Estrategias perdedoras en El Salvador

Pero el nuevo Gobierno ha dado vida a otra amenaza. Ha renacido en el país el dominio de la mediocridad, del populismo, del concepto más primitivo de la política, en el que los políticos creen que la inteligencia se mide en términos de los regalos que se ofrecen al electorado. En ese mundo, se considera más inteligente regalar dos camisas que sólo una, pero menos inteligente que dar tres, y menos aún que regalar tres y unos zapatos. El genio político se manifiesta en decidir (después de pensar un largo rato) que se regalen cuatro camisas, tres pantalones, dos zapatos del mismo número y de lados opuestos, y diez dólares.

Esta manera de pensar es terrible para el país y, contrariamente a esta superficial concepción de la política, para los partidos políticos también. Los políticos que no logren entender que las políticas populistas llevan irremisiblemente a la eventual derrota electoral no han logrado aprender de la experiencia.

Todos los gobiernos que han adoptado esta manera de pensar han tenido un momento de gran popularidad, pero luego han perdido el poder,eso le pasó a Duarte, a Saca y ahora le está pasando a Funes. El pueblo puede reaccionar favorablemente al principio, cuando recibe los regalos, pero reacciona muy negativamente cuando se da cuenta de que el costo del regalazo es el hundimiento del crecimiento económico del país, la explosión de la delincuencia, el alto desempleo y el desorden político.

El peor de los efectos de la administración Funes sería que ARENA se contaminara del virus de la mediocridad, de tal forma que sus políticos, por no ocurrírseles ninguna solución para los problemas del país, terminaran copiándole al FMLN las ideas perdedoras, que traen desastres al país y derrotas electorales a los partidos políticos.

Tome el caso de los uniformes. Este Gobierno está gastando a un ritmo de entre 400 y 450 millones de dólares durante el quinquenio en dar estos uniformes a los estudiantes, que nunca llegaron desnudos a la escuela. Al mismo tiempo la preparación académica es cada vez peor, afectando negativamente a los educandos por su vida entera, condenándolos a vivir en la pobreza o a ganar mucho menos de lo que podrían ganar porque los recursos se botan en uniformes y no en inversión educativa.

Este dinero podría transformar la Universidad de El Salvador en una verdadera institución de investigación y enseñanza, financiar muchas escuelas vocacionales, dar becas a profesores y alumnos para mejorar el nivel académico del país, y sobrar todavía. El electorado quizás no se de cuenta de que el tener una cosa les quita la otra, pero a la larga se da cuenta de la falta de soluciones de los problemas de largo plazo y eso lleva a las derrotas electorales.

ARENA debe proponer el uso del dinero para inversión en educación, no competir con el FMLN en el volumen y la manera de entregar los regalazos que son pan para ahora y hambre para mañana. Si ARENA copia al FMLN, volverá al Gobierno porque el FMLN perderá derrotado por su populismo de izquierda, pero sólo para perder las siguientes, derrotado por su populismo de derecha. El FMLN ganará las siguientes para perder las otras, y así, dejando al país en un marasmo de estancamiento, inestabilidad y desempleo. El país necesita soluciones, no regalazos pagados con sus propios impuestos.

Como descubrieron Duarte, Saca y Funes, el pan para ahora y hambre para mañana de las políticas populistas se aplica no sólo al país sino también a los partidos políticos que las proponen.

El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.