gran volumen, su precio aumentará, ya que habrá más demanda.
El precio, por ejemplo, subiría de 90 a 95. Esto quiere decir que el interés bajaría, ya que ahora será 5 dividido entre 95, lo que le quedaría neto a los compradores. Esto es 5.26 por ciento. Es decir, a base de comprar letras del Gobierno, la Reserva Federal sube el precio de dichas letras, lo cual baja la tasa de interés.
Pero esto es con notas de corto plazo del gobierno. ¿Cómo es que eso se traduce en la tasa de interés a la que los bancos le prestan a usted, que es lo que determina la inversión? La tasa de las notas de corto plazo tiene un efecto sobre las otras tasas en el mercado, porque los bancos se prestan unos a otros a tasas muy cercanas a las tasas de estas notas de Tesorería. Por ejemplo, el banco A necesita dinero urgentemente y se lo pide al banco B. El banco B le dice que sí pero que garantice el préstamo dándole notas del Tesoro, que le devolverá cuando A le pague. El banco A le cede las notas y el banco B se gana los intereses en esas notas, mientras las tenga en su poder. Así, esta tasa representa el costo de fondos adicionales para los bancos, lo cual afecta el costo total de ellos.
Usted pensará entonces que cuando baja la tasa de corto plazo bajarán los intereses de largo plazo. Esto es cierto en general pero con frecuencia hay grandes excepciones. Mire la gráfica adjunta, que muestra los intereses de los bonos de largo plazo del Tesoro de Estados Unidos y de las notas de corto plazo del mismo Tesoro. Note ahora que la diferencia entre estas tasas varía sustancialmente, de tal manera que, por ejemplo, a principios de 2008 la diferencia era cero (es decir, las dos tasas eran iguales) y ahora es de 3 puntos porcentuales (es decir, los bonos de largo plazo pagan 3 puntos más que las notas de Tesorería). Es decir, la Reserva Federal, bajó muchísimo las tasas de interés de las notas (de 4.5 a casi cero por ciento) pero las tasas de interés de largo plazo no bajaron, o bajaron mucho menos (a lo más un uno por ciento). Para tratar de corregir esto y bajar los intereses de largo plazo, la Fed ha hecho dos programas para los cuales no había precedentes: comprar, además de las notas de corto plazo, bonos de largo plazo. Pero, como se ve en la gráfica, ni aún así bajaron las tasas de los bonos de largo plazo. Estas tasas de largo plazo son las que determinan la tasa a la que los bancos le prestan al público en Estados Unidos para inversión, que es lo que importa para el crecimiento.
¿Quién determina entonces la tasa de largo plazo? Es el mercado. La determinan los que compran y venden estos bonos en el mercado secundario. Uno de los factores más importantes en su determinación son las expectativas de inflación. Con la inflación, los dólares que pagará el Gobierno al vencimiento comprarían cada vez menos. Esto se trata de compensar con tasas más altas de interés. Como la tasa de inflación depende de la creación excesiva de dinero, se puede llegar a un punto en el que mientras más dinero se crea, más altas son las expectativas de inflación y por consiguiente más altas las tasas de interés. Una vez que se llega a esta situación, el Banco Central pierde el poder de manipular las tasas de interés. Así pasó en los años setenta por el abuso de la creación monetaria de esos años. En ese momento, la Reserva Federal tuvo que subir las tasas de interés de corto plazo para detener la inflación. Lo que se vino fue una estanflación, una mezcla de inflación con estancamiento económico.
Podemos estar llegando cerca de ese punto, por el mismo tipo de abuso. Ayer la tasa de interés de los bonos a 30 años cerró a 3.75, que es 0.27 más que el día anterior y 0.75 arriba del nivel a principios de julio.
El auor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 28 de marzo, 2016
- 29 de mayo, 2015
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