«La libertad civil» en Uruguay
El País, Montevideo
Cuando -hace 202 años- Buenos Aires tuvo su Cabildo Abierto, retomó el dogma de la soberanía popular, enclavado desde en las antiguas Leyes de Partidas y el Fuero de Aragón y vivificado tan sólo dos años antes por el Cabildo Abierto del 21 de setiembre de 1808 en nuestra Montevideo.
La capital del Virreinato afirmaba el derecho de los pueblos a resolver por sí mismos y "saber de qué se trata". Mariano Moreno fijó sentimientos normativos que hasta hoy resuenan, a despecho de contingencias, dictadores y gobernantes ayunos de criterio. Antes de ser Secretario de la Primera Junta, Moreno había estampado en el proemio de El Contrato Social de Rousseau un pronóstico trágicamente veraz: "Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas, y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía" ¡Vaya si tenía razón!
En febrero de 1811 Artigas cruza el Río para adherir a esa Revolución. Al servicio de la Junta, en mayo triunfa en Las Piedras. Y en abril de 1813, imparte en las Instrucciones múltiples definiciones destinadas a colocar a la persona humana en el eje de las Provincias Unidas que todavía soñaba.
Entre sus definiciones luce una que hoy debemos revalorizar todos: "La libertad civil y religiosa será garantizada en toda su extensión imaginable."
En el Año XIII faltaban 17 años para que llegáramos a tener Constitución y 23 años para que surgieran los cintillos y las montoneras que después iban a vivir como partidos. La libertad civil que las Instrucciones consagraron no fue, pues, la libertad político-partidaria sino la libertad de ser, decir y proyectarse en la gestión de vida, con la misma espontaneidad con que unos súbditos que ni siquiera se consideraban ciudadanos acudieron por mandato de conciencia al Cabildo de Montevideo en setiembre del 08 y al Cabildo de Buenos Aires en mayo del 10.
Desde los hechos de setiembre de 1808 hasta los de Abril del XIII corrió menos tiempo que los cinco años que hoy dura un período nacional de gobierno, pero en ese corto lapso -sin medios de comunicación- pudo afianzarse una doctrina del hombre y de la libertad que fue anterior al quehacer político y a la existencia organizada de la nación. Es que las ideas y la voluntad estaban enderezadas a la necesidad de afirmar ideales claros para edificar el porvenir del hombre americano.
No se perdía el tiempo en explicar las desgracias como determinadas por acumulación de fenómenos sociales. Se intuía que la historia de cada hombre y cada pueblo es pensamiento y acción, por cuyo motivo en definitiva depende del ideario que cultive, las prácticas que acepte y los atropellos que rechace. Eso que nuestro pueblo intuyó, Benedetto Croce iba a oponerlo en 1838 al fascismo y al comunismo, fundándose en bases filosófico-políticas ilevantables.
Por esa intuición que nos viene del fondo de la historia, los temas pendientes sobre educación y seguridad no deben discutirse sin tener presente que lo que tenemos en riesgo es la libertad civil propia de la naturaleza humana, que por ser anterior a las instituciones debe renacernos por dentro, como respuesta de asco y clamor ante cada acto de ignorancia, cada delito pastabasero y cada homicidio estremecedor.
- 4 de febrero, 2025
- 7 de octubre, 2011
Artículo de blog relacionados
El Nuevo Herald El jefe de las FARC ha anunciado que aspirará a...
11 de noviembre, 2017El Salvador.com Fumar es un placer, comienza diciendo un maravilloso tango compuesto...
24 de noviembre, 2010- 22 de agosto, 2024
Por Manuel F. Ayau Cordón Venezuela Analítica Ciudad de Guatemala (AIPE)- Aquí comentaré...
7 de mayo, 2007