El peligro de la inacción y el apaciguamiento cobarde

El Colombiano, Medellín

"El hombre que tiene miedo sin peligro, inventa el peligro para justificar su miedo". Émile Chartier Alain.

El desenlace sirio tal vez no esté cerca ni sea un proceso libre de más sangre y muerte, pues como bien lo planteó hace unas semanas Moisés Naím , el dictador sirio no parece tener ninguna salida mejor que apostar a quedarse en el poder por cualquier medio que le dé tiempo suficiente para que la fortuna y las circunstancias le quiten el viento a la tormenta que lo azota.

Mientras eso llega, que esperemos sea pronto, la evolución de la crisis plantea otras reflexiones. 

Un reciente análisis sobre la crisis en Siria del exembajador israelí y Senior Fellow del Brookings Institution, Itamar Rabinovich , señala los peligros que la inacción del resto del mundo y la obstrucción encubridora de Rusia y China, podrían conllevar para el presente y futuro de Siria y de la región. Inacción justificada supuestamente para evitar la anarquía, las masacres y un potencial desbordamiento del caos sirio a su vecindario.

Pero como bien lo dice Rabinovich , esas mismas cosas ya se están presentando independientemente del no involucramiento de otros y "la preferencia actual por la inacción, aunque quizás comprensible, amenaza con provocar precisamente los resultados que sus promotores quieren evitar".

Leyendo el análisis de Rabinovich era imposible no pensar que esa misma advertencia resulta aplicable a otra de las ya sistemáticas salidas en falso del actual gobierno, a quien "le preocupa que si algo le sucede a Chávez esa estabilidad pueda venirse al traste, una situación de anarquía sería desastrosa para toda la región".

Tal vez es que la falta de oxígeno que implica vivir 1.165 metros por encima de donde yo nací, impide entender la realidad, o peor aún, aprender a mentir tanto que finalmente termina uno creyéndose sus mentiras.

¿Será que la hipoxia lo lleva a uno a pensar que "buenas relaciones internacionales" es no defender sus principios, agachar la cabeza y cerrar la boca para que algunos de los dictadorzuelos vecinos no se molesten y no nos insulten cuando alguien les recuerda que pisotean la democracia desde que se levantan hasta que se acuestan?

¿Será por eso que una columnista capitalina dijo que el anterior gobierno era simplemente un fundamentalista de la democracia?

El caos en Venezuela, así como sus nefastos efectos sobre Colombia, no empezarán el día que el clon petrolero de Fidel pase a ser parte del subsuelo venezolano.

El caos de Venezuela empezó hace doce años, cuando el tirano venezolano, camuflado como defensor de la democracia, preparaba la masacre de la misma con la complicidad de las sanguijuelas que dirigen la "isla cárcel", los gobernantes saprófitos de la Alba, y el silencio cómplice y cobarde del resto de la dirigencia continental y de sus organizaciones.

La prudencia no puede ser el disfraz de la complicidad y el apaciguamiento puede ser la fórmula para la paz temporal, pero en realidad es el germen para la esclavitud de por vida.