Los inventores compiten por las estanterías de Wal-Mart
The Wall Street Journal Americas
Wal-Mart sabía que estaba en territorio desconocido cuando lanzó un concurso de popularidad en Internet en el que inventores compiten por colocar sus productos en las estanterías de la mayor cadena minorista del mundo.
Nada, sin embargo, había preparado al gigante de los hipermercados para los shorts fabricados con toallas de playa, conocidos como showels (una combinación de las palabras shorts y towels). Ni tampoco las bufandas que se pueden usar como sombreros, o Scrats (scarfs y hats). Ni Pelo Nuevo, un tónico para hacer crecer el cabello hecho a partir de aderezo de ensaladas. Ni para cientos de otros productos que buscan ganar la competencia.
"Todos tienen una gran idea y luego lamentan no haber tratado de comercializarla. Nosotros vamos a intentar hacerlo", dice Jesse Fillmore, el inventor de los showels, quien confiesa que el concepto se le ocurrió después de un partido de voleibol de playa y de unas pocas cervezas. Son completamente distintos a otros shorts, señala, porque él y su esposa cosen cada prenda a partir de toallas de playa de alta calidad que no se deshilachan con facilidad.
"Le sorprendería la variedad de usos que la gente le da", dice Fillmore, de 31 años, quien trabaja para el estado de Minnesota. "Algunas personas los usan cuando salen de la ducha o cuando se pasean todo el día por la casa mientras miran el partido de fútbol".
Wal-Mart dice que el concurso, orientado a generar impacto en los medios sociales, atrajo más de 4.000 interesados. Los participantes publicaron videos en línea de sus productos para persuadir a la gente a que votara por ellos. La primera ronda de votación concluyó hace dos semanas. Sólo siguieron adelante los 10 participantes que tienen el mayor apoyo del público. El resultado de la segunda ronda y la final aún no se ha dado a conocer.
Uno de los productos participantes es el HiBall, una combinación de pesas y armamento medieval que promete revolucionar la forma en que se hace ejercicio. Otro candidato es el Trimmer Assist, una banda elástica que la persona puede amarrar a la máquina de cortar pasto para evitar que se suelte.
Para aumentar su votación en Internet, Alice Denise Wiek, la inventora de la bufanda que también sirve de sombrero, convenció a los residentes de dos complejos de apartamentos para que la ayudaran a difundir los beneficios del producto. "Pensé que si voy a hacer esto, lo voy a hacer bien", cuenta la ex operadora de teléfonos, de 54 años. Wiek cose todas las bufandas.
El ganador del certamen tendrá la oportunidad de "vender el producto en Wal-Mart.com así como en las tiendas físicas de Wal-Mart" siempre y cuando pueda llegar a un acuerdo sobre las condiciones de venta con la cadena, señalan las bases del concurso.
Llegar a las estanterías de Wal-Mart, sin embargo, dista de estar garantizado. Un vocero señaló que la empresa no ha contraído ningún compromiso de colocar el producto ganador en sus 3.868 locales en Estados Unidos. Si el ganador y la compañía no llegan a un acuerdo sobre las condiciones de venta, la persona recibirá US$12.500 a cambio. La cadena minorista también ha prometido ayudar a los ganadores a conseguir medios de producción masiva para su producto.
"Sabemos que hay mucha innovación" en todo EE.UU., grandes ideas que pasan desapercibidas, dice Guha Jayachandran, ingeniero principal de Walmart Labs, el grupo de investigación en línea que tuvo la idea de hacer el concurso. "Siempre estamos en busca del próximo producto estrella".
Más allá del premio, la mayoría de los concursantes está feliz con la publicidad que obtienen.
Hace cuatro décadas, Antonio Juárez, un residente de California que cree en los remedios caseros, estaba almorzando con un amigo que se estaba quedando calvo cuando tuvo una epifanía, gracias a la ensalada que estaba comiendo.
"Tomé el aderezo de vinagre, se lo puse en la cabeza y le dije que su pelo iba a empezar a crecer", recuerda. Su amigo siguió adelante con el tratamiento y, un año después, su cabello comenzó a crecer, cuenta Juárez.
"Esto realmente funciona", señala Juárez, quien ha sostenido varias reuniones con posibles inversionistas chinos. "Y también es comestible. No lo pongo en la etiqueta, pero es cierto".
Por su parte, a Jeffrey Brown le llegó la inspiración durante un día caluroso en su hogar, en San Clemente, California, cuando descubrió que su perro no estaba tomando agua con el entusiasmo habitual. Brown inventó FrostyBowlz, un plato de acero con un centro frío removible que es ideal para que el agua de las mascotas se mantenga fría.
El invento obtuvo un premio en un evento de productos para mascotas y algunos minoristas pequeños lo empezarán a vender. Brown, quien ya solicitó una patente, confía en que FrostyBowlz sea un éxito con o sin la ayuda de Wal-Mart. De todas formas, "todo el mundo sueña con vender su producto en Wal-Mart", confiesa. "Ese es el objetivo final".
- 28 de diciembre, 2009
- 10 de abril, 2013
- 8 de junio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
Artículo de blog relacionados
Por Brian Fincheltub El Republicano Liberal Más que por sinceridad, en un acto...
4 de marzo, 2014El País, Madrid Irán y Venezuela no podrían ser países más diferentes. Piadosos...
22 de junio, 2009La Segunda Santiago.– En un primer momento, los expertos de la industria estimaron...
2 de octubre, 2009- 17 de octubre, 2008