Libertad y la Fragata, embargadas
“En realidad, al igual que con el
control de cambios, el Gobierno desearía que los hechos se liquiden
exclusivamente en el mercado oficial de la interpretación”. Enrique Valiente
Noailles.
Como
penosísima metáfora de lo que está ocurriendo en la Argentina, nuestro buque
escuela fue embargado en Ghana, hecho solo atribuible a la impericia de la
señora Presidente. Producto de mantener en funciones a un incapaz como el
canciller ex-Twitterman, ha puesto al Gobierno –y a toda la nación– en un
dilema de hierro: o paga una importante suma a los holdouts o se resigna a que
la situación de la “Libertad” argentina continúe siendo el hazmerreír del mundo.
Corresponde señalar que la Justicia de Ghana es independiente y prestigiosa y
se ha ganado el respeto universal.
En
un gobierno en el cual los funcionarios ni contestan el saludo sin pedir
permiso, también recae sobre la cabeza de la viuda de Kirchner el inédito
cambio de rumbo en la relación con Irán, que tiene connotaciones gravísimas,
que se agravarán en el futuro inmediato y que ha constituido una absurda
rendición nacional que no ha merecido ninguna explicación oficial.
Este
giro no solamente nos enajenará aún más el ya bajísimo respeto universal, sino
que nos meterá de lleno en el más inminente y grave conflicto bélico que cabe
esperar. Y ello más allá, obviamente, del agravio que constituye a los muertos
en los atentados de la Embajada de Israel y de la AMIA.
El
esquizoide discurso con el que, nuevamente, agrediera a la sociedad entera el
miércoles pasado, por cadena nacional, ameritaría que doña Cristina fuera
sometida, de inmediato, a una profunda evaluación psicológico-psiquiátrica, por
razones meramente objetivas: a) después de informar que la Ley de Medios,
sancionada hace tres años, había otorgado por fin voz a las universidades,
explicó que la suya, la de La Plata, posee la radio más antigua del mundo; b)
como si viviera en Marte, habló de jueces puestos a dedo por la corpo, y
condenó el juzgamiento por jueces “especiales” –en contraposición con
“naturales”– olvidando que fue precisamente eso lo que hicieron y hacen ella y
don Néstor (q.e.p.d.) con los militares presos; y c) llegó al paroxismo cuando
dijo que, para la democracia, era fundamental la existencia de tres poderes,
independientes entre sí, olvidando su permanente pisoteo a la Constitución, a
esa división y al federalismo.
Y
digo merece esa evaluación porque, en las últimas semanas, el Poder Ejecutivo
avanzó sobre el único organismo de control que aún mantiene cierta
independencia –la Sindicatura General de Empresas Públicas– fracasando en su
tentativa de expulsar al Dr. Leandro Despuy de su jefatura; avasalló al Consejo
de la Magistratura, a la Cámara Federal y hasta a la Corte Suprema de Justicia
para evitar que un juez independiente fuera el encargado de juzgar la
constitucionalidad de un artículo de la Ley de Medios; así logró que el primero
renunciara y recusó al segundo, tratando de hacer un “fórum shopping” hasta
conseguir alguien afín a sus intereses; la relación con Irán y Venezuela –con
la palmaria indefensión en que quedaron el periodista Lanata y su equipo en
Caracas– contradice flagrantemente toda la declamada política de derechos
humanos del Gobierno por la cual, dice, ella es tan reconocida en el exterior.
Tal
como explicara recientemente, el kirchner-cristinismo, que había introducido
divisiones profundas, siempre en sentido vertical, en partidos políticos,
gremios, entidades empresarias y hasta asociaciones de estudiantiles, ahora se
ha descolgado con un insanable tajo horizontal en las fuerzas de seguridad –y,
quizás, hasta en las fuerzas armadas, donde un almirante fue abucheado por sus
subordinados– destruyendo la cadena de mando que resulta esencial para el
cumplimiento de sus funciones. El conflicto, pese al desgaste al que el
Gobierno sometió a los huelguistas, dista de estar solucionado y promete
explotar nuevamente más temprano que tarde.
La
violencia generalizada se ha apoderado del escenario político, acompañando el
derrumbe que las encuestas –resulta muy interesante, por haber sido hecha en el
Conurbano, la que publicó el portal de Jorge Asís– describen cuando hablan de
la imagen de doña Cristina y su corte. Hubo episodios graves en San Juan, en la
puerta del Consejo de la Magistratura se estuvo al borde de una gresca de
proporciones, La Cámpora agredió a una concejal del Pro, los gremios disputan a
balazos las cajas sindicales, la inseguridad cotidiana sigue creciendo y hasta
los petroleros de Cerro Dragón siguen complicando la producción.
El intento de pesificar, manu militari, la economía –la razón oculta es la
necesidad de acumular divisas para pagar la importación de energía que el
descalabro en el manejo del sector ha convertido en indispensable– desconoce
que el origen del ahorro en dólares no es otro que la inflación tan negada. Por
lo demás, la negativa a que Chaco pagase sus bonos en la moneda contratada no
solo derrumbó las cotizaciones sino, más grave aún, las casi nulas
posibilidades del pobre don Gallucio de obtener fondos para la confiscada YPF.
Para
concluir, una breve referencia a un escenario que preanuncié en nota reciente:
las maniobras para dividir a la CGT y restar poder a Moyano concluyeron para el
Gobierno en el peor escenario, donde cinco centrales pugnarán por obtener más
beneficios que sus contendientes, vivan en Azopardo o en Belgrano, sean de
izquierda o de derecha, oficialistas o no.
En fin, un panorama calamitoso por donde se lo mire, cuyos vientos no serán
disipados por los efímeros efectos que, solo en el ánimo presidencial,
provocaron el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela y que, tal como dice el dicho
popular, traerán prontas tempestades.
[©FIRMAS PRESS]
El autor es abogado.
- 23 de julio, 2015
- 19 de diciembre, 2024
- 29 de febrero, 2016
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