Cristina K: La nariz como la de Pinocho
Por Jesús Ruiz
Nestosa
SALAMANCA. Si
las estadísticas no se adecuan a la realidad, que la realidad se adecue
entonces a las estadísticas. Así de elemental es la visión que tiene de la
economía Cristina Kirchner. El Fondo Monetario Internacional (sí, ya sé, es un
organismo del “imperialismo”) por primera vez en sus 69 años, acaba de
advertirle que, o sincera sus datos estadísticos, o la institución tomará las
medidas que corresponden. Vale decir, o Argentina sincera sus números antes de
septiembre o el FMI la expulsará cortándole los fondos que le podría
proporcionar.
En febrero del
año pasado, la revista inglesa “The Economist” le comunicó al Gobierno
argentino que no publicaría más los datos estadísticos que le facilitaba por
considerarlos falsos. Como si fuera poco, la revista justificó su actitud
diciendo: “Estamos cansados de ser parte de lo que parece ser un deliberado
intento de engañar a votantes y estafar a inversionistas”. Ahora no es una
publicación, sino un organismo internacional en el cual las reglas de juego son
diferentes a las manipulaciones a que está acostumbrada la señora Kirchner.
Cuando se
conoció la decisión tomada por “The Economist”, el diputado Federico Pinedo
explicó cuál era la situación: “La razón por la que empezaron a falsificar las
cifras es que pagaban menos intereses a los acreedores que compraron deuda
ajustada a los cambios de la inflación. Y lo decían abiertamente, sin
ocultarlo. Pero ahora el problema es que este país probablemente ya no podrá
tener una serie confiable de la evolución de la economía en el futuro porque va
a haber un lapsus demasiado largo de cifras falsas”. Y se puede agregar que al
no declarar los índices ciertos de inflación, las pensiones a los jubilados
tampoco son en el porcentaje necesario que les asegurase un nivel de vida
mínimamente decente además de disfrazar un poderoso elemento de malestar
social: el encarecimiento desbordado del costo de vida.
La semana
pasada, la señora Kirchner encontró la solución: pidió a los supermercados que
congelaran sus precios por dos meses. Así, como los índices de la inflación no
correspondían a la realidad, ha hecho que la realidad se adecue a los índices
dados por su gobierno. Por lo menos durante estos dos meses. Acompañando esta
vuelta de tuerca que ella considerará genial, se reunió con los directivos de
las grandes cadenas de supermercados y entre esto y aquello, les pidió que no
pusieran publicidad en los periódicos, especialmente aquellos que no
“acompañan” al Gobierno. Es decir, los que tienen una línea crítica hacia su
administración: “Clarín” y “La Nación”. El pretexto: si no gastan en
publicidad, los productos no se encarecerán y de este modo los supermercados
saldrán en caja. Valiente solución. La cuerda se rompe siempre por su lado más
fino.
El directivo de
una cadena de supermercados, que pidió el anonimato por miedo a represalias,
dijo al diario bonaerense “La Nación”: “La suerte de este congelamiento se va a
jugar con la industria. Porque si no aseguran el abastecimiento, lo que va a
pasar es que nos van a mandar las listas de precios con un aumento, nosotros
nos vamos a negar a tomarlo y la consecuencia directa va a ser el faltante de
ese producto”.
Todo tiene su
explicación. La señora Kirchner ya la había dado en su histórico paso por la
Universidad de Harvard en el mes de septiembre donde fue abucheada por los
alumnos que fueron comparados con los de la universidad argentina de La
Matanza: “Hay una postura del Fondo Monetario absolutamente muy de oposición a
la Argentina. (…) Yo creo que atrás de todo esto no hay una cuestión de
estadísticas o una cuestión económica, hay una cuestión profundamente política
de castigar a aquellos que pueden constituir un mal ejemplo”.
Pues claro que
son un mal ejemplo al declarar que la inflación crece un poco menos del 10%
anual, mientras las estimaciones hechas por entidades no gubernamentales
calculan que en realidad está alrededor del 25%. La advertencia del Fondo
Monetario Internacional, que integra a 188 estados, es seria, ya que de no
corregirse las cifras, se puede llegar a la expulsión de Argentina que es el
segundo país con mayor inflación en el continente, por detrás de Venezuela.
Entonces, entenderá (¿lo entenderá?) que el FMI no es como jugar con el
Mercosur.
- 23 de julio, 2015
- 4 de septiembre, 2015
- 5 de noviembre, 2015
- 15 de abril, 2019
Artículo de blog relacionados
- 29 de agosto, 2008
Editorial – ABC EL caudillo venezolano está definitivamente perdido y desesperado. Con tantos...
13 de septiembre, 2008El Nuevo Herald Si el primer viaje al exterior del presidente electo mexicano...
20 de septiembre, 2012Algo extraño sucedió en el camino hacia las urnas: los estadounidenses descubrieron que...
1 de diciembre, 2010