¿Cómo murió realmente Oswaldo Payá?
The Wall Street Journal Americas
Cuando en un país civilizado alguien es asesinado y la policía
abofetea a un testigo y oculta pruebas, se le llama encubrimiento. En
Cuba lo llaman "reforma". Que viva Orwell.
El "ministerio de la verdad" de Cuba quiere que el mundo crea que los
hermanos Castro están abandonando el uso de la represión del Estado
para mantener el poder. El paseo glamoroso que Jay-Z y Beyoncé dieron la
semana pasada por la Vieja Habana estuvo diseñado para apoyar ese
esfuerzo. Pero nuevos detalles de los eventos que rodearon las muertes
en julio de 2012 del destacado pacifista Oswaldo Payá (ganador en 2002
del Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia otorgado por el
Parlamento Europeo) y de otro disidente, Harold Cepero, sugieren lo
contrario.
La prensa estadounidense informó en marzo sobre el testimonio de
Ángel Carromero, el español que conducía el auto en el que iba el par de
disidentes justo antes de morir. En diciembre, Carromero, que estaba en
una prisión cubana, fue dejado en libertad y viajó a España. El
conductor dice que un Lada rojo los había estado siguiendo y que el
accidente ocurrió porque fueron chocados por otro vehículo. Carromero
dice que cuando relató esto a las autoridades cubanas, fue golpeado, más
de una vez.
Rosa María Payá, hija del disidente cubano Oswaldo Payá, en una conferencia sobre derechos humanos el 19 de febrero en Ginebra.
Pero eso no es ni la mitad de la
historia. En una entrevista el jueves en las oficinas de The Wall Street
Journal, la hija de Payá, Rosa María, me contó: "Debo decir que cuando
hablé con Ángel, no me enteré de nada nuevo. Confirmó cosas que ya
sabíamos. Teníamos el mensaje de texto. Ya sabíamos que un auto los
chocó por detrás intencionalmente".
Lo que la mujer sabía vino directamente de la boca de un capitán de
la policía de Cuba, Fulgencio Medina, quien tomó declaraciones de
testigos y las leyó en voz alta en el hospital en la ciudad oriental de
Bayamo donde las víctimas fueron trasladadas después del accidente.
Amigos de la familia Payá estuvieron allí, se identificaron como
representantes de la familia y reportaron todo por teléfono a La Habana.
Pero después a la familia se le negó el acceso al reporte de la
policía. Tampoco pudieron ejercer su derecho de realizar una autopsia
independiente y fueron informados de que todas las cámaras de
refrigeración en todos los hospitales del área estaban dañadas, así que
la autopsia tenía que hacerse de forma inmediata.
Doctores amigos de la familia no pudieron ingresar al hospital de
Bayamo a inspeccionar el cuerpo. También se le negó a la familia
asientos en un vuelo de La Habana a Bayamo, así como una copia del
reporte de la autopsia.
Someter a Carromero a juicio y acallar al resto parecía como una
solución perfecta. Pero el problema para el régimen, dice la hija de
Payá, de 24 años, es que "en Cuba todo el mundo habla".
La familia tiene muchos amigos en la zona de Bayamo y algunos de
ellos lograron ingresar al hospital antes de que el ejército les
impidiera el paso. "Nuestros amigos en el hospital hablaron mucho con la
policía en esos primeros momentos".
Payá dice que el gobierno nunca le notificó oficialmente a la familia
sobre la muerte de su padre. Pero en el hospital, el capitán Medina
leyó las declaraciones de los testigos "frente a mis amigos y otros
policías, enfermeras y doctores".
Los testigos hablaron de un Lada rojo, el mismo modelo y color del
auto sospechoso que Carromero describió. También dijeron haber visto a
los ocupantes del Lada sacar a los extranjeros (Carromero y el político
suizo Aaron Modig) del auto inmediatamente después del choque. El
español preguntó: "¿quiénes son ustedes? ¿Por qué nos hacen esto?".
Las declaraciones no decían si Payá estaba "vivo o muerto", me dijo
su hija. "Pero los testigos dijeron que Harold (Cepero) estaba pidiendo
ayuda. No sé si hablando o con sus manos, pero dijeron que se tocaba el
pecho. Así que sabemos que estaba vivo y consciente", dijo Rosa María.
Ella quiere saber lo siguiente: ¿Por qué, entonces, el personal del
hospital les dijo a los amigos de la familia que tenía "muerte
cerebral", cuando lo vieron tirado en una camilla en un área general sin
recibir ningún tipo de cuidado intensivo por (lesiones) traumáticas?
Hay algo más interesante sobre el reporte de las declaraciones de
testigos del capitán Medina, según aquellos que lo escucharon leerlas en
voz alta: no hubo mención al hecho de que el auto se estrellara contra
un árbol. Esto cuadra con el testimonio de los extranjeros, quienes han
dicho que no hubo ningún choque contra un árbol.
Rosa María Payá dice que un periodista, que pudo ver el juicio a
través de televisión de circuito cerrado, le dijo que el capitán Medina
declaró contra Carromero y nunca mencionó el Lada rojo o las preguntas
que los testigos dicen que lo escucharon hacer mientras lo sacaban del
vehículo.
Se suponía que este iba a ser un caso que se abría y se cerraba
fácilmente, con énfasis en el cierre. Pero ahora que las contradicciones
se han vuelto de conocimiento público, la versión del régimen huele
mal. Esto perjudica al ministerio de la verdad. Ocho senadores
estadounidenses liderados por el republicano de Florida Marco Rubio
y el demócrata de Illinois Richard Durbin han solicitado una
investigación. Rosa María Payá, quien regresará a Cuba la próxima
semana, está preocupada por la seguridad de su familia, y quizá tenga
buenas razones para ello.
- 28 de diciembre, 2009
- 23 de julio, 2015
- 16 de junio, 2012
- 25 de noviembre, 2013
Artículo de blog relacionados
Clarín La batalla por el Presupuesto ha sido la primera gran confrontación en...
14 de noviembre, 2010Prensa Libre Aumentar el salario mínimo en una época tan económicamente difícil no...
30 de diciembre, 2008Perspectivas Políticas Desde hace más de doce años, quienes se han ocupado de...
24 de junio, 2015- 18 de agosto, 2020