El malestar en India y China

El Universal

Durante los últimos dos meses han crecido las señales de que China e India, dos motores fundamentales para mantener a flote la economía global y el precio del petróleo, comienzan a desplazarse a tasas de crecimiento más modestas.

Pranab Mukherjee, ministro de Finanzas de India, alertó la semana pasada que el país debe dirigir su atención urgentemente a "reactivar el crecimiento lo más rápido posible", después de que la producción industrial tan solo avanzara 3% en octubre, mientras que el PIB del tercer trimestre se desplazó al ritmo más lento de los últimos dos años tras un salto de 6,9%.

Decidido a contener la aceleración de la inflación el banco central de India aumentó las tasas de interés de manera constante a partir de marzo de 2010, pero el pasado viernes abandonó esta política y mantuvo el costo del dinero sin variación.

"Los riesgos a la baja para el crecimiento claramente se han incrementado", admitió el banco en un comunicado oficial en el que también mostró preocupación por el descenso en la cotización de la moneda.

Reportes de bancos de inversión coinciden en que las altas tasas de crecimiento en las economías de China e India pierden brillo ante el descenso de la demanda en Europa, incremento en el precio de las materias primas y limitaciones de capacidad.

Empresas chinas tratan de aumentar sus exportaciones hacia países en desarrollo para compensar la caída de la demanda en Europa, pero todo indica que no será tan fácil escapar del temblor que sacude a la zona euro.

Wang Tao, economista de UBS aseguró al Financial Times que "en el caso de una recesión en Europa mucho más grave y una recesión global, las exportaciones de China podrían disminuir entre 10% y 12%".

Es prematuro para prever el impacto que tendrá esta desaceleración en China e India sobre los precios del petróleo, pero el riesgo está presente y Venezuela, al igual que en el pasado, es altamente vulnerable a un declive en la cotización del barril.