Las primarias venezolanas: ¿Qué pasará con Pablo?
“Excelente cosa es una buena ley, lo mismo que una buena máquina
administrativa; pero ambas resultarán sin valor si no hay hombres de grandes
capacidades encargadas de ejecutarlas" -
Edwin W. Kemmerer
Comienza la precampaña de la oposición para elegir a
los candidatos a gobernadores, alcaldes y al puesto más soñado que tiene un
político venezolano: la presidencia de la Republica. No podemos negar que el
país está divido en dos corrientes políticas. Unos que desean un verdadero
cambio político y otros que respaldan el continuismo del chavismo. Sabemos
que muchos políticos, no solo de la oposición, desean sacar a Chávez de la
presidencia a través del voto, y sabemos que la única forma conocida es la unidad
de todos los factores políticos del país. Pero todo tiene un costo y no es
político sino económico. Quien quiera lanzarse a esta aventura electoral debe
costear las primarias, con un coste elevado que ninguno de los candidatos podrá
pagar y es por eso que vimos como el precandidato de la Unidad Laboral, Pablo
Medina, introdujo este lunes un amparo contra el Consejo Nacional Electoral
(CNE) (https://bit.ly/u5Jq7A)
por el cobro de dinero para participar en los comicios.
En uno de sus argumentos, Pablo expone que “El Poder
Electoral se ha convertido en una especie de Compañía Anónima, no se explica
cómo unas máquinas que pertenecen a la nación que se hayan comprado para uso
electoral (…), y se esté cobrando 1 millón 200 mil bolívares por usar cada una…
lo que representa un monto global de 40 ut por mesa electoral instalada durante
las elecciones primarias a celebrarse el 12 de febrero de 2011. El pago de esas
unidades tributarias deberán efectuarlo los candidatos y los partidos políticos
que los postulen. Y el monto en cada municipio deberá ser sufragado en
porcentajes iguales por los aspirantes a la presidencia de la República,
gobernación y alcaldías, lo que se traduce en el pago de 1.000 millones
aproximados, que no dispongo ni para hacer un pago parcial como alícuota, tal
como lo establece el reglamento de primarias y que amenaza válidamente y se
convierte en un daño inminente al no poder materializar la inscripción ante la
Comisión Electoral de Primaria entre los días del 03 al 06 de Noviembre de
2011”.
Agrega que ello “viola directamente la Constitución en
cuanto al Artículo 21 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela indica que todas las personas son iguales ante la ley; en
consecuencia: 1. No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el
sexo, el credo, la condición social o aquellas que, en general, tengan por
objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio
en condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona. 2. La
ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la
igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor de
personas o grupos que puedan ser discriminados, marginados o vulnerables;
protegerá especialmente a aquellas personas que por alguna de las condiciones
antes especificadas, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta y
sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan”.
Es conveniente que el marco legal garantice que todos
los ciudadanos elegibles dispongan del derecho universal e igual al sufragio
así como al de contender en las elecciones sin ningún tipo de discriminación.
El reconocimiento formal a nivel constitucional o legislativo del derecho de
los ciudadanos a votar y a pugnar por cargos públicos es común en los Estados
democráticos y no sólo cumple una función sustantiva, sino que además es
susceptible de generar confianza.
Es de uso en nuestra política el hecho que una vez
alcanzado el cargo, la reelección se repita infinitamente háyase cumplido o no
con el encargo. Lo justo y democrático es que el desempeño de dichos cargos
sean por una única vez en la vida política de todo ciudadano. De este modo
otros pensadores tendrían la oportunidad de demostrar sus cualidades
beneficiando al país con sus experiencias y sapiencias. Sabemos que hace al
derecho constitucional de todo ciudadano elegir y ser elegido, pero que dicho
derecho está condicionado (implícitamente) por las cualidades y formación
personal de los aspirantes que garanticen (a sí mismos como a los electores)
una gestión beneficiosa al país.
Muchos políticos integrantes de la MUD vieron la
actitud de Pablo Medina como desleal y desconsiderada con ellos por haber
solicitado la nulidad de este proceso electoral y hasta se han atrevido a
descalificarlo aduciendo que es un candidato folclorista al estilo Germán
Borregales, el candidato que nunca ganó una elección popular en el país durante
su vida política.
La MUD no ha dicho nada sobre Pablo Medina, hace la
vista gorda. Solamente Ramón Guillermo Aveledo afirmó en el programa de
televisión Alo-Ciudadano (https://bit.ly/rKLTUE) que “Los requisitos están
establecidos en el reglamento. Debe ser postulado por uno o más partidos de la
alianza que han suscrito el compromiso para un gobierno de unión nacional o
presentarse por iniciativa propia con un número de firmas, que es un porcentaje
de las firmas del padrón electoral nacional estadal o municipal y los
candidatos deben contribuir”. “Las elecciones primarias son “costosas” y los
candidatos deben buscar contribuciones por parte de los ciudadanos”. “Todos los
precandidatos a las primarias deben colaborar con los gastos que se requieren
para realizar las elecciones”. Todos estos extractos han sido sacados de la
entrevista a Aveledo, y podemos observar
que no dio una respuesta razonable a las peticiones del precandidato Pablo
Medina.
Coincido con el Dr. José A. Martin que hizo un
análisis jurídico en su artículo de opinión Pablo
Medina ha colocado ante la balanza de la justicia, la participación ciudadana,
a la MUD y al CNE (https://bit.ly/syecSL)
ante la posibilidad de que no exista una decisión judicial por parte del TSJ
cercana a la fecha de las primarias.
Que la MUD, se vea en la obligación de escoger un
candidato vía “consenso”, traería aparejado el desplome de las ilusiones de las
primarias y con ella la posibilidad cierta y real de tener un candidato de la
oposición respaldado por la inmensa mayoría, sino uno escogido por los cogollos
que siempre han permanecido en el estamento político.
¿Qué pasará con Pablo? Esa es mi pregunta para cuando
el día jueves 3 de noviembre a las 12.00 m, al momento de la inscripción de
Medina ante la Comisión Electoral de la Mesa de la Unidad Democrática, le pidan
el cheque de gerencia para pagar la inscripción de su candidatura. La respuesta
dejémosela a Teresa Albanez a quien le tocara esta papa caliente.
¡Hasta la próxima semana, Dios los bendiga!
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