La energía, la prioridad de Piñera para la expansión de Chile
The Wall Street Journal Americas
SANTIAGO. – La economía chilena, impulsada por una fuerte demanda
interna e inversión, está creciendo a un ritmo que muchos países
envidian. El país andino se encamina a registrar una expansión de más de
5% por tercer año consecutivo, un logro significativo para una economía
que depende de las exportaciones en un momento en que la demanda global
está aletargada.
Pero sostener semejantes niveles de crecimiento, una de las
prioridades del presidente Sebastián Piñera, será un desafío para el
país rico en materias primas con casi 17 millones de habitantes.
Mientras que cifras publicadas esta semana sugieren que la actividad
económica creció a una tasa anualizada de 5,7% en el tercer trimestre,
un reciente declive en las exportaciones apunta a una moderación en los
próximos meses, dicen representantes del gobierno y economistas.
La prevista desaceleración (la mayoría de expertos prevé una
expansión por debajo de 5% el año entrante) aumenta la presión bajo la
que se encuentra el gobierno para implementar reformas que ayuden a
proteger la economía de las turbulencias globales.
Chile ha crecido de forma constante a lo
largo de los últimos 10 años, a excepción de una modesta contracción en
2009 en el punto álgido de la crisis financiera global, gracias en parte
a una firme gestión fiscal, la implementación de reformas
estructurales, una serie de acuerdos de libre comercio y su posesión de
las mayores reservas de cobre del mundo.
Sin embargo, las previsiones para las exportaciones, el motor
económico del país, están amenazadas por la persistente debilidad de la
demanda global, que afecta los precios del cobre, y el continuo
fortalecimiento del peso, que reduce la competitividad de los productos
locales en los mercados internacionales. Si bien la demanda interna
creció 8% en el tercer trimestre, las exportaciones, que representan en
torno a un tercio del Producto Interno Bruto del país, cayeron 3,4%.
Al mismo tiempo, Chile carece de la capacidad de generación de
energía necesaria para sostener la inversión, especialmente en el
crucial sector de la minería, en la década siguiente.
Para Piñera, cuyo mandato termina en 16 meses, el frágil escenario
mundial ha ayudado a agudizar el enfoque del país en reformas e
inversiones necesarias, especialmente en la industria energética. "La
situación externa es la principal, pero no la única, fuente de
preocupación. Nos preocupa la competitividad de la economía chilena en
el medio y largo plazo", dijo Piñera en una entrevista reciente.
"Tenemos que hacer esfuerzos urgentes y determinados para mejorar la
competitividad de la economía chilena, y por eso estamos comprometidos
con muchas reformas microeconómicas".
Estas reformas microeconómicas incluyen una relajación de las
políticas impositivas para los inversionistas extranjeros y la reducción
de obstáculos a los proyectos emprendedores, entre otras.
A Piñera, un empresario que se convirtió en el primer presidente
conservador elegido democráticamente desde el retorno de la democracia
en 1990 y que cuenta con una fortuna personal de más de US$2.000
millones, no le ha resultado fácil conseguir que el Congreso apruebe
estas reformas.
Una ola de protestas estudiantiles en 2011 erosionó su capital
político, que había aumentado después de la relativamente rápida
reconstrucción del país tras sufrir uno de los peores terremotos y
tsunamis en su historia y el valiente rescate de 33 mineros. La
popularidad de Piñera, que no puede postular a un segundo término
consecutivo en la presidencia, ha caído en torno a 30% frente a un
máximo de 63% en octubre de 2010, según Adimark GFK.
El mandatario, de 62 años, señaló en la entrevista que mientras más
eficiente y flexible se vuelva la economía chilena, más fácil será
adaptarse a la realidad de un peso más fuerte. La moneda ha ganado 7%
frente al dólar este año conforme los ingresos de capitales a los países
emergentes, especialmente los productores de commodities, se han
acelerado.
La escasez energética es probablemente la mayor vulnerabilidad en
ciernes. Las sequías han afectado la generación hidráulica y aumentado
la dependencia de las cada vez más costosas importaciones de gas
natural. Mientras tanto, las demandas de medioambientalistas que
bloquean o retrasan gigantescos proyectos energéticos han empujado al
alza los precios y podrían amenazar la provisión en el futuro, lo cual
perjudicaría no solo al sector minero, sino también a otros usuarios
industriales y residenciales. "No hay desarrollo social sostenible sin
crecimiento económico y no hay crecimiento económico sin energía",
advirtió Gerardo Jofré, presidente del directorio de la cuprífera
estatal Codelco.
Piñera reconoce la prioridad de la cuestión energética y resalta que
los US$100.000 millones en inversiones planeadas para el sector minero
esta década sólo serán posibles si la capacidad de generación de
electricidad aumenta en forma significativa. "Vamos a tener que
duplicar" la capacidad de producción eléctrica (de 15.000 megavatios)
"en los próximos 12 años para alimentar nuestros hogares, para alimentar
nuestras empresas", dijo Piñera.
- 23 de enero, 2009
- 23 de diciembre, 2024
- 24 de diciembre, 2024
Artículo de blog relacionados
El autor presentará su último libro "El atroz encanto de ser argentinos 2"...
5 de mayo, 2007Por Armando Ribas Diario Las Americas Las próximas elecciones en Estados Unidos, en...
31 de octubre, 2008Por Kathryn Westcott BBC Mundo A las doce en punto del mediodía de...
1 de marzo, 2007- 18 de enero, 2013