La propaganda y el poder

Con la distancia marcada por el tiempo, y la gran diferencia entre la retórica de aquellos líderes y sus malos imitadores, la fanfarria continúa marcando el compás del discurso absoluto, de la enorme caravana que atemoriza, del desplazamiento de armas y hombres de inclemente gesto. No importa que la realidad haya sido dejada de lado para dar paso a la mentira. No importa que el pueblo haya sido reducido a masa y que la voluntad colectiva valga sólo si se convierte en coro servil del poder. Si el bullicio resalta la imagen del elegido, si los medios sólo transmiten las cadenas que lo ensalzan, si los recursos públicos se emplean como manda la autoridad, y si una sola voz se impone luego de haber terminado con cualquier murmullo discordante, la verdad del jefe, la única verdad, habrá triunfado frente al "oscurantismo del pasado" y "los mismos de siempre".

El "socialismo del siglo XXI" necesitaba de un hito en Ecuador. La "espada de Bolívar" exigía de su ungido ser depositario de su mensaje y su advertencia. Y así nació el 30 de septiembre como fecha emblemática de la "revolución ciudadana".