Los secretos de las FARC sobre Nicolás Maduro
El presidente encargado de Venezuela y actual candidato presidencial, Nicolás
Maduro, tuvo una relación estrecha y en algunos casos de activa cooperación con
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), una organización
calificada por Estados Unidos como promotora del terrorismo internacional.
Maduro
tuvo una vinculación estrecha con líderes de las FARC, en particular con el
extinto comandante alias Raúl Reyes y el llamado Canciller de las FARC, Rodrigo
Granda, por lo menos desde fines del 2001, cuando Maduro era diputado.
El
candidato oficialista es mencionado una veintena de veces en una serie de
mensajes entre diversos actores de la guerrilla, entre 2002 y 2008, según los archivos
de las computadoras de Reyes publicados en el 2011 por el International
Institute for Strategic Studies, con sede en Londres, revisados por
Univisión.
Los pasos de MaduroMaduro promovió el acercamiento con
la guerrilla a través de iniciativas políticas dentro de la Asamblea Nacional y
secretamente dentro del partido de gobierno, pero fue considerado por el alto
mando guerrillero como parte del grupo de “narcomilitares” y “corruptos”
integrado por figuras como Diosdado Cabello y el fallecido ex gobernador
William Lara, y de mantener conexiones secretas con miembros del partido
Demócrata de Estados Unidos.
El canciller Granda, la persona con quien Maduro desarrolló una relación más
estrecha, no solo señaló a Maduro de tener un gran interés en beneficiarse de
“negociados” con la petrolera estatal venezolana Pdvsa, sino en legalizar su
fortuna y junto a otros, “salir de Chávez”.
Más recientemente, sin embargo, Granda ha dado un giro a sus opiniones sobre
Maduro, principalmente de cara a las elecciones presidenciales de este domingo
14 de abril.
“Es indudable que un triunfo, como se espera contundente de Nicolás Maduro, es
una garantía para el respaldo al proceso de paz en Colombia, que es un proceso
que favorece a todo el continente”, declaró Granda el pasado sábado 6 de abril.
El canciller de las FARC es actualmente uno de los negociadores claves de la
guerrilla en las conversaciones con el gobierno de Juan Manuel Santos en La
Habana.
Metidos en corrupción
Las primeras comunicaciones se desarrollaron a fines de 2001, según la
cronología de los mensajes encontrados en las computadoras de Raúl Reyes.
En un mensaje enviado por Rodrigo Granda a Reyes el 8 de enero de 2002 (correo
332), el Canciller de las FARC revela que sostuvo conversaciones con un grupo
de diputados, entre ellos Maduro y Tarek William Saab, para obtener el apoyo de
los parlamentarios chavistas a fin de promover un encuentro en México para
favorecer a la guerrilla.
“Se les dejó la convocatoria y dicen que en tres días nos dan la respuesta para
ver si lo hacen en bloque con otros diputados”, indicó Granda.
Cinco meses después, el 7 de junio, Maduro le envió un “fuerte abrazo” a Reyes
y le adelantó que se proponían sacar un documento para plantear “un plan a
largo plazo que sirva a las partes”. También les informó que “están dispuestos
a moverse a la frontera, sector Venezuela, para que se intercambie impresiones
sobre el documento mencionado” (correo 435).
Respuesta elocuente
La respuesta de Reyes una semana después al “fuerte abrazo” de Maduro fue
elocuente.
“Retomo mi saludo para que los diputados Maduro y Carreño. Afirmarles nuestra
disposición de prestarles cualquier apoyo desde el lado de nuestra frontera, al
momento que ellos lo requieran. En ese sentido estamos a la espera del
documento anunciado por ellos, esperanzados en que seguramente delinearán
formas de coordinación y comunicaciones que sean garantía para aprovechar
racionalmente los recursos de ambos lados de la Frontera, en beneficio de los
dos procesos”, indicó el mensaje 439.
En sus impresiones enviadas a Raúl Reyes, sin embargo, Granda expresó sus dudas
sobre la confiabilidad de Maduro y su gente cercana.
En una conversación entre Granda, Maduro, y el entonces diputado Pedro Carreño,
el candidato coincidió en señalar al ex ministro de Relaciones Interiores,
Ramón Rodríguez Chacín, conocido con el apodo de “El Cojo”, como un potencial
agente de la CIA.
Granda terminó su análisis dirigido a Reyes con una grave revelación: “De
Carreño, Maduro y Cilia (esposa de Maduro y Diputada Nacional) se habla con
persistencia de que están metidos en corrupción”.
Un año más tarde, el 19 de abril de 2003, Granda vuelve a reunirse con Maduro
en el marco del Primer Encuentro Internacional de Solidaridad con la Revolución
Bolivariana en Caracas, a la que fue invitada formalmente las FARC. (correo
558).
Salir de Chávez
En otro correo de mayo de 2004 (mensaje 711), Granda añade más leña al fuego de
los comentarios sobre la corrupción de Nicolás Maduro.
Tras
informar sobre problemas dentro de la coalición chavista, en un momento en que
Hugo Chávez enfrentaba las presiones de un referéndum revocatorio, Granda
describió a varios políticos oficialistas que han “amasado fortuna y poder”.
“Por
parte de Quinta República aparecen Diosdado Cabello, William Lara, Nicolás
Maduro. Se comenta que estos han realizado grandes negociados a través de Pdvsa
y que necesitan salir de Chávez para legalizar sus fortunas”.
A
partir de 2005 la relación de la guerrilla con Maduro, que era presidente de la
Asamblea Nacional, adquirió un tono más crítico. Otro miembro del directorio
guerrillero, Ovidio Salina Pérez (alias José Luis), le escribió a Raúl Reyes en
noviembre de 2005 que consideraba a Maduro como parte del grupo de militares
narcoguerrilla corrupta integrada también por Diosdado Cabello, a propósito de
una crítica al político colombiano Gustavo Petro.
“Gustavo
Petro cada que viaja a Venezuela, cumple la tarea de despotricar de las FARC,
utilizando para ello el mismo lenguaje de Uribe y los militares
“narcoguerrilla” como Diosdado, Maduro y sus compinches de la corrupción”,
indicó el mensaje 1495 de la computadora de Reyes.
Señal a Washington
Ya
en funciones de Canciller, a partir de 2006, Maduro continuó siendo parte de
comentarios y encuentros con representantes de las FARC.
En
agosto de ese año, un mensaje de alias Roberto Mono, colaborador de las FARC en
Dinamarca, dirigido a Raúl Reyes, describe el nombramiento de Maduro como
Canciller “como una señal de Chávez a la Casa Blanca, de que no quiere un
conflicto armado con ellos”.
La carta 1937 del 11 de agosto de 2006 asegura que Nicolás Maduro “sirve como
puente al Partido Demócrata, con quienes mantiene relaciones”.
El
29 de diciembre de 2007, otro miembro del directorio de las FARC, Jorge Enrique
Botero, alias Benjamín, dio cuenta en un mensaje a Raúl Reyes de una mejoría en
la relación de la organización guerrillera y el gobierno venezolano a través
del Canciller. “(Maduro) me pidió enviarle especiales saludos. Le mandó un
fuerte abrazo de fin de año, esperando que todo el bueno camino que se ha
comenzado se fortalezca en el 2008”.
El
último contacto registrado en los archivos de las computadoras de Reyes es un
reporte de Maduro a los representantes de la guerrilla colombiana en Caracas,
el 25 de enero de 2008, en el que les advierte de un posible ataque contra las
FARC del ejército colombiano, con JM Santos al frente.
Según
el testimonio de alias Benjamín enviado a Reyes, Maduro les informó sobre
reportes de la inteligencia de Brasil que indicaban “que el gobierno
colombiano, con JM Santos al frente, planea hacer una provocación militar y en
zona de frontera Colombo-venezolana”.
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