Uruguay y un factor común: no hay rumbo
El País, Montevideo
Todos los días vemos la degradación constante que sufre el país en los temas que más importan. Los indicadores de educación son cada vez peores, mientras el resto del mundo avanza. El sistema nacional de salud hace agua por todas partes y hunde a las mutualistas. La inseguridad pública alcanza límites dramáticos (incluso con casos de violencia inusitada en los últimos días), mientras el Ministro Bonomi está satisfecho porque disminuyó el ritmo de aumento de los delitos.
Los jóvenes que ni estudian ni trabajan son cada vez más y son más difíciles de recuperar para la educación formal con el paso del tiempo. La política exterior es un chiste de mal gusto y destruye el prestigio internacional del país al proponer pasarle por arriba al Parlamento paraguayo para hacerle los mandados a Chávez. La institucionalidad, la separación de poderes, los derechos ciudadanos, todo es negociable y está supeditado a las conveniencias de turno.
La vivienda sigue siendo un problema acuciante para muchos uruguayos y no existe respuesta de los organismos pertinentes. El Plan Juntos es pura demagogia y clientelismo (y esta semana nos enteramos que las donaciones a las empresas las pide el "Pato Celeste"). Nuestras rutas están en mal estado y no hay obras de refacción, tenemos un atraso dramático en la inversión en infraestructura y, en particular, en energía. Se extienden impuestos existentes y se crean otros, pese a que el Presidente Mujica prometió que no lo iba a hacer. Las políticas sociales no se evalúan y el descenso de la pobreza es menor al esperable dado el crecimiento.
Todos estos problemas, y muchos más, dan cuenta de lo afortunados que somos de que nos toque este gobierno en un momento de bonanza económica. De lo contrario Dios sabe en que estaríamos. Solo un crecimiento económico impulsado desde el exterior puede disimular en parte el estrepitoso fracaso del gobierno. ¡Y es que ni el censo pudieron hacer bien!
¿Es casualidad que la administración Mujica no pegue una? Naturalmente no, hay un factor común a todos los problemas, que ya se había vislumbrado en el gobierno de Vázquez pero que en el actual ha hecho eclosión: no saben a dónde van, no saben gestionar y la única preocupación evidente es la de perpetuarse en el poder.
Lo confesó en varias entrevistas el Senador Baraibar; se les acabó el programa y no tienen rumbo. No saben qué hacer con la educación, ni la salud, ni la inseguridad, ni la política exterior ni con ningún tema. Incluso comienza a reconocerse que las reformas de Vázquez de la educación, la salud y la tributaria fueron un fracaso.
El gobierno corporativista formado por una coalición de partidos más el brazo sindical del Pit-Cnt no es capaz de resolver los problemas de los uruguayos, pero sí tiene una capacidad para autorreproducirse preocupante. A través de la entrega de cuotas de poder a la corporación sindical y el clientelismo desembozado de los últimos dos presupuestos se ha armado un verdadero ejército funcional al Frente Amplio.
El factor subyacente tras todos los temas y, por lo tanto, el principal problema de nuestro país hoy es que su gobierno quiere perpetuarse sin argumentos, pisotea la institucionalidad y las formas republicanas, mancilla los valores que la inmensa mayoría de los uruguayos compartimos y todo para no ir a ningún lado.
Comienza a admitirse que las reformas de educación, salud y la tributaria fueron un fracaso.
- 23 de julio, 2015
- 6 de septiembre, 2024
- 21 de abril, 2021
- 2 de septiembre, 2024
Artículo de blog relacionados
Instituto Juan de Mariana La amplitud de la base demográfica de las sociedades...
5 de mayo, 2011Por Danilo Arbilla ABC Color Qué lección la de Paraguay. Qué desautorización para...
29 de abril, 2013El Heraldo, Tegucigalpa Internet, la informática, está potenciando la transmisión de información que...
4 de diciembre, 2010- 21 de febrero, 2024