El Papa pidió regular más el sistema financiero
A
propósito de la tradicional misa de año nuevo que celebró el Papa Benedicto XVI
en la Basílica de San Pedro, el Sumo Pontífice condenó las desigualdades entre
ricos y pobres, tema asociado al discurso sobre la equitativa distribución de
la riqueza.
Es
indispensable comprender que la riqueza no es algo estático, no se distribuye
sino que se crea. En la época pre-industrial, la expectativa de vida del hombre
rondaba los 25 años y se vivía en condiciones desesperantes. El crecimiento
comparativo de la calidad de vida desde el siglo XVIII ha sido gracias a que la
problemática de la pobreza no fue abordada con un enfoque de suma cero respecto
de la riqueza. Han prevalecido la creación de condiciones e incentivos
necesarios para el desarrollo del individuo, la búsqueda de su interés personal
y el cuidado de entornos de libertad que favorece el efecto multiplicador de la
cooperación social.
Como
ha demostrado la historia, la forma de mejorar la condición del hombre es a
través de la inversión de capital incentivado por las perspectivas de progreso
de la gente mediante la seguridad jurídica y respeto por el fruto del trabajo y
las ganancias.
La movilidad social en los países más avanzados, no se debe a que en esos
sistemas se distribuyan más equitativamente la riqueza, sino a que propician el
clima necesario para su creación.
La
solidaridad ciertamente tiene un papel fundamental en la cooperación social. Pero
la ayuda a nuestros semejantes, implica comprometer nuestros propios recursos
de forma libre y voluntaria. Muchas veces se recurre al gobierno para hacer
"caridad" con el fruto del trabajo ajeno violando los valores
cristianos más elementales. Los países con mayor grado de respeto a los
principios del derecho y la propiedad privada, son aquellos que tienen
antecedentes de ser más genuinamente solidarios. En contraposición a estos
casos, se encuentran aquellas sociedades que, acostumbradas a ser espoliadas
por los gobiernos en nombre de una malentendida solidaridad y equidad,
abandonan un gran espacio de compromiso individual con el prójimo.
Arrogancia
El
retraso económico que sufren muchos países del mundo y la actual crisis de los
llamados desarrollados, se deben a que, como bien supo explicarlo el premio
Nobel en economía, F. A Hayek, los gobiernos progresivamente han avanzado con
ánimo arrogante sobre los planes de vida y recursos de la gente con
consecuencias fatales.
Es
importante subrayar también que la desigualdad es parte de la condición humana
y un factor necesario para el intercambio y la cooperación social. La única
igualdad a la que una sociedad debe aspirar, es la igualdad ante la ley. Toda
igualdad que se pretenda ejercer a través del gobierno (léase, por la fuerza),
necesariamente implica una desigualdad ante la ley, en otros términos, una
lesión de derechos.
En
el mismo mensaje el Papa abogó para incrementar las regulaciones en el mercado
financiero. Ante un problema, para tomar medidas correctivas, es importante un
buen diagnóstico. Difícilmente se logre corregir el rumbo acentuando las mismas
políticas que causaron el problema. La crisis financiera global tiene origen en
las fenomenales regulaciones del gobierno en el mercado financiero. La
manipulación de la tasa de interés ha causado estragos enviando al mercado
señales falseadas desorientando así las inversiones de largo plazo hacia
proyectos aparentemente rentables cuando en realidad no lo eran. Bancos
centrales, estimularon a los bancos privados a financiar estos proyectos que,
luego del crack, se decidió
nacionalizar (es decir, que las pague el contribuyente) toxic assets o incobrabilidades de los bancos ineficientes e
imprudentes. No ocurriría esto si los gobiernos no se hubieran transformado en
adiposos monstruos expansivos cuyos gastos estructurales son insostenibles.
Dichos gastos debe afrontarlos coactivamente el sector privado soportando una
asfixiante carga tributaria, pagos de endeudamientos que comprometen
generaciones presentes y futuras y pérdida del poder adquisitivo producto de la
falsificación gubernamental de la moneda. En resumen, el monopolio del dinero y
el crédito es lo que permite a los gobiernos perpetrar semejante estafa.
Paralelamente
al ejercicio de la solidaridad bien entendida, para mejorar la condición de los
más necesitados, se deben crear los estímulos arriba expuestos. Es vital tener
muy presente que el gobierno no posee nada. Todo lo que el gobierno da, se lo
ha quitado coactivamente a alguien. Por esa razón es importante velar
permanentemente por los límites al poder en el marco de un gobierno limitado.
- 17 de enero, 2025
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