Venezuela: Los medios estatales se concentran en la oposición, los críticos y limitan el debate público
Committee to Protect Journalists
medios estatales acusaron a Ultimas Noticias de utilizar este
crucigrama en un complot para asesinar al hermano de Hugo Chávez.
NUEVA YORK. – Unas pocas respuestas a un crucigrama fueron pronto interpretadas como una supuesta conspiración para asesinar al hermano mayor del Presidente Hugo Chávez Frías. Publicado el 9 de mayo en el diario independiente Ultimas Noticias
de Caracas, el crucigrama incluía las palabras "asesinar", "ráfagas" y
"Adán", el nombre del hermano de Chávez, y llevó a Miguel Pérez
Pirela, conductor del programa "Cayendo y Corriendo" en el canal del estado Venezolana de Televisión
(VTV), a señalar que matemáticos y semiólogos lo habían estudiado,
captado mensajes codificados y llegado a la conclusión de que se
trataba de un intento de magnicidio.
Un día después del programa, integrantes del organismo nacional de inteligencia (SEBIN) visitaron las oficinas del diario para buscar información sobre el autor del crucigrama, indicó Ultimas Noticias.
Neptali Segovia, un profesor de inglés que ha producido las palabras
cruzadas para el diario durante más de 15 años, afirmó que la acusación
no tenía asidero
y se presentó en forma espontánea ante la justicia para ser interrogado
por el servicio de inteligencia. "Acudí porque soy el primer
interesado en que todo esto se aclare; no tengo nada que ocultar",
Segovia expresó en Ultimas Noticias. No se presentaron acusaciones en su contra.
Si bien la teoría conspirativa fue descripta como excesiva
incluso para gente del entorno de Chávez, el caso representa un claro
ejemplo del ambiente polarizado y peligroso que reina en Venezuela. En
este país, los medios del estado son utilizados no sólo para avanzar
objetivos políticos sino también como plataformas para fustigar a los
críticos, incluyendo periodistas independientes, y evitar un debate
sobre temas centrales, según afirman analistas de medios. La violencia endémica, los secuestros, la crisis carcelaria y la inflación
figuran entre las mayores preocupaciones de la sociedad venezolana que
han permanecido sin la debida cobertura en las semanas previas a la
elección presidencial del 7 de octubre.
"Los medios oficiales distraen la atención de problemas sociales
como el crimen, la inseguridad y la economía", afirmó al CPJ Margarita
López Maya, historiadora de la Universidad Central de Venezuela. Las
desviaciones a veces pueden tornarse desagradables. En marzo, Mario
Silva, conductor del programa "La Hojilla" en el canal estatal VTV,
acusó a la caricaturista Rayma Suprani del diario El Universal de Caracas de "propagar el odio" con sus ilustraciones. Poco después, Suprani comenzó a recibir insultos y amenazas a través de la red social Twitter, según la organización de libertad de expresión Espacio Público.
Venezuela no tiene leyes que obliguen al gobierno a proporcionar
información libre de influencias comerciales o políticas. En cambio, el
gobierno de Chávez ha invertido fuertemente para erigir un vasto
conglomerado de prensa estatal que favorece su agenda política, según
muestra la investigación del CPJ.
En otros países latinoamericanos, los medios del estado también
transmiten mayormente propaganda a expensas de puntos de vista plurales.
Pero los analistas sostienen que algunos canales de televisión a nivel
regional tienen un enfoque más equilibrado y llevan temas de interés
público. Entre ellos figuran Televisión Nacional de Chile, Canal 22:
Canal Cultural de México y TV Cultura en Brasil.
Cuando Chávez asumió el poder en 1999, heredó un aparato de medios
con fondos limitados que consistía básicamente en dos medios
audiovisuales y una agencia de noticias de escaso alcance. Mientras
tanto, los medios privados recibían abundante publicidad de la elite
empresarial y eran ampliamente distribuidos. Durante el intento fallido de golpe de estado
en abril de 2002, las cuatro principales estaciones de televisión
apenas cubrieron las manifestaciones a favor de Chávez y en su lugar
emitieron dibujos animados y películas, según muestra la investigación del CPJ.
Muchos analistas alegaron que ejecutivos de los medios privados
operaron en secreto para imponer un vacío informativo, mientras que los
ejecutivos reclamaron que no podían cumplir con su tarea informativa
por temor a la violencia por parte de quienes apoyaban a Chávez. Ningún
propietario o ejecutivo de medios fue procesado en la justicia por su
participación en el golpe, pero Chávez llegó a la conclusión de que
sólo podría controlar el flujo informativo a través del desarrollo de
los medios en poder del estado.
Y así lo hizo. Desde el 2003, el gobierno ha financiado la puesta
en marcha de ViVeTV, una red de televisión cultural y educativa; ANTV,
que transmite las sesiones de la Asamblea Nacional en televisión de
aire y por cable; radio AN; Ávila TV, un canal regional manejado por la
ciudad de Caracas; Alba TV y Alba Ciudad FM; Radio YVKE Mundial; La
Radio del Sur; el periódico Correo del Orinoco; y el sitio de
noticias Aporrea. La Televisión Social de Venezuela, canal que es
conocido como Tves, comenzó a transmitir el 28 de mayo de 2007, un día
después de que RCTV fuera retirada del aire. Según un informe especial del CPJ
publicado en 2007, el gobierno venezolano no realizó una revisión
imparcial y transparente del proceso de renovación de la concesión de
RCTV en un esfuerzo dirigido a silenciar su cobertura crítica. En 2010,
el ente regulador también retiró a RCTV del cable y del satélite por no transmitir los mensajes de Chávez.
La formidable presencia mediática es apoyada por un grupo de medios
comunitarios financiados por el estado, agregó López Maya de la
Universidad Central. "El equilibrio entre los medios privados y
estatales ha cambiado dramáticamente desde el segundo mandato de
Chávez", indicó al CPJ. De hecho, el gobierno utilizó recursos del ente
regulador Conatel, el Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación y la Información y el servicio de inteligencia para
elaborar un mapa de los medios en todo el país basado en sus lealtades,
según Espacio Público. La encuesta concluyó que más del 50 por ciento
de los medios son leales o cercanos al gobierno, mientras que un 25 por
ciento se identifica con la oposición.
La formidable presencia mediática es apoyada por un grupo de
medios comunitarios financiados por el estado, agregó López Maya de la
Universidad Central. "El equilibrio entre los medios privados y
estatales ha cambiado dramáticamente desde el segundo mandato de
Chávez", indicó al CPJ. De hecho, el gobierno utilizó recursos del ente
regulador Conatel, el Ministerio del Poder Popular para la
Comunicación y la Información y el servicio de inteligencia para
elaborar un mapa de los medios en todo el país basado en sus lealtades,
según Espacio Público. La encuesta concluyó que más del 50 por ciento
de los medios son leales o cercanos al gobierno, mientras que un 25 por
ciento se identifica con la oposición.
En julio de 2005, el gobierno lanzó su proyecto de medios más ambicioso: Telesur,
un canal de noticias las 24 horas que no tiene publicidad comercial y
está disponible por señal abierta y por satélite en América Latina,
Estados Unidos, Europa Occidental, el norte de África y algunas zonas
de Asia y Medio Oriente, según su sitio web. Venezuela es dueña del 51
por ciento del canal; los gobiernos de Argentina, Cuba, Uruguay,
Ecuador, Nicaragua y Bolivia poseen una participación minoritaria.
Carlos Romero, un politólogo de la Universidad Central, afirmó que la
audiencia de Telesur es más global que local debido a su programación
internacional. "Tiene un alcance limitado entre los sectores populares.
Pero tiene tecnología moderna y bolsillos profundos", indicó Romero.
En su libro Hegemonía y Control Comunicacional, Marcelino
Bisbal, analista de medios de la Universidad Católica Andrés Bello en
Caracas, escribió que la plataforma de medios del gobierno venezolano
no tenía precedente en la historia del país o en América Latina.
Chávez ha invertido tiempo así como dinero en el espectro
radioeléctrico; ha usado el imperio mediático estatal para volverse
omnipresente en la vida de los venezolanos. Según Espacio Público,
Chávez ha empleado más de 1.600 horas de transmisión desde 1999, con 2334 cadenas obligatorias de radio y televisión que ocupan toda la programación a nivel nacional.
Pero la presencia del mandatario en el aire no significa
necesariamente que los venezolanos estén bien informados acerca de
Chávez. El presidente anunció personalmente que los médicos le habían
extirpado un tumor cancerígeno del tamaño de una bola de beisbol de la
pelvis y, en febrero pasado, informó que había tenido una recurrencia
de la enfermedad. Chávez, sin embargo, no ha proporcionado detalles y
su condición de salud es tratada como secreto de estado. Buena parte de
la información sobre su estado de salud se origina en dos fuentes: el
médico exiliado José Mariquina, quien vive en Estados Unidos desde
1991, y el periodista venezolano Nelson Bocaranda, quien tiene el sitio
web Runrun.es. Bocaranda ha efectuado tantos aciertos en
predecir los viajes de Chávez a Cuba que algunos lo llaman el "ministro
de información no oficial", según informes de prensa.
A medida que sus apariciones en televisión han disminuido junto al deterioro de su salud, Chávez se ha comunicado vía Twitter
y ha emitido comunicados, provocando a sus críticos a quejarse de que
el presidente estaba gobernando el país desde afuera a través de la red
social.
De hecho, los medios digitales juegan un rol para respaldar la
agenda del gobierno y lanzar ataques contra los críticos. La penetración
de Internet ha crecido del 3 por ciento en 1999 a 36 por ciento en
2011, según CANTV, la compañía nacional de telefonía. Chávez ha llamado
a Twitter un "arma" que puede ser utilizada en beneficio de su
revolución. La mayoría de los funcionarios venezolanos usan Twitter y
Facebook; el estado controla varios sitios web de noticias y también
una serie de blogs.
Periodistas locales y activistas en defensa de la libertad de prensa
advierten que los funcionarios utilizan este despliegue de
herramientas para denunciar a los periodistas críticos por lo que
describen como intentos por desestabilizar el país, privando a los
venezolanos de información vital. En mayo, la Ministra del Poder
Popular para el Servicio Penitenciario, Iris Varela, acusó a los medios
privados de exacerbar violentos choques en una cárcel de Caracas y
anunció que el gobierno había decidido no difundir
más información de las estadísticas sobre prisiones a la prensa
privada. El descontento en las prisiones y la superpoblación se han
convertido en problemas serios para Chávez; la violencia es
generalizada y los reclusos con frecuencia se las ingenian para obtener
armas y drogas con la ayuda de guardias corruptos. "No es cuestión de
ocultar información", dijo
Varela, según la agencia de noticias estatal AVN. "No podemos permitir
que los medios privados refuercen la resistencia de los reclusos, sólo
quieren atacar al Presidente Chávez".
Carlos Lauría es coordinador senior del programa de las Américas
del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas
en inglés).
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013