Argentina: El gobierno empieza a desandar el camino del ajuste ortodoxo
La Prensa, Buenos Aires
La escena se produjo durante una reunión social y los protagonistas fueron el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zanini, y el diputado peronista disidente Ramón Puerta. No sin ironía el legislador preguntó por la marcha del ajuste fiscal anunciado como "sintonía fina" meses atrás por la presidenta Cristina Fernández y el funcionario contestó: "Nosotros no vamos a hacer ningún ajuste. No sabemos cómo se hace, no estamos diseñados para eso. Lo harán ustedes, si llegan al gobierno".
Más allá de las chicanas cruzadas, las palabras de Zanini encajan perfectamente con lo sucedido en las últimas semanas. La ofensiva para equilibrar las cuentas públicas anunciada con distintos eufemismos por la jefa de Estado fue retirada silenciosamente de escena.
En materia energética no llegó más allá de la renuncia voluntaria de "ricos y famosos" kirchneristas difundida por el circuito paraestatal de información y los recortes "manu militari" a los barrios paquetes de la ciudad y el conurbano. La eliminación de los subsidios al transporte via tarjeta SUBE también parece en el "freezer".
El ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, aunque afecto a las declaraciones desafortunadas, se cuidó muy bien de decir cuál sería la nueva tarifa y su sucesor parece haber borrado el tema de la agenda. Las idas y vueltas con la puesta en marcha de la tarjeta, los plazos perentorios y postergaciones, las marchas y contramarchas pasaron también al olvido.
El único ajuste que se mantiene es el aplicado a costa de enemigos políticos como en el caso de la transferencia a Mauricio Macri de gastos por 1.400 millones de pesos anuales de los subtes y colectivos porteños; una cifra menor si se tiene en cuenta que la masa total de subsidios supera los 70 mil millones. Pero hasta eso quedó en veremos porque si bien la mayoría automática del Congreso terminará esta semana de sancionar la ley correspondiente, el ahorro para el Tesoro se producirá sólo en caso de un acuerdo ciudad-nación o de un fallo favorable al cristinismo de la Corte Suprema.
El superávit secundario desapareció hace rato. ¿A qué atribuir el golpe de timón? A la percepción de la pérdida de apoyo popular. Y en ese aspecto la masacre ferroviaria de Once representa un claro punto de inflexión. Para agravar, además, la preocupación del gobierno al cumplirse un mes del sangriento episodio sin ninguna respuesta oficial a los damnificados, se produjo la temible manifestación de repudio con cacerolas incluidas. Sumar a este clima de descontento un recorte del gasto que genere baja de la actividad económica y desempleo despertó los fantasmas a los que más se teme en la Casa Rosada.
En este marco debe insertarse también el reverdecimiento de la ofensiva contra Hugo Moyano. Era complicado conseguir un dirigente dispuesto a defender el ajuste y al mismo tiempo a embestir contra el camionero mientras este reivindicaba aumentos salariales masivos. Los José Rucci no abundan, por no decir los Juan Perón. Si, en cambio, el ajuste se deja de lado, cualquier operación contra Moyano presentará menos dificultades, aunque por ahora la CGT no está cerca de cambiar de manos.
Los problemas fiscales del gobierno son ciertos, pero no lo es menos que se trata de dificultades financieras antes que económicas. Sufre un ahogo circunstancial por el desborde del gasto. De allí que la idea de postergar el recorte se haya combinado con la búsqueda de una nueva "caja". Ante dificultades parecidas los Kirchner echaron mano con anterioridad y suerte diversa a las retenciones al campo, los fondos de la Anses, la confiscación de las AFJP, y las utilidades del BCRA.
En este caso aprobaron una ley que les permite disponer discrecionalmente de las reservas, un stock de dólares indispensables para pagar deuda. Para "empapelar" la demanda interna, la misma norma permite adelantos al Tesoro que pueden llegar a los 100 mil millones. En resumen, la fiesta del gasto no se detendrá o, dicho en dialecto "K", nunca menos. ¿Las consecuencias? Llegarán en el mediano plazo.
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