La disyuntiva cubana
Aunque es un paso progresista la entrada en vigor de la ley de compra-venta de propiedades en Cuba, el tema medular de todo desarrollo económico está fuera de la discusión.
Cuba y la nueva ley
La nueva ley — que entró en vigor el pasado 10 de noviembre- autoriza la compraventa de bienes inmuebles entre particulares cubanos o extranjeros que sean residentes permanentes. La ley es parte de 311 reformas que implementará el gobierno cubano en un periodo de cinco años.
¿Cómo funciona? El comprador necesita tener el dinero en su totalidad y en efectivo — no hay financiamiento. Si el vendedor accede, el dinero se deposita en el sistema bancario del gobierno. Con el dinero depositado, más impuestos (cada parte paga un 4% sobre el precio de venta), el notario completa la transacción y se finaliza el traspaso de la propiedad al nuevo dueño. El nuevo dueño tiene derecho de posesión, titularidad y disfrute de la casa — no así a la tierra donde está la casa.
Algo interesante es que se elimina los controles estatales en el traspaso — ahora se legaliza con notario-. El gobierno se libera de la responsabilidad de reparar, mantener y modificar propiedad. Extranjeros residentes pueden comprar y se cancela las confiscaciones de viviendas a favor del estado en caso de salida definitiva del país.
¿Cómo se interpreta?
Para algunos* la ley de compra-venta sería una muestra de la renovación gradual de reformas económicas que está implementando el gobierno cubano. Los líderes están reconociendo que estos cambios son imperativos si quieren insertarse en el vagón del desarrollo de las economías emergentes. Los mejores ejemplos están en Vietnam, Malaysia, Singapur y China.
Además de dar una sensación de cambio social gradual nivel nacional e internacional, también permitirá la entrada al mercado nacional de propietarios no residentes en Cuba, que actuarán mediante el empleo de asociados, terceros, prestanombres o testaferros.
Para otros** es el reconocimiento del gobierno cubano de una práctica que lleva más de 20 años.
Ante un sistema ineficiente, burocrático y que incentivaba la corrupción, la demanda y oferta de casas llevo a crear una red clandestina de abogados, notarios y funcionarios estatales que se dedicaban a garantizar el traspaso de propiedades a favor de terceros a espaldas del gobierno. Con la nueva lo ley lo que hacen es traer a la luz lo que se venía haciendo.
Además, ante la demanda interna, la necesidad de inversión extranjera y necesidad de dinero, el gobierno encontró una nueva forma de aumentar sus ingresos. Al fijar el 4% a cada parte de la transacción se garantiza nuevos ingresos al patrimonio estatal.
Y punto importante: el estado cubano complica la situación para cualquier reclamo futuro de los propietarios de bienes en Cuba que han sido expropiados o confiscados.
Pero, no desaparece la disyuntiva
Aunque hay acuerdo que la ley de compra-venta es un paso positivo, hoy la historia dice otra cosa y mientras no se ataque la paradoja del mismo sistema, los beneficios económicos serán cosméticos.
En los 1990's, Cuba hizo reformas económicas después de la pérdida del subsidio ruso. Se dejó entrar turistas, se permitió la creación de microempresas, se creó el sistema semi-privado en la agricultura y se dejó de criminalizar el uso de dólar. ¿Qué paso? Una vez que sobrevivieron sin la ayuda rusa, revirtieron la mayoría de las políticas económicas. Hoy sigue siendo una economía de baja productividad, poca exportación y endeudada.
Los líderes políticos del país siguen enfrentando la complicada paradoja que toca la misma esencia del sistema político: cómo tener crecimiento económico y a la vez mantener el control total de la propiedad en el país.
La inversión extranjera en Cuba no es propietaria de ningún bien inmueble o terreno físico. El estado cubano ha guardado con celo la titularidad de todos los bienes que se construyan o utilicen por parte de los grupos extranjeros que operan en Cuba. La inversión extranjera parte del principio de que la explotación de medios son propiedad del estado cubano.
Para que Cuba pueda generar crecimiento económico, necesita inversión foránea. Para llegue esa inversión, los inversionistas quieren que la posesión de propiedad sea garantizada. China es un ejemplo. Oficialmente tuvo la reforma del 2007 donde fortaleció el derecho de la propiedad privada.
El problema es que la privatización de tierra y propiedades en Cuba va en contra de la misma esencia de la constitución comunista. Además, la promoción de cambios económicos, llevaría a la promoción de cambios políticos. Y esto tiene a muchos preocupado.
El derecho a la propiedad es el derecho más básico de cualquier economía. Tener derecho a la tierra y las cosas es prerrequisito para el progreso de cualquier sociedad. Inclusive la cubana.
* "Reaching Out : Cuba's New Economy and the International Response", Brooking Institution
** "Derecho de propiedad en Cuba al momento de un cambio social", Camilo Loret de Mola, abogado cubano, durante presentación sobre futuro de la economía de Cuba tras el comunismo en el Programa de Visitantes de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES 2011) en España.
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