El Salvador: ¿De qué corralito hablan?

Algunos irresponsables, haciendo gala del fenomenal desconocimiento
que tienen sobre los países que citan…, así como de su vocación
alarmista, han comenzado a hablar del "inexorable corralito" al que
estaría condenada la economía salvadoreña.

La expresión
"corralito" tuvo su origen en la Argentina, cuando en 2001 el Gobierno
restringió el retiro de dinero nacional (pesos) de los bancos, para
evitar una corrida cambiaria en contra del peso. Es decir, para evitar
que la gente retirase sus pesos del banco y comprase dólares.

Ocurre
que eso es, precisamente, lo que la gente hace en los países no
dolarizados, cuando sus gobernantes adoptan políticas monetarias
arbitrarias, tales como la manipulación del tipo de cambio con el dólar,
o la emisión desenfrenada de moneda local. Que es sinónimo de inflación
galopante.

Y como en la Argentina la gente tiene una larga
experiencia en el arte de defenderse de gobernantes inescrupulosos que
manipulan la moneda…, era totalmente previsible que habría una corrida
cambiaria en contra del peso. Porque la gente busca refugio en el
dólar.

En consecuencia, luego de haber manipulado el tipo de
cambio y la emisión monetaria, quienes por entonces gobernaban la
Argentina se vieron obligados a agregar una tercera manipulación: la
limitación para comprar dólares, al restringirle a la gente el derecho
de retirar en ventanilla pesos de sus cuentas bancarias. Una
intervención trae la otra.

Además había dos pugnas: una era
económica, de grupos con poder de lobby endeudados en dólares, que
pedían la desdolarización (*) para licuar sus deudas al "pesificarlas" a
una tasa especial. Y la otra pugna era política: ciertos políticos
especulaban que prometiendo salir de la convertibilidad ganarían
intención de voto.

¿En qué se parece aquella situación argentina a
la realidad actual, o a la futura previsible, de El Salvador? En
absolutamente nada.

¿De qué moneda local va a huir la gente en El
Salvador? De ninguna. ¿Qué manipulación del tipo de cambio puede hacer
el gobernante de un país dolarizado? Ninguna. ¿Qué emisión monetaria
(previsible) puede haber en El Salvador? Ninguna. ¿Qué crisis bancaria
hay en El Salvador? Ninguna. Al contrario, los bancos están sumamente
líquidos. Entonces, ¿con qué objetivo se montaría un corralito?, ¿para
frenar qué corrida cambiaria?

En otras palabras: ¿de qué corralito hablan?

El
Salvador tiene un problema fiscal importante, que las actuales
autoridades están a tiempo de corregir: retomar la relación suspendida
con el FMI es más una cuestión de gestos, de voluntad política, y de
mejorar la eficiencia en la gestión del sector público.

Y aún
cuando en materia económica lo único imposible es evitar las
consecuencias de las decisiones que se toman…, nada indica que en el
futuro previsible vaya a requerirse de un corralito "a la argentina".

Para
llegar a eso, El Salvador debería cometer las mismas torpezas que
cometió la Argentina: salirse de manera desordenada del tipo de cambio
fijo, hacer una devaluación salvaje, y emitir moneda de forma
descontrolada. Para comenzar, no lo resistiría: esas locuras están
reservadas a ciertos países sudamericanos, exportadores de materias
primas, que pueden hacerlas sin incendiarse.

Paradójicamente,
algunos de quienes andan asustando a la gente con el supuestamente
"inexorable corralito" salvadoreño, son los mismos que propician la
desdolarización. Como si agregándole a la economía un problema monetario
que hoy no existe se fuesen a solucionar los problemas fiscales que sí
existen.

En dicho caso sería una profecía auto-cumplida: el efecto
inmediato de una desdolarización sería una corrida en contra de los
colones, porque independientemente de sus preferencias políticas, las
personas buscarán refugio en el dólar.

En vez de extrapolar
equivocadamente hechos que ocurrieron en países que no conocen, bajo
circunstancias absolutamente diferentes, estos alarmistas criollos
deberían comenzar por informarse de la realidad de El Salvador. Que
evidentemente tampoco conocen.

Hasta la próxima.

(*)En
verdad, lo que existía se llamaba "convertilidad", y consistía en una
dolarización virtual, pues lo que circulaba eran pesos que se podían
cambiar 1:1 con el dólar.

El autor es Ingeniero y Máster en Economía (ESEADE, Buenos Aires) y columnista de El Diario de Hoy.