España: La lacra del asistencialismo
Libre Mercado, Madrid
Más de cinco millones y medio de personas sin trabajo, cifra sin
precedentes en nuestra historia. Este desastre tiene multitud de causas,
entre las que cabe destacar el asistencialismo, que en vez de ayudar a
los parados a encontrar un empleo los hunde en la pasividad.
Más del 80% del gasto en políticas laborales se destina a subsidiar a
los parados y menos del 20% se invierte en políticas activas y de
control que fomenten su pronta vuelta al mundo laboral.
Ya es hora de que el Servicio Público de Empleo (SPE) renuncie a
ejercer de agente de colocación y formación. ¿Por qué? Por su comprobada
ineficiencia: ¡Las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) colocan 4,8 veces
más gente que el SPE, con sus 22.000 funcionarios y un presupuesto de
37.941 millones de euros (2012)!
Por esto no es de extrañar que el plan Prepara, puesto en marcha el 15
de febrero de 2011, y que ya ha sido prorrogado en dos ocasiones, haya
fracasado en su cometido: dar formación y preparación a los parados para
que puedan volver al mercado de trabajo (según las últimas
informaciones disponibles, solo el 6% de los participantes en el plan lo
consiguió). En vez de eso se ha convertido en un administrador de una
ayuda social más de emergencia.
En países como Suecia, Alemania y Dinamarca –donde vivir de los
subsidios (es decir, del trabajo de otro) no es un derecho– existe un
sistema integral de apoyo al parado que combina el cobro de prestaciones
y otros subsidios con fuertes exigencias y rigurosos mecanismos de
control. Se trata de un sistema en que el monto del beneficio percibido
se reduce con el tiempo, a la vez que aumentan los requisitos para poder
seguir percibiéndolo. Demos tan solo algunos ejemplos de las
exigencias:
- Estar en todo momento dispuesto a aceptar cualquier tipo de empleo de al menos tres días de duración y 17 horas semanales.
- Participar en cursos de formación profesional a partir del primer día en que se consta como demandante de empleo.
- Estar 3 días y 17 horas semanales en las oficinas del SPE, buscando, por ejemplo, ofertas laborales vía internet.
- Buscar trabajo también en campos profesionales y áreas geográficas distintas a la propia.
Si el desempleado no comparece en las oficinas del SPE, no atiende las
llamadas telefónicas que se le hacen o no acude a los cursos que se le
han indicado, inmediatamente se le da de baja en el sistema y no percibe
beneficio alguno. Viajar al extranjero, por tanto, no es recomendable.
Con el tiempo, las exigencias de participar en distintas actividades se
multiplican, y comprenden, en casos de permanencia muy prolongada en el
paro, la realización de trabajos o labores de utilidad social.
Para el cobro de subsidios de emergencia es preciso, por ejemplo, haber
vendido todo bien material disponible (coche, piso, etc.). En cuanto a
los parados con problemas de drogadicción, se les exige asistir a
tratamientos médicos
Dentro de este contexto, y sin olvidar lo importante que es brindar
protección al parado, lo que verdaderamente importa es que todos los
planes de subvención sean diseñados con el objeto de devolver cuanto
antes al trabajador al mundo laboral, no hacerle dependiente de las
subvenciones. Asimismo, se trata de evitar una práctica perversa y
altamente rentable: cobrar el seguro o los subsidios por desempleo y
trabajar en el mercado informal.
@MonicaMullor
- 14 de octubre, 2024
- 14 de octubre, 2024
- 15 de octubre, 2024
- 13 de octubre, 2024
Artículo de blog relacionados
El 18 de septiembre es el 261 día del año del calendario gregoriano. Quedan 104 días...
18 de septiembre, 2009- 12 de mayo, 2016
La Tercera Inesperadamente y gracias a una columna de opinión, irrumpió en el...
17 de abril, 2011Prensa Libre Hay una pequeña región de Francia en Limousin, llamada Ayau. Como...
6 de agosto, 2010