Carta abierta a los republicanos
Queridos republicanos: Van a perder el voto
hispano en las próximas elecciones presidenciales. El presidente Barack
Obama recibirá millones de votos latinos más que su candidato Mitt
Romney. Pero eso no es lo peor. Les escribo para decirles que, a menos
que cambien varias de sus posiciones antiinmigrantes, podrían estar
condenados a perder la Casa Blanca por muchas décadas.
La última
encuesta de Latino Decisions le da al presidente Obama el 70 por ciento
de la intención de voto entre los hispanos y a Romney solo el 22 por
ciento. Otras encuestas son muy similares. Y he aquí el problema: desde
Ronald Reagan, cualquier candidato republicano que obtenga menos de un
tercio del voto latino (33%) pierde la elección. ¿Será distinto este
año?
¿Qué les pasó? El expresidente George W. Bush dejó una
terrible crisis económica e inició una guerra innecesaria en Irak. Pero
entendía la importancia electoral de los latinos. Por eso ganó el 44 por
ciento del voto hispano en el 2004.
Bush logró el porcentaje más
alto jamás recibido por un candidato republicano a la presidencia
debido a su apoyo a una reforma migratoria. Cuando Bush insistió en el
tema al final de su mandato, fueron republicanos en el Congreso los que
en su mayoría votaron en contra y la reforma migratoria murió. Eso no lo
olvidan los hispanos.
Mitt Romney será el primer candidato
presidencial republicano de la era moderna que se opone a una
legalización de indocumentados. Eso no da votos hispanos. Además, es muy
cruel su idea de hacerle la vida imposible a los indocumentados para
que se autodeporten. Estados Unidos no debe ser como Arizona.
Los
latinos no olvidan que fueron ustedes los republicanos los que
aprobaron la ley antiinmigrante SB-1070 en Arizona. Otras leyes
similares en Alabama y Georgia, entre otros estados, también fueron
aprobadas por ustedes. Parecerse al sheriff Joe Arpaio, acusado de
racismo y discriminación por el gobierno federal, no les hace mucho
bien. Eso los hace ver como enemigos de los hispanos.
Entiendo su
preocupación por una frontera segura y un sistema migratorio que
funcione, pero esos argumentos suenan como una excusa cuando ustedes se
niegan a apoyar el Dream Act, que legalizaría a estudiantes
indocumentados. Estos jóvenes –más de dos millones– ya están aquí,
estudiaron en escuelas norteamericanas, no tienen la culpa de que los
hayan traído a este país y ustedes no los quieren ayudar. Eso va en
contra de la tradición norteamericana de abrirle los brazos a los
extranjeros más vulnerables y necesitados.
Desde luego que hay
otros temas que preocupan a los hispanos. Las encuestas nos dicen que le
economía, trabajos, educación y acceso al sistema de salud son asuntos
más importantes que el de los indocumentados. Pero el tema migratorio es
simbólico y define quien está contra nosotros y quien está a favor.
Ustedes, en muchos estados, han decidido estar en contra.
Temo
decirles que han desaprovechado una oportunidad histórica para capturar
millones de votos latinos. Pudieron haber capitalizado el enorme error
del presidente Obama al no cumplir su promesa electoral de presentar una
reforma migratoria en el Congreso durante su primer año de gobierno.
Pero no lo hicieron.
Ustedes que tanto alaban a Reagan están tan
lejos de una de sus principales ideas. El aprobó una amnistía en 1986.
Reagan solía decir que los hispanos, en realidad, eran republicanos pero
que no lo sabían. Hay algo de cierto en eso.
Sus preceptos
morales son muy parecidos a los de los hispanos. Sospechan, como los
latinoamericanos, de los grandes gobiernos. Se oponen mayoritariamente
al aborto. Y tienen una gran confianza en la familia, Dios y el poder
transformador de los individuos. Bueno, han desperdiciado todas esas
similitudes y, en cambio, se han presentado en los últimos años como
enemigos de los inmigrantes y, por lo tanto, también de muchos hispanos.
Paul Ryan, su candidato a la vicepresidencia, tampoco tiene
mucho que aportar para ganar el voto hispano. Se opone a una
legalización masiva, votó en contra del Dream Act y su posición sobre el
embargo contra Cuba ha cambiado tanto que corre el riesgo, incluso, de
perder una parte del voto cubanoamericano. Al escoger a Ryan parece que
ustedes se han resignado a perder el voto latino. Qué lástima.
En
Estados Unidos necesitamos un fuerte debate para resolver el problema
de 11 millones de indocumentados, el alto desempleo entre los hispanos
(11%) y los gravísimos casos de deserción escolar entre nuestros
estudiantes. Los necesitamos a ustedes en ese debate. Pero, por el
momento, parece que solo están abogando por las posiciones más extremas.
Estoy seguro que no les va a gustar estar carta –como tampoco
les gustará a los demócratas la que escribiré para ellos la próxima
semana. Pero antes de su convención en Tampa, había que poner las cosas
en claro.
Sí, van a perder el voto latino en este 2012. Y han
hecho todo para merecerse ese resultado. Pero su dilema está en qué
hacer ahora para no perder el apoyo de los hispanos por generaciones.
- 31 de octubre, 2006
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