Ficción histórica en Ecuador

Por Guillermo
Arosemena Arosemena

El Expreso de Guayaquil

Gran
parte de la historia ecuatoriana ha sido manipulada por ignorancia o mala fe.
La primera vez que llegué a tal conclusión fue cuando estudié a fondo la
Revolución Juliana y mis conclusiones, las cuales escribí en mi obra "La
Revolución Juliana", fueron diametralmente opuestas a las de los libros de
historia. Cuando el actual Gobierno pretendió identificar a Eloy Alfaro como
socialista, desempolvé documentos correspondientes a fuentes primarias y
concluí que este ecuatoriano pertenecía a una de las familias más ricas de
Manabí, su padre trajo un profesor del exterior para educar a sus hijos. Pero
lo más singular es que Alfaro tuvo estrechísima relación con los empresarios
guayaquileños, quienes lo apoyaron con dinero y consejos. Como mencioné en un
extenso análisis publicado en EXPRESO titulado "Alfaro, amigo de los
empresarios", ningún presidente fue tan cercano al sector privado como él.

El
caso de José Joaquín Olmedo es otra visión fabricada, cuando se considera que
su principal mérito es haber sido poeta y representar a la Audiencia de Quito
en las cortes de Cádiz. Olmedo fue estadista, diplomático y estratega, además
de planificador, organizador y financista al conseguir dinero para lograr la
independencia de Ecuador. En un estudio que publiqué en Internet reproduje
numerosas cartas en las que se aprecia la personalidad de tan distinguido
guayaquileño, como las enviadas a Sucre recomendándole las rutas por seguir y
cómo enfrentar al enemigo
(https://www.desdemitrinchera.com/articulos/Guillermo-Arosemena/7/).

Sobre
el daño causado al país, especialmente a Guayaquil por incorporarla a la Gran
Colombia, la mayoría de los historiadores ecuatorianos han aprobado la gestión
de Bolívar.

Esta
"república" de corta duración fue un Estado fallido, como lo
compruebo documentadamente en otro estudio publicado también en Internet
(https://www.desdemitrinchera.com/2010/03/18/gran-colombia-estado-fallido-parte-final/).

Hay
numerosos episodios de ficción histórica. Por falta de espacio no puedo
comentarlos. Es necesaria una verdadera historia de Ecuador, no la errada
existente.