Europa: Ya está en el segundo estadio de la crisis
Si los sucesos económicos en Estados Unidos durante el periodo 2008-2010 fueran una guía de los estadios por los que pasa un crisis económica, la europea esta en el estadio numero dos y con signos de estar en el tercer estadio.
Los cuatro estadios
En Estados Unidos ya es sabido que la crisis comenzó cuando gran cantidad de personas dejaron de cumplir con el pago de sus hipotecas. Como la industria financiera se excedió en prestar excesivamente a este grupo de alto riesgo, concentraron gran parte de sus activos en préstamos que no serian pagados — bancos comerciales llegaron a tener entre 10% a 20% de su portafolio en títulos de alto riesgo de morosidad.
Ante la alta morosidad, se dan varios fenómenos a la misma vez. Caída de bancos hipotecarios por alto nivel de morosidad, construcción de vivienda disminuye ante incremento de embargos y alto inventario de propiedades, la producción de los bancos cae ante la dependencia en la construcción y ciertos sectores del mercado de inversiones que apostaban la caída de ciertas compañías financieras. Poco a poco su efecto se empieza a reflejar en la industria financiera en general —crisis financiera-. Como todos habían concentrado su producción a la gallina de huevos de oro llamada "casas", la banca de inversión, la comercial, incluso las aseguradoras — que tenían deuda respaldada por hipotecas riesgosas- comenzaron a sentir el creciente impacto.
"¿Cuán enferma esta la industria bancaria?", "¿Qué bancos están muerto en vida?", "¿Cuál será el primero en caer?" preguntas poco comunes en un momento se hacían públicas. Con el rescate de Bear Stearns y bancarrota de Lehman Brothers, el pánico se apoderó de los mercados y entramos en una crisis de confianza. Esto generó falta de liquidez en el mercado de dinero a corto plazo afectando incluso a las compañías no financieras. La desconfianza se generaliza. Entra el gobierno con dinero de los contribuyentes para salvar la situación — reserva federal para inyectar liquidez y el tesoro con un rescate financiero.
Se minimizó el crédito, cayó la demanda, las compañías bajaron la producción y despiden personal. El desempleo sube, más préstamos quedan sin pagar y la demanda se afectó aún más creando una espiral negativa. Aquí entramos en el cuarto estadio de la crisis: la económica.
Europa y la crisis financiera
El problema principal de Europa es el alto nivel de endeudamiento gubernamental de ciertos miembros de la zona euro. Unos porque creyeron que el gobierno es el principal motor de crecimiento, empleador y sostén social — Grecia, Italia, Portugal y en cierta medida España-. Otros porque el gobierno ha tenido que respaldar y rescatar la economía de los excesos del boom hipotecario — Irlanda y España-. En dado caso, la crisis comienza por el deterioro de las finanzas públicas. El más afectado es Grecia.
La economía griega, no crece, la deuda es insostenible, el déficit no baja y los bancos griegos siguen perdiendo depositantes. A toda costa se esta evitando que Grecia declare default o que se salga de la zona euro. Cualquiera de los dos eventos, si sucede, enviaría un mensaje claro que la zona euro esta muerta. No sólo afectaría a Grecia, también a Portugal, Irlanda, España e Italia —aquí estamos hablando de grandes ligas-.
La deuda soberana de estos países es parte importante del portafolio de activos de bajo riesgo de los bancos. A la vez, hay bancos que aceptaron estas deudas como colateral para prestar dinero o entraron en acuerdos de intercambio con estas deudas. Además, complicando el problema, no solo tienen parte de sus inversiones en otros bancos sino que son también responsables en caso de una caída. Suma: tienen bonos soberanos + bonos usados como colateral + tienen posesión en otros bancos con problemas similares o mayores. El problema crece exponencialmente.
Nadie sabe realmente cuán grande es el hueco en los bancos y la desconfianza sigue aumentando. Algunos ponen la factura sobrepasando el billón de dólares — entre deuda soberana y capitalización de bancos-. El Fondo Monetario Internacional dice que sólo los bancos necesitan $400 mil millones de dólares. La autoridad bancaria europea dice que $141 mil millones de dólares. Este mismo reporte dice que la banca alemana necesita el doble de lo previsto. Ahora son cerca de $17 mil millones y no $6,7 mil millones como se creía antes. ¿Podrán los bancos alemanes conseguir tanta cantidad de dinero en el mercado privado sin la ayuda del gobierno? Esta pregunta ya es vox populi.
Los bancos franceses están teniendo dificultades para conseguir financiamiento. Recientemente, la agencia calificadora Moody's rebajó la calificación de la deuda a largo plazo de los tres bancos más importantes de Francia – BNP Paribas, Societe Generale y Credit Agricole- por esa razón.
En Latvia, uno de los bancos suecos más grandes del país, el Swedish Bank, tuvo una retirada de las cajas automáticas siete veces más de lo que se registra en una semana normal. Una tercera parte de las cajas automáticas quedaron vacías. ¿Por qué? Rumores que el banco sueco este en problemas. Un portavoz del banco desestimo el rumor. Ni Suecia ni Latvia son miembro de la zona euro.
La crisis financiera se refleja entre tres de las cuatro áreas: perdida en el valor de los activos, dificultad en conseguir financiamiento, salida de depósitos y caída en el financiamiento a corto plazo. El cuarto todavía no es un problema porque los bancos centrales están apagando el fuego tratando que no se expanda el incendio.
El costo de financiar a corto plazo — desde un día hasta un máximo de un año- se ha disparado en Europa ante la desconfianza entre los inversionistas al punto que más bancos están recurriendo al Banco Central Europeo a pedir prestado ante la dificultad de conseguir dinero a un bajo costo.
Recientemente seis bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal, permitieron a bancos miembros con dinero faltante pedir prestado a un costo menor de lo que están dispuestos a prestar aquellos bancos con excedente. O sea, los bancos con excedente de fondos prefieren depositar el dinero en el banco central que paga menos que prestarle a los bancos con faltante que pagarían más por ese dinero. Muestra clara de desconfianza en la misma banca.
Evitar el efecto "Dexia"
Para complicar el panorama la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OECD) advierte que miembros enfrentarán serios problemas para levantar altos volúmenes de financiamiento en el mercado privado. Lo que se traduce en: el mercado desconfía y los bancos necesitan más dinero. ¿De dónde vendría el dinero? De los gobiernos.
Así pasó con el grupo financiero Dexia. A los 86 días de aquel visto bueno de las autoridades bancarias europeas, recibió un rescate financiero de Bélgica, Francia y Luxemburgo garantizando $120 mil millones de deuda del grupo financiero. A parte, el gobierno de Bélgica nacionalizó la división bancaria del grupo. Esto le costó al país un incrementó de la deuda soberana en 1,1% del PIB.
El problema es que no sabemos si hay otros "Dexias" por ahí apunto de explotar. ¿En Francia? ¿España? ¿Italia? ¿Están los gobiernos de estos países en condiciones para hacer un rescate financiero? ¿Está la eurozona dispuesta a ejecutar rescate financiero "a la estadounidense"?
Los miembros de la Unión Europea aprobaron aportar más al Fondo Monetario Internacional -$197 mil millones de dólares- para ayudar a los países con problemas. Pero, ¿es suficiente? En la cumbre decidieron pasar la aprobación de subir el monto límite del mecanismo de estabilización europea, conocido como ESM, para marzo del 2012. Alemania se opone subir el monto de $670 mil millones de dólares porque quiere que los países primero se hagan responsables de su banca nacional antes de pedir que los demás paguen. El Presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo que ni un céntimo del presupuesto estatal irá a los bancos franceses en clara contraposición a Alemania.
Esto sucede a la vez que las economías grandes como Francia y Alemania están dando signos de recesión y los reguladores bancarios exigen que los bancos aumenten su capital. Lo que se traduce en menos prestamos (= menos ingresos para los bancos).
No se puede concluir que lo que pasó en Estados Unidos necesariamente va a pasar en Europa. Tampoco podemos asumir que los eventos están predeterminados y el curso no puede ser cambiado.
Pero, como dicen por ahí, la historia no se repite pero como lleva el mismo ritmo.
Al final tu decides.
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