El Salvador: El cuchillo corta de los dos lados

El Diario de Hoy

ARENA ha recuperado lo que perdió en 2009 (no en las urnas sino por la defección de los diputados que crearon GANA, para poder apoyar al FMLN en la Asamblea) y se ha posicionado muy bien para ganar las elecciones del 2014. Esto es excelente pero lo que falta es clave para asegurar la democracia en el país y la sobrevivencia de ARENA como un partido fuerte y renovado. Dentro de las cosas que ARENA no puede olvidar para llevar adelante esta tarea hay una tan obvia que no debería ni mencionarse: si uno quiere ganar, no debe copiarle las estrategias a los perdedores.

Hay dos dimensiones en las que ARENA tiene que evitar copiarle al derrotado FMLN: Primero, ARENA debe darse cuenta de que la prepotencia, el creerse que las victorias políticas se deben a la linda cara de los vencedores, el creerse que ya no hay nada que hacer porque el electorado los ama independientemente de lo que hagan, es el camino a la perdición. Miren la realidad política de la tan cacareada popularidad del presidente, que fue muy real en una época.

Segundo, ARENA tiene que entender que el FMLN fracasó por su populismo (siendo el populismo la búsqueda del triunfo político a través de crear imágenes, dar excusas y echar culpas, sin prestarle atención a las realidades) y por no darse cuenta de que el populismo lleva en sí mismo la semilla de su propia destrucción. El juego de prometer sin límites y de crear espectáculos de espejitos y humaredas para dar la impresión de que algo se está haciendo sin hacer nada no sólo desperdicia recursos. También cierra los espacios para trabajar seriamente por el progreso del país. Los payasos apartan a la gente seria y botan todo el dinero que se debería invertir para crecer.

Todo esto suena tan obvio que no debería escribirse. Pero la realidad muestra que ARENA ha pecado de copiarle al FMLN, pensando que para ganar tiene que ofrecer igual o más que éste y armar juegos de espejitos y humaredas, sin darse cuenta de que al copiarle al FMLN está recibiendo el beso de la muerte.

Una de las pruebas más palpables de este absurdo comportamiento es el de la Ley de Medicamentos, que no sólo no resuelve el problema de los altos precios de las medicinas, sino que crea nuevos y más graves problemas que cuando la ley se aplique van a perseguir a los diputados que la aprobaron. Es absurdo aprobar controles de precios que la experiencia mundial demuestra que llevan al fracaso, y más todavía validar a través de ellos que los precios en El Salvador puedan ser del triple al quíntuple de lo que son en el resto de Centro América, y peor todavía el prohibir que haya médicos en las farmacias, quitando así a la población una fuente de consultas médicas baratas y disponibles a toda hora. ¿Cómo puede habérsele ocurrido a ARENA votar a favor de una ley así en vez de dejar que el FMLN se hundiera solo con una ley tan incompetente y dañina como esa?

Esa copia del populismo es lo que ARENA tiene que evitar. Esa idea de que los ofrecimientos ilimitados son los que dan la victoria en la política, y de que ARENA está en desventaja con el FMLN porque éste puede ofrecer cualquier cosa, esa es la idea que ARENA debe reconsiderar ahora que el FMLN está perdiendo por ofrecer sin fondo, y por creer que no importa ser incompetente si alguien competente le maneja la imagen.

Para triunfar, ARENA tiene que diseñar verdaderas soluciones a los problemas del país y trabajar en serio para implementarlas. La gente ya no aguanta la incompetencia, venga de donde venga. Se vio claro en 2009 y 2012: el cuchillo de las elecciones corta de los dos lados.

El autor es Máster en Economía, Northwestern University y columnista de El Diario de Hoy.