Capitalismo: El menos malo

El Expreso de Guayaquil

En cada crisis nacional o mundial los amantes del Papá Estado y socialistas, acusan al sistema capitalista de ser causante de todos los descalabros de la humanidad, pero cuando ocurren los auges, guardan absoluto silencio, piensan que se deben a un acto divino. Si ellos fueran estudiosos de la economía mundial, se enterarían de que han existido tres veces más períodos de prosperidad que de recesión; que se ha creado mucha más riqueza que la destruida durante los últimos casi tres siglos.

Ellos no se dan cuenta de que sin el capitalismo no hubieran existido todos los bienes y servicios que gozan pobres y ricos, al haber mejorado la calidad de vida de los ciudadanos. No existirían los cibercafés desde donde los familiares de los migrantes en el exterior usando la computadora, se comunican por Internet. No existirían los equipos de diagnóstico médico indispensables en el cuidado de la salud, en hospitales públicos y privados. No existirían los equipos de trabajo usados por obreros, como montacargas, herramientas eléctricas y demás que hacen sus tareas menos agotadoras. No existirían: semáforos, chalecos de seguridad usados por la policía de tránsito, conos fosforescentes y de demás ayudas para organizar el tráfico. Los constructores no podrían usar el CPM, PERT y demás diagramas indispensables para planificar y controlar la construcción. Sin darnos cuenta diariamente usamos cientos de estos inventos.

Ningún otro sistema económico hubiera creado lo hecho por el capitalismo, no existe otro más eficiente y transparente. Guayaquil seguiría expuesto a las epidemias e incendios dantescos. Sin el capitalismo el mundo viviría en crónica pobreza, el escaso ingreso sería equitativamente distribuido: todos recibirían por igual, lo suficiente para sobrevivir. Los países tendrían las "comodidades" y "desarrollo" que Corea del Norte y Cuba.

Todos aquellos que se expresan mal del capitalismo sería bueno que viajen a Corea del Sur y le pregunten a los peatones, si ellos quisieran tener la vida de sus abuelos, antes de que el país se dividiera entre la Corea capitalista y la socialista. No me cabe la menor duda que la respuesta sería un NO rotundo.