Latinos en EE.UU.: muchos números, poco poder
Las personas nacidas en América Latina y el Caribe constituyen más de la mitad de la población no nativa que vive en Estados Unidos, doblando el número de asiáticos -el segundo grupo más numeroso- según un informe emitido por la Oficina del Censo.
El estudio ofrece detalles sobre los países de origen de esta población, dónde se concentran en el territorio estadounidense, además de sus condiciones sociales, económicas, laborales y educacionales.
A pesar de su fuerza en números, los latinos y caribeños tienen la tasa más baja de naturalización entre otros grupos de inmigrantes, lo que limita severamente su adquisición de poder e impacto en los procesos políticos del país.
Mucho se habla de la creciente influencia de los latinos en Estados Unidos y del factor que serán en las próximas elecciones generales pero la falta de ciudadanía no es compatible con ese potencial.
Organizaciones que abogan por la naturalización y participación en el proceso electoral señalan que hay barreras que se interponen al deseo general de inmigrantes latinos en la ciudadanía.
Proximidad
De acuerdo a la Oficina del Censo, 53% de la población extranjera es de origen latinoamericano o caribeño, el equivalente a 21,2 millones. La mayoría de estos provienen de México y Centroamérica, lo que podría influir en la baja tendencia en convertirse en ciudadanos estadounidenses.
"Un punto de vista es que México y Centroamérica quedan cerca, así que entre los inmigrantes hay un sentido de que no están lejos de casa y siempre pueden regresar", dijo a BBC Mundo Angela Kelly, vicepresidente de política de Inmigración del Centre for American Progress (CAP), una organización de análisis liberal en Washington.
Esto no ocurre con asiáticos y africanos, dice la experta, que viajan desde muy lejos e históricamente tienden a buscar la ciudadanía en grandes cantidades.
Otro elemento de la proximidad de los lugares de origen es que a los mexicanos y centro americanos les queda más fácil entrar ilegalmente, afirma Kelly. "Una vez en EE.UU., les queda más difícil cambiar su estatus y entrar en la vía del proceso hacia la ciudadanía".
Aún así, insiste Angela Kelly, la población inmigrante latina es tan enorme que a pesar de la relativamente baja tasa de naturalización "todavía hay muchos que están en fila para ser elegibles y lograr la ciudadanía".
Inglés, dinero y papeleo
Acomodar horarios de trabajo con las clases de inglés se vuelve un obstáculo.
Sin embargo, es un proceso complicado y caro, con otros requisitos que no compaginan con las condiciones en que viven los latinos en EE.UU.
En primer lugar, hay un cierto nivel de conocimiento de inglés y de historia estadounidense básica que son necesarios para obtener la nacionalidad.
Según el censo, los hogares latinos es donde menos se habla inglés bien de todos los otros de países extranjeros y en términos de educación secundaria también ocupan el último puesto.
Al no tener estas herramientas, la consecución de la ciudadanía se convierte en un gran desafío.
"Muchos latinos que entran en el proceso de naturalización se sienten intimidados porque creen que el dominio del inglés está por encima de sus capacidades", expresó Laura Vázquez, analista sobre legislación migratoria del Consejo Nacional de La Raza, el principal grupo de derechos hispanos en Estados Unidos.
"Muchos latinos trabajan en varios empleos y les queda difícil encontrar clases de inglés que se acomoden a su horario y que sean cerca de donde viven", añadió.
La otra barrera es económica.
"En la actualidad, la sola solicitud cuesta US$680 para una sola persona", comentó Vázquez. "Eso es muy caro para muchas personas de nuestra comunidad".
La analista de La Raza insiste en que hay mucho interés de parte del latino, pero el sistema es muy complicado de navegar. "Hay una cantidad de formularios y documentos de tienen que ser recopilados y luego tiempos de espera y fechas límites a las que hay que ceñirse".
El Congreso ha separado muy pocos fondos para asistir en el proceso. El gobierno de Barack Obama ha pedido US$11 millones para una iniciativa de integración del inmigrante, señaló la experta pero la rama judicial "busca eliminar esta modesta suma".
"El costo es un obstáculo inherente del sistema", manifestaron a la BBC Rosalind Gold y Evan Bacalao, directores de NALEO, la organización nacional de funcionarios latinos electos, un centro que impulsa la participación del hispano en el proceso democrático.
Entre la solicitud, las clases de inglés, el costo de exámenes, consultas con abogados, la inversión es considerable para familias trabajadoras, inclusive en las que dos o más personas están empleadas, aseguran Gold y Bacalao.
Elegibles
Según NALEO, hay varios millones de latinos elegibles para ciudadanía.
El alto costo cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta la estadística de la Oficina del Censo sobre el número de pobres dentro de la comunidad, el índice de pobreza más alto entre todos los grupos extranjeros.
NALEO intenta presionar al gobierno para que cambie la manera en que se financia el Servicio de Inmigración -que cobra las altas sumas para cubrir todos sus costos de operación- y para que el estado financie clases de inglés y ofrezca recursos educativos para los inmigrantes.
"Está en el interés del país educar a estos residentes recién llegados para que no solo contribuyan económicamente al país sino para que hagan más fuerte nuestra democracia", comentó Bacalao.
Curiosamente, indican los directores de NALEO, los ciudadanos latinos naturalizados tienen una mayor tendencia a votar que los latinos que nacieron en el país. También, la abstención es superior entre los latinos más educados y de mayores ingresos.
Por eso hay un movimiento con grupos como NALEO para promover la ciudadanía, desmitificar el proceso de naturalización y fomentar la participación política.
Según Gold y Bacalao hay unos 4 millones de inmigrantes latinos elegibles para hacerse ciudadanos, lo que tendría un impacto contundente, no sólo en las próximas elecciones presidenciales sino en las municipales que le siguen seis meses después en ciudades como Los Ángeles, Nueva York y Houston, de alta concentración hispana.
"La prioridad número uno es la completa participación del ciudadano latino en el proceso democrático de Estados Unidos", concluyó Rosalind Gold.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013