Como personaje de Borges

ABC Digital

SALAMANCA. – Para aludir a calamidades continuadas que aquejan a una persona, mi abuelo solía decir “Como si le hubieran meado los gatos”. El dicho suena un tanto duro y ordinario por lo que no me atrevería a utilizarlo para sintetizar la semana que vivió España entre el lunes pasado y el domingo. En solo siete días la prima de riesgo de la deuda española se disparó para arriba; la ministro de Sanidad anunció que los jubilados deberán pagar parte de los medicamentos; Rajoy adelantó que los universitarios pagarán una matrícula que aumentó en por lo menos 550 euros; el ministro de Educación decidió que habrá más alumnos por clase y menos profesores por colegio; el Rey se rompió la cadera en una cacería en Botsuana, África, que mantuvo en secreto y en la que mató un elefante que costó 20.000 euros; el nieto mayor del monarca, Felipe Marichalar y Borbón se disparó accidentalmente una escopeta mientras estaba con su padre hiriéndose el pie derecho y Cristina Kirchner se decantó por el expolio de la refinería Repsol que compartía con la compañía YPF la explotación del petróleo en Argentina.

He dicho “expolio” que de acuerdo a la Real Academia Española significa “despojar con violencia o iniquidad”. Violencia física no hubo, pero sí iniquidad pues Repsol reclama 8.000 millones de euros por sus acciones, cifra que podría aumentar si se le añaden otros rubros, mientras el Gobierno argentino habla que la suma no puede llegar a los 2.000 millones. Cristina Kirchner alegó que Repsol no estaba invirtiendo lo necesario, lo que obligaba al país a importar el petróleo necesario para responder a la demanda interna por un valor anual de 10.000 millones de dólares. En ningún momento mencionó que desde hace varios años los yacimientos argentinos sufren anualmente una merma importante pues se están agotando.

Los argentinos están exultantes. En las declaraciones que ha recogido la televisión española se habla siempre del gran paso adelante que ha dado el país al recuperar “la soberanía sobre sus recursos naturales”, esos mismos recursos que había vendido otro presidente peronista, Saúl Menem, cuya aventura económica desembocó en el famoso “corralito”. ¿Se regresará al mismo punto recorriendo el camino en sentido contrario? Muchos creen que sí, ya que ven en la maniobra de Kirchner un intento de hacer al Gobierno de dinero para ocultar el deterioro que está sufriendo su economía.

Cristina Kirchner, desde hace un año, aproximadamente, viene especulando con el nacionalismo de los argentinos y el concepto abstracto, poco comprendido, de la “soberanía”. Primero fueron las Malvinas, ahora el petróleo, mientras sus leyes proteccionistas están provocando disgustos en otros países. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, se ha quejado de ese proteccionismo que traba las exportaciones (1.000 millones de dólares anuales) de productos colombianos a Argentina. Paraguay, con una política exterior errática y vacilante, debe ser el único que no ha hecho escuchar, con claridad y en voz bien alta, sufrir los mismos obstáculos.

Se me ocurre que Kirchner ha salido al ruedo a buscar pendencia con alguien utilizando como armas el nacionalismo y la soberanía. Es como aquellos personajes de Borges, los de Avellaneda “como ese Iberra fatal / que en un puente de la vida / mató al Ñato, su hermano / porque debía más muertes que él / y así igualó los tantos”. Pero el juego no sale. En el caso de las Malvinas, los “países hermanos” de Latinoamérica ofrecieron nada más que un tibio respaldo; los que ofrecieron. Ahora los Estados Unidos de Norteamérica y México se han mostrado favorables a Repsol, lo mismo que la Comunidad Europea que apoyará a España en todos sus reclamos. Washington advirtió lo contraproducente de la medida y la forma en que fue tomada, pues de este modo pone en peligro las inversiones extranjeras en el país que son muchas. España es el mayor inversor en Argentina. ¿Qué hará la sucesora de Evita Perón (siempre que habla hay un retrato de Evita atrás de ella) si se retiran los inversionistas, entre ellos los que van a explotar los posibles nuevos yacimientos petrolíferos que se han encontrado?

Así se ha cerrado una semana desoladora para España si bien tengo amigos más radicales que consideran que lo peor de todo fue la derrota del Barça frente al Chelsea de Inglaterra (1×0) y la lesión de Messi en el mismo partido. En fin, nadie es perfecto.