La obsesión democrática
IEEP, Guayaquil
Por
otro lado una característica de la estas sociedades políticas es que,
claramente como lo dice su nombre, todo puede ser politizado, por lo
tanto público. En este tipo de sociedades no hay una distinción clara
entre lo público y lo privado por lo que todo puede ser sujeto a
decisión de la mayoría.
Actualmente
existe una obsesión por “democratizar” todo en la sociedad,
“democraticemos la información, “democraticemos la salud”,
“democraticemos (hasta) la justicia”, es decir dejar que de una u otra
manera el pueblo elija lo que es mejor para él en cualquier tipo de
asunto de interés público. Esta idea de democratización se plantea como
un sinónimo de libertad, un sinónimo de progreso y hoy día se ha vuelto
una ley o una especie de “idea compartida”, es decir lo democrático es
lo mejor. Si partimos de la idea de que el gobierno debe accionar a
favor de todos y no solo de uno o varios grupos, ¿cómo podemos estar
seguros de que las decisiones tomadas por votación nos harán bien a
todos?
Un
planteamiento que debe quedar claro es la diferencia entre la sociedad
civil y la sociedad política. Benjamin Constant, filósofo y político
francés expresó el significado y las implicaciones de estos dos
términos. La Sociedad Civil sería una sociedad donde hay reglas claras,
limitaciones bien definidas tanto para los gobernantes y los gobernados, “el
hombre libre en esta sociedad puede ir y venir sin permiso sin tener
que justificar sus motivos y sus actos”, es una sociedad en donde cada
uno toma las decisiones sobre su vida. Por otro lado la Sociedad
Política es una sociedad donde la libertad se entiende como el derecho a
poder decidir en asuntos de la vida pública, tanto así que cita David
Boaz (presidente del instituto Cato): “Sócrates era libre al poder votar
sobre si vivía o no.” Se concluye entonces que todos toman las
decisiones sobre la vida personal de los otros.
Teniendo
el concepto claro de que es una sociedad civil y una sociedad política,
se puede sacar de ahí que en una democracia, entendida como votaciones
de toda la sociedad para asuntos de “interés público”, es sinónimo de
una sociedad política. Esta forma de gobierno donde la mayoría elige,
tiene una característica en común con otras formas de gobierno como, la
aristocracia, la monarquía y la tiranía (desde una perspectiva
aristotélica), y esta es que las decisiones personales no son tomadas
por los individuos. Es decir lo único que difiere entre estas 3 últimas
formas de gobierno mencionadas es que en la democracia una mayoría es la
que toma las decisiones y no solo un individuo o un número reducido de
estos. En otras palabras, estamos siendo coaccionados no por un grupo
pequeño o una sola persona sino por una mayoría.
Por
otro lado una característica de la estas sociedades políticas es que,
claramente como lo dice su nombre, todo puede ser politizado, por lo
tanto público. En este tipo de sociedades no hay una distinción clara
entre lo público y lo privado por lo que todo puede ser sujeto a
decisión de la mayoría.
Ahora
contestando la pregunta de si las decisiones tomadas por mayoría nos
harán mejor a todos, y llevando al límite las implicaciones de las
decisiones de todos en temas. Se piensa que en esta sociedad seríamos
más libres pero ¿Somos realmente libres o nos beneficia esto? Tomemos un
ejemplo, en una sociedad en la que todo debe ser puesto a votación
tendríamos 4 distintos temas por ejemplo. A) La legalización de las
drogas; B) la prohibición los juegos de azar; C) la legalización del
matrimonio homosexual y D) la prohibición de la Tauromaquia. Sea cual
sea el resultado de estas supuestas votaciones es muy difícil en los 4
casos que la mayoría que haya elegido uno de los temas ya sea A, B, C o
D, sea la misma mayoría que eligió todos. En otras palabras en estos 4
temas es prácticamente imposible que haya consenso de toda la población y
muy difícil que sea una sola mayoría la que escoge el resultado de
estos temas. Es decir, vivir en una democracia se reduce a prohibir y
aceptar cosas de forma mayoritaria.
Cuando
cualquier tema puede ser votado por una mayoría lo que sucede es que se
tiene la idea de que un país es más democrático o más libre ya que
todos participan en esta supuesta decisión. Así es una sociedad
política, la democracia se vive “plenamente” cuando
cualquier tipo de asunto puede ser politizado. Es decir, esta supuesta
libertad que tiene la gente para poder elegir sobre asuntos “públicos”
hace que los individuos sean realmente menos libres, ya que a la larga
queda limitada en un sinnúmero de espacios por haberlos dejado a
decisión de la dichosa y famosa mayoría. Pregunto de nuevo, ¿Es deseable
una sociedad donde la libertar se reduce a prohibir y aceptar cosas de
forma mayoritaria?
Poniendo
esta discusión en términos estadísticos y algo más cuantitativos y
llevando estas consecuencias a la realidad, según el PhD y profesor
Jason Brennan de la Universidad de Georgetwon, la mayoría de la gente
nunca está bien informada sobre las decisiones que toman en una
elección, es por eso que el relaciona esta desinformación con la calidad
de gobierno, políticas pública y respuestas que hay para los problemas
en una sociedad. Según Brennan, si dejamos que una mayoría decida sobre
prácticamente cualquier tema tendríamos leyes, sexistas, racistas,
homofóbicas que bajo ninguna circunstancia pueden ser catalogados buenas
o correctas.
Una
clara división entre lo público y lo privado, es necesaria para poder
vivir en una sociedad civil y no en una sociedad política.
Una sociedad en donde cualquier tipo de asunto sea dejado a decisión de
la sociedad, y donde no exista diferencia alguna entre lo público y lo
privado, puede llegar a ser tan mala e inclusive peor que una dictadura.
Que las decisiones sean tomadas en mayoría no es bajo ningún concepto
sinónimo de éxito para una sociedad, ni mucho menos lo moralmente
correcto. La democracia no puede ser simplemente entendida como
votaciones para cualquier asunto de interés común, ya que las
consecuencias, aun siendo aceptadas por mayorías, no hacen menos libres.
Alejandro Rengel
es pasante del área de investigación política del IEEP y es
estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Casa Grande.
- 28 de diciembre, 2009
- 10 de abril, 2013
- 8 de junio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
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