Reforma fiscal en El Salvador: ¿qué tan buenas noticias?
La oficina de Nueva York de un importante broker que comercializa títulos soberanos de todo el mundo, emitió el pasado viernes un reporte titulado "El Salvador: good news indeed" (algo así como "en verdad, buenas noticias"), haciendo referencia a la propuesta de reforma fiscal impulsada por el Poder Ejecutivo.
Su autor, un sólido analista que desde hace tiempo viene insistiendo, con razón, en la necesidad de una reforma fiscal (su anterior reporte se había titulado: "The clock is ticking", algo así como "se acaba el tiempo"), luego de estudiar las cuentas fiscales concluyó que la propuesta es "una buena noticia para el crédito".
Desde el primer párrafo indica que "además de ayudar a frenar el deterioro fiscal", esta reforma "proveerá soporte a los precios de los bonos de El Salvador". Lo delató su corazón de broker. "Corazón delator", diría Cerati.
Pero eso no tiene nada de malo. En el corto plazo el analista tiene razón: un incremento en la presión tributaria permitirá estar más cerca de cumplir con las metas del Acuerdo Stand-by firmado con el FMI, que para el 2012 exige un déficit fiscal no mayor al 2.5% del PIB. No hay dudas que cumplirlo protegerá el precio de los bonos. Evitando que aumente su tasa de interés. Esa parte de la noticia es buena para El Salvador.
El problema es que también hay que pensar en el mediano y largo plazo. Lo cual no significa demorar la reforma fiscal, ni impedir que el Estado cuente con mayores recursos.
Significa, simplemente, que deben adoptarse tributos que afecten lo menos posible al crecimiento económico. Porque aunque no existen impuestos neutros, algunos son menos dañinos que otros. En ese sentido, las noticias pudieron haber sido mejores.
Tiene razón el presidente Funes cuando dice que él no tiene por qué "pedirles permiso a los empresarios para hacer una propuesta de reforma fiscal": la historia de América Latina, y El Salvador no es la excepción…, está llena de impuestos diseñados "a la carta" de determinados sectores.
La historia también está llena de prebendas y de exenciones tributarias. Y ello, lejos de haber reducido la pobreza de muchos, incrementó la riqueza de pocos. Habría que ser ingenuo, o beneficiario…, para no verlo.
Sin embargo, a quienes siempre habrá que "pedirles permiso", porque son implacables…, es a las leyes económicas. Que seguirán vigentes mientras el mundo sea mundo. Y que trascienden toda ideología.
No es imposible recaudar US$ 4,883 millones en 2015, la meta acordada con el FMI. Esa cifra equivalente al 16.1% de un PIB que para dicho año fue estimado en US$ 30,327 millones. Para ello había que crecer a más del 6% anual durante cinco años. Nunca es tarde para comenzar…, olvidándose del 2011.
¿Hay multinacionales que reportan pérdidas para no pagar el impuesto sobre la renta? No es difícil auditarlas y verificar si están inflando sus costos off-shore para dejar ganancias en el exterior en sus transferencias con empresas relacionadas. El piso del 1% sobre las ventas debiera ser puntual para ellas.
El actual pago a cuenta del 1.5% afecta particularmente a las pequeñas empresas en mercados de márgenes estrechos, pues les quita liquidez. No sería sano llevarlo al 2%.
¿Por qué no aumentar dos puntos porcentuales el IVA? Cada punto porcentual representa más de US$ 100 millones anuales.
El discurso simplista y carente de ideas responderá que "sería regresivo", porque "afectaría el consumo de los más pobres". No necesariamente, pues se podría más que compensar focalizando en la demanda de los más carenciados ciertos subsidios puntuales, vía vouchers.
¿Aumentar la tasa del impuesto sobre la renta del 25% al 30%? Es usual en el mundo. Y es buena la idea de eximir a los salarios.
¿Gravar los dividendos? No es justo, porque ya tributaron. Además, ¿por qué no se comienza a gravar a los informales?
Finalmente una pregunta para la ANEP: ¿por qué no eligen un mejor mensajero?
Hasta la próxima.
El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.
- 28 de diciembre, 2009
- 25 de noviembre, 2013
- 16 de junio, 2012
- 8 de junio, 2012
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