Torturas, represión y arrestos en Venezuela

La Nación

CARACAS.- "Nos trasladan al Destacamento 47. Ahí nos
mandan a sentar con las manos en el cuello, cabeza abajo y los pies
tocando las nalgas. Nos mantienen así ocho horas, soportando insultos y
agresiones físicas, golpes y patadas. Nos decían terroristas,
vendepatrias, y preguntaban: ¿quién es su presidente?
Si decíamos el que no era, nos golpeaban. Ese día no nos permitieron
comunicarnos con familiares ni abogados. Dormimos en una cancha, en el
piso, sin haber comido ni bebido agua."

El testimonio es de Luis Alfondo Moreno, que fue
detenido por la Guardia Nacional durante las protestas que comenzaron
pocas horas después de las elecciones del 14 de abril en Venezuela. Su
denuncia revela apenas uno de los 76 casos de tortura contra detenidos
recopilados por Provea, una ONG de derechos humanos.

Disparos a quemarropa, trato cruel, represión y ley
antiterrorista. Incluso la obligación de cantar consignas a favor del
chavismo. Así enfrentó el gobierno de Nicolás Maduro las protestas que sucedieron a su polémica, e impugnada, victoria.

"Utilizaron las fuerzas de seguridad para reprimir
salvajemente a quienes expresaron su opinión", coinciden Mikel de las
Heras y Marco Antonio Ponce, coordinadores del Observatorio Venezolano
de Conflictividad Social (OVCS).

Las imágenes y videos de estas denuncias recorren Venezuela gracias a las nuevas tecnologías.

Imágenes y videos que recorrieron Venezuela gracias a las nuevas tecnologías. Y que el país difícilmente olvidará.

El protagonista de una de las fotografías más
impactantes es Ehisler Vásquez, estudiante de marketing de 20 años, que
fue retratado con la mirada sorprendida con un tremendo agujero en la
cara y parte de la carne colgando, producto de un disparo de perdigones a
quemarropa.

"Mi hijo se arrodilló, pidiendo que no dispararan. Acto
seguido, uno de los guardias le disparó a la pierna, y le causó serias
heridas y lo dejó en el sitio, desangrándose", describió Carlos Sequera,
en otro caso a un equipo de abogados, liderado por Guillermo Palacios,
que se encargaron de recoger los testimonios en Barquisimeto.

"Fue un ensañamiento cruel", afirmó taxativo Rafael
Uzcátegui, coordinador de investigación de Provea. La organización
calcula que a 18 de los jóvenes se les aplicó la ley contra la
delincuencia organizada y el financiamiento del terrorismo, tan ambigua
que considera que cerrar una calle, pintar un grafiti en una institución
pública o faltarle el respeto a un funcionario también es terrorismo.

"A las personas detenidas en los sucesos posteriores a
las elecciones de abril se les aplicó esta ley de manera injustificada y
absolutamente discrecional. Con esta ley se quiere hacer ver y tratar
como terroristas a quienes exigen sus derechos de manera pacífica",
mantienen los dirigentes de OVCS.

Yendrick Sánchez, el llamado "hombre invisible" que
interrumpió el discurso de asunción de Maduro y le arrebató el
micrófono, también está sufriendo todo el peso de la legislación
antiterrorista.

El showman , que repitió parecidas actuaciones
con Capriles, Chávez y la Miss Venezuela, está incomunicado desde hace
más de dos semanas. Y no en un psiquiátrico, sino en la prisión de Coro.

En Barinas, la tierra natal de Hugo Chávez, permanecen
detenidos 11 campesinos desde el día después de las elecciones. La
oposición acusa a Adán Chávez, hermano del presidente fallecido, de
mantenerlos injustamente en prisión y de querer acusarlos de ser
paramilitares. Los jóvenes, integrantes del Comando Simón Bolívar en
Socopó, portaban unos aparatos de fuegos artificiales, "de esos que se
venden en las tiendas de chinos y que no es delito utilizar en la
calle", confirmó a LA NACION el opositor Ángel Márquez.

César Polanco es otro de los jóvenes que se manifestó
en Barquisimeto después de las elecciones. "Yo portaba pancartas y ellos
me atacaron. Me arrastraron por el piso y aún cuando ya me había
entregado, me siguieron golpeando e insultando. Me quitaron mi celular,
dinero, mi collar y me botaron una gorra. También me dejaron múltiples
golpes en la cabeza, costillas, piernas y brazos. Cuando llegamos al
destacamento, recibimos mucho abuso psicológico. Nos decían: «¿Dónde
está tu Capriles, dónde está tu Henri [Falcón, gobernador y mano derecha
del líder opositor]?» Son unas basuras, malandros", contó. 

Relato estremecedor

El relato de Carla Antonieta Pichardo, una de las
jóvenes que también sufrió los abusos policiales, estremeció a los
lectores de El Impulso, diario de Lara que desde el primer día denuncia
los hechos.

Los guardias, tras detener a Pichardo, se dedicaron a
golpearla, insultarla y amedrentarla: "Malditos, golpistas, escuálidos[opositores], fresa, marico, te vamos a llevar a Uribana [cárcel de
Lara, una de las más salvajes del país, donde murieron 70 presos en una
intervención militar a principios de año]. Te vamos a sembrar, te vamos a
sacar unas fotos donde salgas tú, disparándonos a nosotros", contó que
le gritaban los guardias.

"Al llegar al Destacamento 47 -prosiguió la joven- me
golpearon con el rolo [bastón] en la espalda y me pusieron las esposas.
Nos despojaron de nuestras pertenencias. Adicional a eso, me dijeron que
me iban a quitar los zapatos y que me iban a quitar las esposas para
llevarme a la parte de atrás, porque me iban a violar."

Varios de estos jóvenes están recibiendo atención
psicológica. Por el momento, la fiscal general sólo ha admitido a
trámite dos de las denuncias. 

La persecución del gobierno

Aumentan las denuncias de casos de represión

• 76
  Casos de tortura
  Según la ONG Provea, desde que se celebraron las elecciones presidenciales hubo casos de tortura en todo el país

• 18
  Ley antiterrorista
  A 18
  jóvenes detenidos tras la jornada electoral se les aplicó la ley contra
  la delincuencia organizada y el financiamiento del terrorismo

• 16
  Días en huelga
  El general
  retirado Antonio Rivero, ex chavista, lleva 16 días en huelga de hambre.
  Fue detenido tras las elecciones del 14 de abril bajo la acusación de
  asociación para delinquir e instigación al odio. Rivero fue director de
  Protección Civil durante cinco años