En China abundan los empleos pero escasean los candidatos
The Wall Street Journal Americas
BEIJING—En la sede en esta ciudad de la casa de modas italiana Versace SpA, la directora de recursos humanos ha notado una tendencia entre los aspirantes a empleos en el sector de ventas: entre 15% y 30% de ellos no se presenta a la entrevista de trabajo.
Esto se debe a que en China, las vacantes superan el número de interesados, dice Su Meizhen.
Mientras que América Latina, Europa y Estados Unidos registran altas tasas de desempleo, los chinos asumen que siempre tendrán opciones de sobra. "La motivación es un problema", agrega Su.
Las empresas de servicios pasan apuros para encontrar candidatos adecuados en todas partes del mundo. Pero China está resultando ser un desafío particular para las compañías globales que buscan solidificar su presencia en el gigante asiático.
El número de empleos disponibles en el sector de servicios ha crecido en la última década y es mayor que en cualquier otro segmento de la economía china de rápido crecimiento. En 2011, habían más o menos 1,4 millones más de vacantes que candidatos a ellas, frente a un millón un año atrás, según el Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social de China.
El problema va más allá del sector de servicios y se expande a la economía en general. China tiene una amplia población en vías de urbanización que busca trabajar, pero que usualmente carece de las habilidades que las empresas necesitan. El premier chino, Wen Jiabao, se refirió al tema el 5 de marzo en su discurso anual ante el cuerpo legislativo del país, al decir que China está comprometida a capacitar "a jóvenes talentosos y personal en urgente demanda".
Por ahora, sin embargo, las empresas de servicios, que requieren empleados con cierto nivel de educación y aptitudes sociales, están en una desventaja particular. A medida que minoristas y hoteles de lujo se expanden rápidamente aquí para satisfacer un creciente apetito de los consumidores por carteras costosas y viajes, la demanda de personal ha sobrepasado con creces la oferta de candidatos calificados, dice Christoph Nettesheim, director gerente de Boston Consulting Group, una firma de consultoría. Las industrias de finanzas y servicios de salud se encuentran en una disyuntiva similar.
El salario es otro problema. Muchas multinacionales dicen que a los trabajadores chinos los motiva más el dinero que a sus pares occidentales, a quienes también les interesan los ascensos y metas profesionales a largo plazo. Desde hace algún tiempo, los sueldos están en una espiral ascendente en China. La remuneración anual para trabajadores urbanos subió a cerca de US$5.500 en 2010, un salto de 13% interanual y 77% más que cinco años atrás. Esta situación provoca una alta rotación de personal.
Su, de Versace, dice que también es relativamente fácil para muchos jóvenes de China dejar un trabajo porque con la política de "un sólo hijo" tienen el apoyo financiero de sus padres y cuatro abuelos.
Starwood Hotels & Resorts Worldwide Inc., cuyas marcas de hoteles incluyen Westin y Sheraton, necesita encontrar 30.000 empleados en tres años para 100 hoteles que está construyendo. Para ello, visitará universidades en busca de estudiantes próximos a graduarse o recién egresados. Aun así, los trabajadores jóvenes están menos comprometidos y exigen más que la generación previa, que solía quedarse en una misma compañía por alrededor de una década, dice Qian Jin, un vicepresidente senior de Starwood en China. Los jóvenes de ahora usualmente esperan ascensos rápidos y cambian de empleo al cabo de uno o dos años, agrega.
Hace poco, Starwood creó un programa de tutoría para sus trabajadores chinos, juntando a sus empleados más nuevos con los gerentes más veteranos. Además de ofrecer capacitación, el programa fomenta relaciones personales, lo que contribuye a retener personal, dice Qian.
Versace hará algo similar. Dentro de poco ofrecerá clases de idioma para que sus trabajadores chinos mejoren su inglés y puedan comunicarse mejor con gerentes de alto rango y algún día se conviertan en ejecutivos ellos mismos. "Esa es una manera de encontrar talento y mantenerlo", dice Su.
Las empresas que se expanden en China usualmente sonsacan empleados de otras compañías, lo que ha sido un problema para Ermenegildo Zegna Holditalia SpA. En 1991, la marca italiana de modas fue una de las primeras empresas de lujo en ingresar a China. Ahora, sus rivales ofrecen triplicar los salarios de sus empleados, cuenta Gildo Zegna, el presidente ejecutivo y nieto del fundador, quien agrega que en vez de entrar en guerras de salarios, ofrece a los empleados la oportunidad de trabajar en sus tiendas en otros países.
Otras compañías compensan la falta de talento formándolo ellas mismos. Para dotar de personal a sus hoteles en Beijing, la empresa de bienes raíces Swire Properties Ltd. recluta en ciudades más pequeñas a recién graduados en hotelería y turismo.
"Los trabajadores con poca o ninguna experiencia son pasados por alto en China, pero descubrimos que son como esponjas, absorben rápida y gustosamente", dice Anthony Ross, gerente general de The Opposite House, un hotel boutique de Swire, en Beijing.
Por su parte, la compañía italiana de ropa interior para dama La Perla les ofrece a sus empleados consejos sobre cómo lidiar con los grandes egos de sus clientes adinerados.
El surgimiento de los nuevos ricos en China ha dado pie a una brecha económica pronunciada que las vendedoras de almacenes de lujo deben aprender a navegar.
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