El Salvador: Hablando de US$800 millones…, ¿y el SBA?

El Diario de Hoy

La cifra de US$ 800 millones es recurrente en las finanzas públicas de El Salvador.

Ocurre
que son varias las metas, las operaciones, y los saldos que rondan
dicho valor: el déficit fiscal acordado con el FMI para 2011 había sido
de US$ 817 millones (aunque terminó siendo de US$ 906.5 millones…), el
préstamo precautorio SBA otorgado por el FMI a El Salvador es de US$ 790
millones (aunque ahora está en suspenso…), y el saldo de las LETES
ronda actualmente los US$ 700 millones.

Para no ser menos, y fiel a
su costumbre…, súbitamente la Asamblea comenzó a hablar ahora de otros
US$ 800 millones: los de unos bonos que en enero próximo cumplirán 10
años de haber sido emitidos, y cuyo cobro teóricamente pudiera ser
reclamado por sus tenedores.

En efecto, en enero de 2003 fueron
emitidos bonos a 20 años por US$ 800 millones, con la particularidad que
los acreedores de dicha deuda tendrían el derecho (pero no la
obligación) de cobrarla de manera anticipada a los 10 años. Es decir, en
enero de 2013.

Es muy probable que esos acreedores, entre los
cuales están las AFP, no quieran ejercer el derecho de cobrar ahora la
deuda de manera anticipada, y que prefieran seguir siendo acreedores por
otros 10 años más, hasta el vencimiento de los 20 años. Simplemente, no
les convendría vender los títulos porque el planeta ofrece hoy menores
tasas.

Es cierto, tal como argumentan los que dicen ser de
izquierda…, que hay que tener previsto el dinero para los acreedores que
quieran cobrar anticipadamente. Y también es cierto, tal como responden
los que dicen ser de derecha…, que ese dinero sólo debiera poder
utilizarse para esa finalidad.

El problema de fondo es el de
siempre: la eternamente postergada necesidad de abordar estos asuntos
con mayor seriedad, mediante un pacto fiscal entre los partidos
políticos. Que es mucho más que un simple pacto tributario.

Tiene
razón el ministro de Hacienda cuando al referirse al sobrante de
presupuesto de una entidad estatal, afirmó que "en vez de repartírselo
en bonos, deberían regresarlo al Fondo General para atender las
necesidades de los hospitales y de las escuelas" (EDH, Sept 8, pág. 4).
El punto es que ello no debiera depender de la buena voluntad de esa
entidad, sino que debiera estar estipulado en un pacto fiscal. El
voluntarismo no funciona.

Así como los partidos políticos fueron
capaces de reunirse recientemente para discutir lo que no deberían haber
discutido nunca…, que es acatar las resoluciones del órgano judicial,
sería saludable que se reunieran alguna vez para discutir el tema fiscal
de manera integral: su eficiencia, su transparencia, su equidad, y su
sostenibilidad.

Y que lo hagan desde la institucionalidad de los
partidos políticos, que al fin de cuentas es a quienes responden los
miembros de la Asamblea.

No puede ser que un tema tan importante
como disponer de US$ 800 millones surja de la noche a la mañana, fuera
del contexto de una discusión presupuestaria, y que esté torpemente
contaminado de politiquería oportunista. Y de búsqueda de ventajas que
ofenden la inteligencia.

Los unos quieren hacer lo que se les
ocurre, y los otros sólo quieren entorpecer. Siempre fue así. Es la
misma película que antes del 2009, simplemente que con un enroque de
actores: los "unos" de antes son los otros de ahora…, y los "otros" de
antes son los unos de ahora. A quienes lo nieguen habría que regalarles
una brújula. O preguntarles en qué burbuja estuvieron viviendo.

Finalmente,
es tiempo de poner en "on" el mencionado préstamo precautorio SBA
(Stand-by Agreement) con el FMI, que desde hace ya demasiados meses está
en "off", y del cual paradójicamente se cumplió la parte más difícil:
la recaudación del 2011 fue un 10.8% superior a la del 2010, habiendo
sido su incremento de US$ 311.9 millones.

La tarea pendiente es enfocar el gasto. Nada menos.

Hasta la próxima.

El autor es Ingeniero, Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.