Cristina y Chávez: ¿Iguales o diferentes?

Mercedes Opina

Vemos caer “derechos individuales” mes a mes, a manos de los “derechos sociales” que bajan desde el gobierno del Régimen, siempre con buenas intenciones, siempre con su pelaje de blanco cordero cubriendo el pelaje de zorro.  Va cambiando la Realidad en América Latina. Esta América hispánica sufrió la violación de derechos individuales desde gobiernos totalitarios como los de Chávez en Venezuela, Castro en Cuba, Correa en Ecuador, Bolivia, Nicaragua, etc. Se violan libertades individuales básicas diariamente. También, para ser honestos, debemos reconocer que estos asesinatos a las libertades individuales se hacen con el aplauso y regocijo de sus habitantes.

Intentan cercenar el derecho de libertad de expresión más básico, porque no coincide con la idílica visión que el Régimen chavista tiene de sí mismo. Chávez intenta multiplicar la violación de Constituciones, reteniendo el Poder durante décadas.. En Venezuela, Osvaldo Alvarez Paz sigue preso, encarcelado desde hace un año, porque ha tenido el coraje de hablar en contra de Hugo Chávez. Por esa acción el gobierno lo clasificó como peligroso y lo mandó a la cárcel. El Chavismo influye en Hispano América, el dinero de Chávez se hace sentir. Busca influir en gobiernos otorgándoles privilegios económicos y así va introduciendo la revolucion bolivariana: Nicaragua, Ecuador, Argentina, Bolivia, son todas influencias del pintoresco tirano venezolano. En Argentina , el periodista Horacio Rodríguez (1) debió soportar cárcel por hablar contra el tirano del momento.

Asistimos anestesiados mientras se tumban derechos individuales. Derechos  humanos que día a a día caen, ante el aplauso de los ex-ciudadanos. La democracia, la mayoría que vota a un gobierno, se ha transformado en la herramienta para aplastar estos derechos individuales. Herramienta vergonzosa de mayorías que aplastan minorías. Debemos regresar a ese respeto a las minorías, fundamental en cualquier democracia liberal que respeta esos derechos humanos tan básicos. Pero .. ¿cómo? ¿cómo lograrlo? Si lo primero que buscan los tiranos del Régimen es eternizarse en el Poder buscando re-re-re elecciones amparadas ilegalmente por Constituciones por ellos mismos modificadas.. Constituciones truchadas por los mismos tiranos. El socialista Binner ha demostrado ser funcional al gobierno de Cristina Kirchner, no debiéramos sorprendernos si le da quórum para lograr su re-re-re elección.

Como dice el filósofo Alberto Benegas Lynch (h) es la anti-utopía de Huxley, la cretinización de la gente. Da por sentada la educación pública como algo bueno, cuando en realidad es solamente una forma de cretinizar a la gente, para emparejar hacia abajo. Esa entrega de la persona al aparato estatal, adhiriéndose a símbolos y programas Estatales diseñados por Ministerio de Propaganda del Régimen, tanto en Argentina como en Venezuela, estimulan desmedidamente el Nacional-socialismo, como lo hacía Hitler en la Alemania Nazi.

Hay una gran enseñanza de uniformidad, como un Valor en sí mismo, como si fuera cierto que tendemos a la uniformidad, por eso la Escuela Estatal tiene tanta importancia en la actual Democracia Socialista Argentina, pues no hay diversidad, no se cultiva la personalidad, no se cultiva el individualismo, todo es masificación, colectivismo, relatividad, la misma masificación que existe en la Venezuela de Chávez.

Venezuela tuvo un precedente que debió alarmar a la elite venezolana, que debió encender las luces de peligro: Cuando el presidente demócrata-cristiano Carlos Andrés Pérez quitó el sub-suelo a sus legítimos dueños (los superficiarios), escudándose para ese saqueo en la Encíclica Populorum Progresium del Papa Pablo VI, nadie se alarmó, nadie puso el grito en el cielo, solo aplausos se escucharon. Aplausos para Carlos Andrés y Jimmy Carter.

Argentina tuvo un precedente que debió alarmar a la elite argentina, que debió encender las luces de peligro: Cuando el presidente Roque Saenz Peña, de un decreto quitó la propiedad del subsuelo a sus legítimos dueños (los superficiarios), escudándose en el Altruismo, nadie se alarmó, nadie puso el grito en el cielo, solo aplausos se escucharon. Aplausos para Roque Saenz Peña y su robo desde el Estado Argentino.

Algunas décadas después… Venezuela y Argentina, estas ex-Repúblicas se preguntan que sucedió, como pudieron llegar al lodo en el que nos encontramos chapoteando como cerdos en el chiquero socialista. Pasó simplemente que cayeron los derechos individuales. Vemos solo lo mas visible, aunque desde Saenz Peña hasta aquí hayan pasado más de 70 años.

Por eso es tan importante contar con una elite de intelectuales que sepan mantener ideas claras, que no se vendan al Régimen por tres monedas de oro, pues luego será tarde. Nuestros intelectuales, en su mayoría cipayos (en su acepción de diccionario: los que tienen opinión pagada y defienden con ese sueldito al que les paga su jornal) no dudaron en aplaudir, jamás advirtieron que esto es una avalancha de piedras: una vez que se inicia su caída.. nada detiene su descenso.

Hasta aquí las similitudes entre los dos países. Veamos ahora sus diferencias. Venezuela ha elegido un presidente para tumbar sus derechos individuales, en cambio Argentina re-eligió a la viuda camarada para ejercer el derecho de pernada.

La República Argentina estaba sólidamente basada en la Constitución Nacional de 1853. No existe más. Es cierto, pero la tuvimos, vimos los resultados. Es hora de recuperarla. La República de Venezuela estaba sólidamente basada en  su Constitución. No existe mas. Es cierto, pero la tuvieron. Tal vez los venezolanos exiliados en Miami puedan recuperarla.

Referencias:

(1): el presidente Raul Ricardo Alfonsín, mas conocido como “el Padre de la Democracia”, ordenó la detención de Horacio Rodríguez del diario “La Prensa” y de Jorge Vago, del periódico “Prensa Confidencial”. Estas detenciones estuvieron respaldadas por el Altruismo del Régimen Radical.

Fuentes:

• En ebullición, de Alberto Benegas Lynch (h)
• “Chávez”, de Nicolás Márquez
• “Argentina, un milagro de la historia” de Armando Ribas
• “Peronismo demoliciones” de María Zaldivar