Un ataque al sistema de la libre empresa
Si nuestra nación desea superar el estancamiento económico y mantener el sueño americano al alcance de futuras generaciones, necesitamos elegir un presidente que reconozca la energía y creatividad de nuestra gente y el increíble potencial de nuestro sistema de libre empresa. Necesitamos alguien que haya trabajado en el sector privado y visto su potencial de primera mano; alguien que reconozca que las soluciones tramadas por el gobierno jamás se compararan a las acciones pragmáticas del los empresarios estadounidenses cuyo trabajo mejora sus vidas y crea empleos, seguridad económica y prosperidad para todos nosotros. Una carrera gubernamental no confiere esos conocimientos. Para reconocer el potencial de la libre empresa y realizarlo, a un momento dado, uno tiene que ser parte de ello.
Nada hace este punto tan claro como recientes ataques por parte de candidatos presidenciales republicanos al sistema de libre empresa. Increíblemente, estos ataques vienen durante un año electoral en que la recuperación económica es la máxima preocupación. Tal vez menos sorprendente, proceden de candidatos que han pasado la mayoría de sus carreras como funcionarios, académicos o consultores. Seguramente ellos reconocen que la libre empresa es la única manera de salir de nuestro deterioro económico. Sin embargo, han atacado a la propia naturaleza del sistema de libre empresa y la exitosa experiencia del gobernador Romney con Bain Capital. Quizás de mayor preocupación, sus ataques demuestran una inhabilidad de comprender cómo funciona realmente el sistema de libre empresa y lo que se requiere para recuperar nuestra vitalidad económica.
Nuestra vitalidad económica, de hecho el futuro de nuestra nación, están en juego. Los Estados Unidos se han convertido en la gran nación que es y representa un faro de esperanza para el mundo porque ha adoptado el sistema de libre empresa. Imagínese lo que sería de este país si no se hubiese adoptado.
Con el sistema de libre empresa, existe la posibilidad de fracasar. Hay innumerables historias de éxito económico que subrayan el potencial de fracasar para los empresarios. Nada motiva la toma de decisiones de mejor manera que el espectro y las consecuencias del fracaso. Sí, las empresas fallan, ellas entran en bancarrota y pierden empleos. Esto es cierto incluso para las compañías en las que firmas exitosas y sofisticadas como Bain Capital eligen invertir. A través del proceso, se presentan oportunidades para nuevos negocios con mejores productos, servicios o planes. Debido al proceso, empresas salen de la quiebra y alcanzan nuevos niveles de éxito, surgen nuevas industrias y se crean nuevos empleos. Para que esto ocurra, los empresarios tienen que tomar decisiones difíciles que pueden causar dolor a corto plazo, pero que pueden ofrecer éxito a largo plazo. Nuestra experiencia en CKE Restaurants y Hardee’s es un ejemplo de cómo esto puede funcionar para beneficio de todos.
Cuando nuestro equipo de gerencia tomó control en el 2000, CKE estaba punto de irse a la bancarrota. La marca de comida rápida Carl’s Jr. había pedido prestado demasiado dinero para comprar la marca de Hardee’s y los esfuerzos para mejorarla no estaban dando resultados. La comunidad inversionista pensaba que la junta directiva de CKE me había nombrado jefe ejecutivo porque era un abogado que podía vender la empresa o llevarla a la bancarrota. Nuestro equipo decidió que lo mejor era negociar con nuestros prestamistas para evitar la bancarrota, mejorar las operaciones y darle vuelta a la compañía. Hubo riesgos pero nos enfrentamos a ellos. Cerramos las puertas de cientos de restaurantes de bajo rendimiento y a menudo vendimos las propiedades para pagar nuestra deuda. Desafortunadamente, la clausura de los restaurantes dejo a miles sin empleo. Sin embargo, esto nos permitió ganar tiempo con nuestros prestamistas y emprender un camino hacia el crecimiento.
Hasta la fecha, lamento que hayamos tenido que cerrar restaurantes y eliminar empleos. Si no lo hubiéramos hecho, es posible que hoy no existiera la compañía, y ello hubiera llevado a una pérdida de empleos más elevada. Tomamos decisiones difíciles; ganamos un poco de tiempo; cambiamos el menú de Hardee’s; y mejoramos la calidad de nuestra comida, el servicio al cliente y la publicidad. Posteriormente, invertimos capital para remodelar nuestros restaurantes. El rendimiento de las marcas mejoró y la empresa pasó a ser rentable.
En el 2006, iniciamos la construcción de restaurantes y la compañía empezó a crecer. En los últimos cinco años y a pesar de la crisis financiera, construimos cientos de nuevos restaurantes que crearon miles de empleos. Junto con nuestros franquiciados, contamos con alrededor de 70, 000 personas en EEUU y tenemos restaurantes en 42 estados y 25 países, incluyendo a México, Panamá, Costa Rica y Ecuador. Unos 2,250 de esos empleos y 90 de esos restaurantes están en la Florida. Todos los días corremos el riesgo de fracasar pero ese riesgo nos motiva a trabajar incansablemente para tomar las mejores decisiones para nuestros clientes, empleados e inversionistas. Así es como funciona la libre empresa y por eso funciona.
Nos enfrentamos a los riesgos y tuvimos éxito, pero no había ninguna garantía. Esa es la parte “libre” de la libre empresa. Éramos libres de tener éxito y de fracasar. Darle vuelta a una compañía puede causar dolor, pero es más doloroso cuando uno fracasa. Bain y el gobernador Romney vivieron fracasos pero también tuvieron su cuota justa de éxitos. Para aquellos que nunca han estado en la lucha es fácil criticar los fracasos e ignorar éxitos. No todo en el mundo de los negocios viene fácilmente o con la seguridad de la protección gubernamental.
Todos salimos ganando –y nuestro sueño americano no deja de existir– cuando dependemos de la energía dinámica del sector privado en vez de programas proteccionistas del gobierno. Necesitamos un presidente que tenga esto grabado en su corazón y mente. Si estás en contra de hacer lo necesario para mejorar un negocio, ¿cómo puedes mejorar una nación? Si te falta experiencia para hacer lo necesario, deberías dejar de criticar a quienes la tienen y hacerte a un lado.
El autor es CEO de CKE Restaurants, Inc. y coautor del libro “La creación de empleos: cómo funciona y por qué el gobierno no lo entiende”.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
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