¿Es fiscal el verdadero problema?
Es cierto, algunas cifras son irrefutables. Por ejemplo, que los ingresos tributarios en El Salvador crecieron un 11.0% cuando se comparan los primeros siete meses del 2011 con igual período de 2010: US$ 1,955.3 millones versus US$ 1,761.2 millones (bcr.gob.sv).
También es verdad, por supuesto, que la economía estuvo lejos de crecer al 11% anual, tasa que actualmente ni China alcanza…, hecho que no admite dudas sobre el incremento en la presión fiscal "promedio". Ante ello surgen varias preguntas.
¿Fue dicho incremento el necesario?, ¿fue el suficiente?. Y especialmente, ¿quién absorbió la nueva carga? Porque ese incremento "promedio" no dice si pagaron más los que ya pagaban…, o si empezaron a pagar los que no pagaban. Que no son todos desposeídos: son informales algunos, privilegiados otros. Pobrecitos ninguno.
Por otro lado, no es menos irrefutable que el total de los gastos corrientes, es decir, los que no son inversión pública sino que se consumen inmediatamente, crecieron en un 16.1% al comparar los primeros siete meses de 2011 con igual período de 2010: US$ 2,500.5 millones versus US$ 2,154.4 millones (bcr.gob.sv).
La realidad es que 16.1% es sustancialmente más que 11.0%. El gasto creció más que la recaudación. Cabe destacar que con sólo haber mantenido las transferencias por subsidios en su nivel de 2010 (US$400.9 millones para los citados siete meses), monto que de todos modos ya era una enormidad, el incremento del gasto hubiera sido del 8.8%.
Es decir, menor que el incremento de la recaudación.
Pero las transferencias, lejos de reducirse o al menos de mantenerse, crecieron hasta alcanzar los US$557.4 millones: la "racionalización" de los subsidios, tan poco parecida a la focalización requerida, dio por tierra con el esfuerzo recaudatorio. Mejor dicho, con el contributivo…, porque al esfuerzo lo hacen los que pagan.
Ahora bien, leyendo el comunicado del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la reciente visita efectuada por dicho organismo para la tercera revisión de cumplimiento del Acuerdo Stand-By por US$ 790 millones (imf.org), puede verse que sus conclusiones distan de ser desesperantes.
En efecto, dicen que "las metas del déficit fiscal y de la deuda pública a junio se cumplieron", y hablan del compromiso gubernamental "en avanzar en su proceso de consolidación fiscal en 2012 a través de una reducción adicional del déficit fiscal a 2 1/2 por ciento del PIB".
Agrega el FMI que "para lograr esta meta se continuará fortaleciendo la recaudación tributaria, se intensificará la racionalización de subsidios y se mantendrá el gasto corriente bajo control".
Un mensaje con bastante de expresión de deseos. Y con mucho de discurso políticamente correcto. Los burócratas internacionales son buenos para eso.
De todos modos, la realidad es que para cumplir con los objetivos de consolidación fiscal, tanto en 2012 como en los años siguientes, es vital que El Salvador tome de una vez por todas la senda del crecimiento económico. Además, claro, de cumplir con lo que el FMI, optimista, ya da por descontado: reducir (en vez de incrementar…) el gasto en subsidios desenfocados.
Es por ello que, sin perderle pisada a la evolución fiscal, es aún más importante prestarle atención a las respuestas que, tanto el Gobierno como el sector privado, le den a las cuatro preguntas clave planteadas por Fusades en su informe de coyuntura del segundo trimestre:
1) ¿Cuáles serán las vías de transmisión de la desaceleración mundial?, 2) ¿cómo está la salud de la economía para enfrentar un entorno externo restrictivo?, 3) ¿cómo está la situación de las familias frente a la desaceleración global?, y 4) ¿qué se puede hacer?
Las tres primeras preguntas tienen respuestas técnicas, y simples, sobre las cuales no debiera haber mayores discrepancias. Al menos entre personas racionales.
La cuarta, que es conceptual, también es simple. Porque "lo que se puede (y debe) hacer" es mejorar el clima de inversión, eliminar la delincuencia, y reducir la burocracia. El problema, el verdadero, son las demoras en hacerlo.
Hasta la próxima.
El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 5 de junio, 2015
- 27 de noviembre, 2024
- 3 de julio, 2015
Artículo de blog relacionados
- 29 de septiembre, 2010
Infolatam Santiago de Chile . – El futuro económico de América latina pasa...
16 de septiembre, 2011Por Alejandro A. Tagliavini El Heraldo, Tegucigalpa No me gustaría estar financiando ejércitos...
5 de julio, 2012- 29 de junio, 2024