Venezuela: María Corina y la Lucha de Clases

El apoyo de Leopoldo a Capriles Radonski no pudo haber causado un impacto positivo más formidable. Porque la sensación de Unidad auténtica que esa alianza da es sencillamente demoledora. Porque una de las dudas que existía -y sigue existiendo para con los otros precandidatos- es, hasta qué punto se restearán, se comprometerán o se emplearán a fondo para apoyar al ganador de las primarias. Este cuadre de Leo, este compromiso de lanzarse desde ya -con toda la inmensa vitalidad que tiene, además- a reforzar a Capriles es, de hecho, mucho más poderoso y entusiasmante que cualquier apoyo posterior al 12F.

Pero, mucho más allá de este impacto positivo, es obvio que esa alianza López-Capriles ha abierto una previsible Caja de Pandora, ha puesto de relieve un problema que podría ser, si no nefasto, al menos preocupante para la Oposición. Casi que podría decirse, usando la famosa frase de Marx, que a partir de ese apoyo "un fantasma recorre a Venezuela", el de la Lucha de Clases. Sería muy torpe el no pararle o no darle importancia al hecho evidente de que estos dos chamos juntos son una expresión poderosa ¡¡de la Burguesía Venezolana!! Una Alianza muy valiosa, valiosísima, sin duda, para nuestra sociedad, porque el futuro no está ni en el Comunismo, ni en el Socialismo (ni siquiera en la Socialdemocracia o el Socialcristianismo), sino que está en el Capitalismo… pero de todos modos una alianza problemática. 

Porque el panorama -o la tendencia- podrían complicarse dependiendo de lo que haga María Corina. Porque, como ya dijimos, esto de los apoyos pre-primarias es poderosísimo. El impacto positivo de la alianza López-Capriles podría potenciarse o exponenciarse si se producen otras alianzas. Sería una demostración insuperable de Unidad, así, con mayúscula, el que en estas dos semanas, los tres precandidatos con menos chance apoyasen a uno de los dos punteros, Capriles o Pablo Pérez. Sería una demostración impactante de Pre-unidad, el que llegásemos con sólo dos nombres al 12F. Preocupante, por supuesto, porque toda polarización lo es, pero -no nos cabe la menor duda- altamente beneficioso por el impacto mediático y publicitario que esas alianzas conllevarían. Sobre todo, si no van acompañadas de ese desagradable enfrentamiento entre Pérez y Capriles que ya ha asomado esta semana. 

Como resulta evidente, en todo este escenario de presunta polarización -y ya retirado Leopoldo- la clave es María Corina Machado. Es obvio que ella no podría apoyar a Capriles. Sería un error que llevaría a niveles exorbitantes o desproporcionados la "Lucha de Clases" y convertiría inevitablemente a Capriles en el candidato de la Burguesía. Si Pablo Medina, como es natural, apoya a Pablo Pérez, en lugar de una Pre-unidad, tendríamos una Pre-polarización indeseable que -independientemente de lo que haga Diego Arria- podría ser fatal. 

Pero el verdadero problema que confronta la Oposición, es que por mucho que no se asuman explícitamente estos apoyos y alianzas, ellos están y estarán allí, subyacentes y poderosos, afectando -positivamente, muy positivamente- a nuestra estructura política. María Corina, Capriles y Leopoldo, son -repito, acéptese o no y bien bueno que lo sean- los representantes de nuestra Burguesía que las guerras del siglo XIX, la de Independencia y la Federal y después el caudillismo y el gomecismo, habían aplastado o minimizado. Durante los 40 años de la bien llamada IV República, esta Burguesía se mantuvo latente, creciendo y desarrollándose, bien bueno que ahora se lance a la pelea por un país mejor. 

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