El Salvador: Más impuestos, ¿más despilfarro?

La propuesta puede parecer beneficiosa en algunos casos de quienes quedarán exentos de pago, pero a la larga todos terminaremos pagando el costo en precios más altos, desempleo o menores oportunidades de progreso, al desincentivar la inversión y ahuyentar la generación de más y mejores oportunidades laborales para los salvadoreños.

Presidente, defienda su posición con argumentos, no con ataques personales.

Es preocupante que se invierte más dinero en educación pero las notas de la PAES no reflejan en qué se fue este dinero. Las medidas populistas como la de regalar uniformes y zapatos no son soluciones al problema de la educación y la pobreza. La solución no es dar un pescado a la gente sino enseñarles a pescar. El pescado se lo comen y luego el hambre vuelve, los uniformes y los zapatos sólo les servirán un tiempo, mientras que una educación es para toda la vida, para ser personas productivas y cultas que puedan defenderse por sus propios medios.

Asimismo se gasta más en el área de salud pero no alcanzan los fondos para medicinas y se padece de una deficiente atención a los enfermos. No se logra comprender cómo habiendo tal escasez de medicamentos, el Ministerio de Salud está gastando miles de dólares en anuncios promoviendo la homosexualidad, el lesbianismo y la bisexualidad. Esta es otra forma de despilfarro y mal uso de nuestros impuestos.

Presidente Funes, usted, durante los años en que se desempeñó como periodista, cuestionó y criticó muchas de las actuaciones de los gobiernos anteriores, me imagino que sería con buena intención. El rechazo que está teniendo su propuesta de subir impuestos viene de economistas, empresarios y políticos con mucha experiencia, interesados en que el país prospere. ¿No cree que sería mejor tratar de ser mas objetivo, de escuchar las críticas, recomendaciones y sugerencias para llegar a un buen acuerdo y solucionar los problemas nacionales?

Todos los seres humanos podemos equivocarnos pero lo importante y sabio es saber reconocer el error, enmendarlo y seguir adelante. Nadie espera que un presidente sea un dios perfecto, por eso se debe de rodear de personas capaces, correctas y de su confianza que le ayuden a obtener mejores resultados.

Los ciudadanos contribuyentes tenemos derecho de cuestionar sobre el uso, abuso o mal uso de nuestros impuestos, especialmente cuando no se están dando servicios básicos de calidad como son la salud, la educación y la seguridad.

¿Por qué no se promueve la transparencia en el gasto y se amplía la base tributaria, incluyendo al sector informal donde se mueve muchísimo dinero? ¿Por qué no se reducen la deuda y los gastos superfluos?

Seguir sembrando odio y división sólo complica los problemas existentes. Estamos en adviento, tiempo de unión, de ayudar, de servicio. Es necesario buscar y llegar a entendimientos entre los salvadoreños, para lograr una visión de nación que nos permita trabajar juntos contribuyendo al desarrollo económico del país.

Pidámosle a la Sagrada Familia que nuestros gobernantes defiendan la vida, el matrimonio y los valores morales, claves para lograr combatir la violencia y pobreza y así alcancemos la paz.

La autora es columnista de El Diario de Hoy.