El escándalo del IRS en los EE.UU.: Ley para todos

El Expreso de Guayaquil

Todos los países tienen instituciones
responsables del cobro de impuestos, en Estados Unidos se llama IRS
(Internal Revenue Service) y en Ecuador, SRI (Servicio de Rentas
Internas). Hay notables diferencias entre las instituciones tributarias
del Primer y del Tercer Mundo. En este último, frecuentemente los
servicios de rentas internas son utilizados con fines políticos o como
medio de chantaje para quienes haciendo uso de sus libertades, tienen
opiniones diferentes a las del Poder Ejecutivo. Esas instituciones están
al servicio de los presidentes y les proporcionan la información que
requieren para atacar a quienes no piensan como ellos. En el Primer
Mundo, los servicios de rentas internas se limitan a cumplir su misión y
no se inmiscuyen en áreas que no son de su competencia; cuando no
actúan apegadas a la ley, las consecuencias son muy severas.

En
la semana que terminó, estalló un escándalo de gran magnitud en Estados
Unidos, al estilo Watergate, en la presidencia de Nixon, años sesenta.
Se encuentran involucrados funcionarios del IRS. El Ministerio de
Justicia ha iniciado una investigación. La acusación sostiene que el IRS
seleccionó a un número de republicanos críticos de Obama, ejerciéndoles
excesivo escrutinio a solicitudes de exoneración de impuestos. El
gobierno de Obama es demócrata.

Obama expresó sentirse molesto,
por funcionarios del IRS no haber mantenido absoluta integridad,
especialmente por el enorme poder que tiene el IRS; aclaró que en el
delito cometido, no interesaba el nombre del partido político; la ley
tiene que aplicarse y exigió la renuncia del Comisionado. El jefe de la
bancada republicana consideró que renuncias son insuficientes y se
pregunta quiénes irán a la cárcel.

El desenlace del escándalo
mantendrá ocupada a la prensa estadounidense, y evidencia la madurez
política y respeto a las leyes. Obama no defiende al IRS, ni el
Ministerio de Justicia, ignora los delitos cometidos. A Obama no se le
ha ocurrido atacar a la prensa y considerarla corrupta, por haber hecho
públicas las violaciones a la ley de funcionarios del IRS. Imitar lo
bueno.