Cuba en su cápsula del tiempo

Diario de América

Para decir que una situación cambió radicalmente se emplea el término, "tomó un giro de 180 grados".
Hoy, para hablar de Cuba se debe decir que "ha tenido un giro de 360 grados", o sea quedó donde mismo -o peor- que luego del triunfo de la Revolución.

Cualquier gobierno con un poco de dignidad habría renunciado ante el fracaso de tener que eliminar las medidas económicas y sociales que se aplicaron a partir de 1959.

Pero a Raúl Castro le ha costado mucho llegar a donde hoy está. El Máximo Líder tuvo que enfermar de gravedad para aflojar el cetro y dejárselo en sus manos.

Es vergonzoso que Fidel Castro, en una chispa de lucidez, haya declarado a un periodista estadounidense que "el modelo cubano no servía ni para Cuba".

Lamentable el pueblo cubano no ha reaccionado todavía, ni a esta confesión ni a las insuficientes migajas arrojadas en esta cacareada "liberación económica", que la Cúpula Gobernante confiesa tácitamente con su tardía vuelta atrás en el tiempo, que nunca debió suceder.

La isla de Cuba ha estado encasillada en el tiempo por obra de una dinastía que se colocó a la fuerza en el gobierno.
Este Primero de enero, el régimen castrista cumplirá 53 años en el poder, sin haber aportado ningún beneficio al pueblo cubano. Por el contrario, ha sido el directo culpable de la miseria, la falta de libertad y miles de muertes y más de un millón de exiliados repartidos por todo el mundo.

Hoy Raúl Castro, ha echado hacia atrás la palanca de casi todas decisiones tomadas al principio del triunfo de la Revolución, en un esfuerzo desesperado por obtener entradas a las agotadas arcas del Estado.

Es así como volvieron las antiguas regulaciones para la adquisición de una propiedad, así como la compra y venta de automóviles.
La actual entrega de tierras, se contrapone a las medidas de las leyes de reforma agraria dictadas en 1959 y luego en 1963, pese a la confusión que esta decisión produce en el campesinado, cauteloso de estos cambios.

La reforma laboral aplicada a principios de año trastornó por completo el empleo estatal y como consecuencia, medio millón de cubanos se quedaron sin sus puestos de trabajo; y otro medio millón correrá igual suerte en los próximos meses.

Las medidas dictadas para absorber la cesantía, al permitir las 183 "profesiones" a trabajadores por Cuenta Propia, hacen recordar los tiempos de las forzadas regulaciones económicas de "El Período Especial en Tiempos de Paz", la crisis económica que comenzó en 1991, después del desplome de la Unión Soviética.

Muchos recuerdan que cuando estos cuentapropistas triunfaron y comenzaron a emerger de la ruina económica, el gobierno de La Habana los persiguió, acusándolos de acaparar riquezas y tratar de convertirse en capitalistas.

Tanto en aquella época como ahora, no hay cómo ganarle a un régimen como el de los hermanos Castro, que no aplica las reglas del juego económico universal, porque nunca lo ha entendido.
Y es por eso que Cuba sigue encerrada en su cápsula del tiempo.