Los que pueden quedar fuera de la reforma migratoria
Homosexuales, recién llegados y otros grupos temen exclusión de la reforma migratoria.
Felipe Souza-Rodríguez está enojado: a sus 27 años,
dice que lleva "una vida entera" siendo doblemente discriminado, por
indocumentado y por homosexual.
"Ya es tiempo. Y cuando surge la oportunidad,
nos traicionan. Así me siento, traicionado yo y toda la comunidad LGBT
(lesbianas, gays, bisexuales y transexuales)", dice a BBC Mundo el
joven, que es brasileño y vive en el estado de Florida, en Estados
Unidos.
El reclamo de Souza-Rodríguez es
contra los legisladores de este país, que hace unos días rechazaron una
enmienda para la propuesta de reforma migratoria que será inminentemente
debatida en el Senado, en la que se abría la posibilidad de que los
ciudadanos estadounidenses pidieran el permiso de residencia legal para
sus parejas del mismo sexo.
De un total de 11 millones de indocumentados que
se calcula viven en Estados Unidos, unos 267.000 son homosexuales o
transexuales, según estima el Instituto de Leyes Williams, dependiente
de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Con el borrador de reforma migratoria
–presentado en abril por un grupo bipartidista de senadores apodado la
"Pandilla de los Ocho"-, las organizaciones que defienden los derechos
de las minorías sexuales esperaban contar con una herramienta que
asegurara que los indocumentados gay tendrán los mismos derechos que sus
pares heterosexuales.
"Si en vez de estar casado con un hombre lo estuviera con una mujer, podría directamente acceder a la green card
(documento de residencia permanente)", insiste Souza-Rodríguez, que
contrajo matrimonio hace un año en el estado de Massachusetts, uno de
los diez distritos donde es legal la unión matrimonial entre personas
del mismo sexo.
Su pareja, de nacionalidad colombiana, está a
punto de convertirse en ciudadano estadounidense. Para Felipe, poder
acceder a los papeles por su intermedio pondría fin a media vida de
permanecer en las sombras: llegó a los 14 años y hace poco que milita en
un grupo por los derechos de los LGBT, llamado GetEqual.
Su situación ilustra lo que para muchos es una
señal de alerta: la postergada reforma migratoria integral podría dejar
afuera a varios grupos de potenciales beneficiarios. No sólo a gays
indocumentados, sino a responsables de delitos menores o a quienes hayan
cruzado la frontera hace pocos meses.
Propuesta "rompe pactos"
El paso del proyecto de reforma por el Comité
Judicial del Senado, a fines de mayo, significó para los activistas un
revés de proporciones: a último momento, la enmienda que hubiera
permitido a los ciudadanos estadounidenses pedir visas de familia para
sus parejas extranjeras del miso sexo quedó fuera de la propuesta que
ahora será analizada por la Cámara Alta en pleno.
La proposición había sido impulsada por el
demócrata Patrick Leahy. Pero la oposición republicana anticipó que
podía convertirse en un obstáculo insalvable – un "rompe pactos", la
llamaron- para avanzar en la reforma tal como la diseñó la "Pandilla de
los Ocho".
"Cuentan conmigo en inmigración, pero no en
matrimonio (igualitario)", dijo la senadora Lindsey Graham,
representante de Carolina del Sur, durante la reunión del comité.
Al momento, la Ley de Defensa del Matrimonio
(DOMA, en inglés) impide que los homosexuales soliciten permisos de
residencia para sus parejas y muchos legisladores consideran que el
debate sobre migración no es el ámbito para resolver este dilema.
"La ley de reforma es lo suficientemente
complicada como está… si le inyectamos algo como esto, la ley va a
morir. La coalición que la sostiene se va a desmoronar", señaló a la
prensa el senador Marco Rubio, uno de los arquitectos de la propuesta
bipartidista.
Para el partido Republicano, es crucial mantener
los apoyos de grupos cristianos evangélicos y católicos que militan en
sus filas, que apoyan una solución migratoria pero no muestran consenso
para avanzar en asuntos relacionados con el matrimonio igualitario.
Nueva oportunidad
Pero los activistas consideran que si los
derechos migratorios de las parejas gay no se contemplan en esta
instancia del debate luego resultará mucho más difícil incorporarlos en
una norma ya sancionada.
"El matrimonio entre personas del mismo sexo es
inevitable, tarde o temprano va a pasar. Y en este momento, cuando se
aborda la primera reforma migratoria en más de 20 años y cuando el
casamiento homosexual ya es legal en algunos estados, es que tenemos que
poner esta exigencia sobre la mesa", confirma a BBC Mundo Alex Moya,
responsable del trabajo con latinos de la Fundación para el SIDA de
Utah.
Pero reconocen que no todo está perdido: cuando
comience el debate en el Congreso en pleno, cada senador tendrá la
oportunidad de sugerir adendas y modificaciones, incluido el propio
Leahy.
Latinos a favor
por el Centro Hispano Pew, 52% de los latinos en Estados Unidos está a
favor del matrimonio igualitario, por encima de la media general de la
población que es de 48%.
tendencia rotundo respecto de 2006, cuando otro estudio de Pew reveló
que 56% de la comunidad hispana rechazaba la legalización de las uniones
entre personas del mismo sexo y 31% la apoyaba.
"Hay suficientes votos en el Senado, entre
republicanos y demócratas, para lograr el apoyo a los derechos
migratorios igualitarios. Si logramos hacer llegar una propuesta al
Congreso, tendremos la fuerza para hacerla llegar al escritorio de
(Barack) Obama", señala a BBC Mundo Steve Ralls. portavoz del grupo no
gubernamental Igualdad Migratoria.
El presidente estadounidense ha respaldado el
matrimonio igualitario, pero los activistas le reclaman un discurso
público más potente a favor de la inclusión de derechos migratorios
equiparados con los heterosexuales en la reforma.
Los grupos pro-LGBT ya han tenido éxito en
algunas gestiones ante la Casa Blanca, como conseguir que se declara de
baja prioridad las deportaciones de indocumentados casados con
ciudadanos estadounidenses del mismo sexo.
Al mismo tiempo, las miradas están puestas en la
Corte Suprema: por coincidencia temporal, el tribunal mayor se dispone a
revisar la DOMA mientras ocurre el debate legislativo sobre migración. Y
en el proceso, la noción de matrimonio como "unión entre hombre y
mujer" por la que hoy se rigen las leyes federales estadounidenses
podría quedar invalidada.
"Claro que sería un triunfo y cambiaría
totalmente la necesidad de presionar para que los congresistas hagan
algo con la ley de reforma. Pero no sabemos cómo va a fallar la Corte",
apunta Souza-Rodríguez.
Otros excluidos
No sólo los grupos LGBT podrían quedan por fuera de la propuesta de reforma, tal como ha sido planteada.
También se prevé que se vean afectados miles de
indocumentados que han cometido varios delitos menores, como llevarse
objetos sin pagar en una tienda o tener en su haber dosis mínimas de
drogas ilegales.
"En general, no hay beneficios para personas que
hayan tenido contacto con el sistema criminal, por ponerlo en sentido
amplio", señala a BBC Mundo Shiu-Ming Cheer, abogada del Centro Nacional
para la Legislación Migratoria.
Según la experta, también podrían quedar
excluidos los trabajadores de menores ingresos que, según las
estadísticas, son un quinto de los adultos indocumentados.
"Si se combinan las penas y multas que tendrán
que pagar los que aspiren a regularizar su situación y se suman las
tarifas del trámite, que aún no conocemos, es probable que muchos queden
fuera no por no cumplir con los requisitos sino por no poder pagarlo",
explica Cheer.
En el caso de la petición de visas para
familiares, la Propuesta de los Ocho pone límites en los visados para
hermanos y establece que se podrá patrocinar la legalización de hijos
casados, pero sólo si son menores de 31 años.
Pero la premisa que genera un debate agitado es
la de la fecha tope: aquellos que hayan entrado al país antes del 31 de
diciembre de 2011 y "hayan estado físicamente presentes desde entonces"
podrán acogerse a los beneficios. Una fecha "arbitraria" para algunos
pero "necesaria" para otros, que determinará la suerte de miles si la
reforma migratoria resulta aprobada.
En cifras
- Se calcula que en Estados Unidos hay alrededor de 11 millones de indocumentados.
- Unos 267.000 de ellos son homosexuales, bisexuales o transexuales.
- Hay entre 36.000 y 40.000
ciudadanos estadounidenses en uniones homosexuales binacionales que
actualmente se ven impedidos de solicitar permiso de residencia legal
para sus parejas extranjeras. - Esas parejas están a cargo de más de 25.000 niños en Estados Unidos.
Datos: Instituto Williams (UCLA), Igualdad Migratoria (IE).
- 23 de enero, 2009
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