«No Alineados»: inservible institución que no dejan morir

El Colombiano, Medellín

La Guerra Fría, la verdadera primera guerra mundial que hemos tenido en este planeta, pues las otras dos se denominaron así porque los europeos son muy pretenciosos, produjo un peligroso pero simple "orden" mundial en el que existían pocas opciones a parte del alineamiento a un bloque. En este poderoso y rígido sistema, algunas naciones, especialmente las que surgían del proceso de descolonización africano y asiático luego de la terminación de la Segunda Guerra Mundial, en una mezcla de inocencia y falso idealismo, decidieron crear una supuesta alternativa, distinta a ser parte del racimo que colgaba de EE.UU. o de la URSS.

Pero por su inocencia o soberbia, nunca comprendieron que la dinámica de la Guerra Fría era insoslayable y, aunque solo de nombre, formaron esta institución que desde el principio padeció de una crisis de identidad tan severa que no se explica uno cómo ha hecho para sobrevivir tantas décadas, a menos que sea por respiración artificial. Es insondable la capacidad de los políticos para institucionalizar la inutilidad.

Desde su inicio, los "No Alineados" fue constituido por "no alineados pro estadounidenses" y "no alineados pro soviéticos", como si fuese posible estar medianamente embarazado. Pero el nivel de incoherencia de esta institución no se limita solamente a su origen. A medida que pasaban los años, este monumento a la inutilidad se hacía más ridículo, alcanzando la cúspide de su incongruencia cuando fue nombrado como presidente de este zombi institucional el "no alineado" Fidel Castro, que encontró en cientos de diplomáticos sedientos de viaticar, el único público no obligado a oír su interminable verborrea sobre su "Nuevo Orden Económico Mundial". Con razón dudaba Einstein de la finitud de la estupidez humana.

Pero no solo el dictador y también zombi cubano es un ejemplo de la tontería que hacen los dirigentes políticos. Nuestro país ha cooperado en la construcción de esta sinrazón internacional. ¿Cómo explicar la decisión de Colombia en 1978 de ingresar como miembro pleno y dejar el estatus de observador que tenía desde 1974? ¿A quién en sano juicio se le ocurre pensar que Colombia alguna vez no estuvo "alineada"? ¿Serán los mismos que intentan hacernos creer que la Unasur es un asunto "fundamental" para Colombia y que fue un gran honor que le dieran la presidencia de ese engendro bolivariano a la camaleónica y nómada política María E.?

Solo al nefasto Samper se le ocurriría solicitar la presidencia de los No Alineados como forma de "vengarse" de los EE.UU. por haberle quitado su visa. Seguramente EE.UU. tembló y vio comprometido su futuro después de semejante amenaza.

¿Cómo se atreve a decir una excanciller colombiana, unas horas antes de salir a viaticar de cuenta del erario público con la disculpa de asistir al concierto del desconcierto "No Alineado", que esta organización es "muy importante para Colombia"? ¿Acaso nadie les ha dicho que la Guerra Fría se acabó hace dos décadas y que hoy es imposible estar "alienado" o "no alineado" a algo?