Relaciones ente Uruguay y Argentina: Mujica pone todo pero solo no puede
El presidente uruguayo, José Mujica, ha hecho un gran esfuerzo por preservar la relación con Argentina. Hay testimonios de su paciencia y perseverancia para evitar más problemas. El recuerdo de la pésima vinculación entre Tabaré Vázquez, su antecesor, y Néstor Kirchner por las pasteras sobre el río Uruguay influyó de manera decisiva para que Mujica tratara de poner el interés nacional uruguayo por encima de las querellas cotidianas, apostando, quizá con alguna ingenuidad, que alguna vez recibiría gestos recíprocos por parte de la Argentina.
Todavía existe un gran interrogante sobre las razones por las que no se difunden los informes sobre las aguas del río Uruguay y las vertientes de la ex Botnia, cuestión que deterioró hasta lo indecible los vínculos bilaterales con Montevideo.
El Tribunal de la Haya fue una salida para el pantano en el que se había metido la política del ex presidente Kirchner respecto de esa cuestión, quien llegó a declarar como “causa nacional” la protesta de los pobladores de Gualeguaychú ante los gobernadores y todo el Gabinete nacional .
El Gobierno terminó luego amenazando con abrir causas penales a quienes bloqueaban el puente internacional.
Tras el acuerdo con Montevideo, en el que Mujica fue una pieza importante, se anunció un mecanismo de transparencia sobre los resultados de las pericias que técnicos de ambos países realizarían sobre las aguas del Uruguay.
Pero esos informes duermen en algún cajón por una decisión política.
Las versiones que circulan en medios diplomáticos sostienen que esos informes permanecen secretos porque la contaminación de la ribera argentina sería mayor que la de la uruguaya . De ser así, la polémica se reabrirá. Nadie ha desmentido esas especies.
Lo cierto es que tampoco se dicen las razones por las que esa transparencia prometida se transformó en un vidrio opaco, como otras tantas cosas . Todavía no se pudo acceder a las actas de la negociación sobre las pasteras.
A los otros problemas que se han agregado que afectan el vínculo bilateral, se ha sumado el dictamen del Tribunal de Cuentas oriental, en el que insiste en las irregularidades y sospechas sobre el dragado del canal Martín García .
La Cancillería argentina ha salido rápidamente, como siempre, a acusar a Clarín y La Nación por consignar la existencia de esa auditoría, como lo habían publicado medios uruguayos. Es obvio que la diplomacia argentina prefiere seguir ese juego nada inocente de culpar a los medios de comunicación para desviar la atención.
También es una muestra del nivel de profesionalidad de la Cancillería responder con un comunicado oficial a versiones de prensa, cuando sería mucho más directo y transparente difundir toda la documentación de las reuniones de la Comisión del Río de la Plata, aliviándole así la tarea al presidente Mujica.
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