Vivir con acento
inmediatamente de dónde venimos, el tiempo que llevamos en Estados
Unidos, con quien nos juntamos, qué hacemos y qué buscamos. Es,
oralmente, como una huella digital. El acento se puede tratar de ocultar
pero, como el césped que rompe el cemento, siempre sale con una palabra
inesperada. (OMG ¿cómo diablos se pronuncia eso?)
Los hispanos, con
una fuerza superior a los 52 millones, estamos cambiando la forma en que
suena este país. En las calles de todas las grandes ciudades se escucha
el español. Varios de los programas más vistos de la televisión en Los
Angeles, Houston, Miami, Chicago y Nueva York son en español. Hace poco
Univision, que transmite en español, se convirtió en la cuarta cadena de
Estados Unidos en los niveles de audiencia, pasando al quinto lugar a
la cadena NBC.
Si tu lengua materna es el español es muy probable
que tengas un acento al hablar inglés. Uno de cada dos adultos hispanos
nació en el extranjero y, por lo tanto, aprendió el español antes que el
inglés. Eso se nota.
Hoy es cool el
tener un acento al hablar inglés. Eso lo ha demostrado la actriz
colombiana Sofía Vergara. Es más, a veces hasta da la impresión que lo
exagera. Hay la sospecha de que en la vida real tiene menos acento que
el de su personaje, Gloria, en la divertidísima comedia de televisión Modern Family.
Todo comenzó con el músico y actor cubano Desi Arnaz en la serie de televisión I Love Lucy.
De 1951 a 1957 los norteamericanos se acostumbraron a oírlo y a reírse a
pesar de su fuerte acento. El actor español Antonio Banderas, a
principios de los 90, memorizaba fonéticamente los guiones en inglés y
fue aceptado como parte del clan de las estrellas. Más tarde Salma
Hayek, Penélope Cruz, Javier Bardem, Damián Bichir y muchos latinos más,
tuvieron éxito en el cine y televisión norteamericanos a pesar de su
acento. Su talento supera cualquier preocupación fonética.
Hoy es
normal en los medios de comunicación lo que antes era la excepción.
Arnold Schwarzenegger y Henry Kissinger lograron que sus ideas, y no su
acento, fueran lo importante.
Para el año 2050 seremos más de 150
millones de hispanos en Estados Unidos, según cálculos del Pew Research
Center. Uno de cada tres habitantes será latino. Dentro de solo cuatro
décadas, decidiremos desde presidentes hasta alcaldes y tendremos un
impacto enorme en la forma de comer, consumir, trabajar, bailar y hablar
en este país.
Y California está marcando el rumbo. Los hispanos
están a punto de convertirse en el grupo étnico más grande de ese
estado. Eso implica que nuestro inglés, cargado de palabras en español y
de espanglish, ha dejado la marginalidad de los barrios latinos y ya no
es mal visto (o, más bien, mal oído).
Lo importante, sin
embargo, no es que se escuche nuestro acento sino que nuestras voces se
oigan. El actual debate sobre la reforma migratoria es resultado de
muchas voces con muchos acentos haciendo mucho ruido en las calles, en
los lugares de votación, en los partidos políticos, en el Congreso y en
la Casa Blanca. Hoy, aunque a veces les cueste trabajo entendernos, nos
escuchan porque saben que en el 2016 habrá 16 millones de votantes
hispanos. Y esos son muchos acentos y muchos votos.
Estados
Unidos por fin se ha dado cuenta que es un país de muchos acentos y ha
quedado atrás la época en que había que ocultarlos. Yo llegué a los 24
años a Estados Unidos y todavía hoy en día mis dos hijos frecuentemente
me corrigen la pronunciación y la gramática en inglés. No importa
cuántos años pasen, cuántos libros lea y cuántas clases tome, siempre se
notará que aprendí el inglés tarde en mi vida.
Pero lo que sí he
notado en mis tres décadas de vida en Estados Unidos es una creciente
tolerancia a acentos que vienen de fuera del país. Recuerdo claramente a
principios de los años 80 cuando una estación local de televisión en
Los Angeles contrató a la primera reportera que tenía un acento en
inglés. Parecía entonces un gesto verdaderamente revolucionario o, por
lo menos, muy arriesgado. Hoy, en cambio, hay tantos apellidos hispanos
en los noticieros de la televisión norteamericana que es imposible
siquiera hacer una lista más o menos fidedigna. Es lo normal.
A
pesar de los Joe Arpaios de Estados Unidos, de las leyes antiinmigrantes
desde Alabama hasta Arizona y de los ataques cíclicos en contra de los
extranjeros, en esta nación sigue prevaleciendo una enorme tolerancia a
la diversidad y una sana apertura hacia los que vienen de fuera. Estados
Unidos es el país de todos los acentos en un solo idioma.
- 23 de julio, 2015
- 16 de junio, 2012
- 4 de septiembre, 2015
- 8 de junio, 2012
Artículo de blog relacionados
La Nación Es una verdadera novedad histórica lo que está pasando a nivel...
18 de mayo, 2022Por Bhushan Bahree The Wall Street Journal La demanda mundial de petróleo está...
22 de junio, 2007Por Secundino Núñez ABC Digital Estas últimas declaraciones que ha hecho el presidente...
26 de enero, 2008Por María Teresa Romero El Universal A tres meses de que los castro-chavistas...
5 de junio, 2013