Muchos bienes tienen una tasa de interés propia
¿En qué se parecen los vinos, los autos y las tasas de interés? En
que el mismo nombre genérico involucra a variedades muy diferentes. En
el caso de las tasas de interés, existen las tasas adelantada y vencida,
directa y sobre saldos, nominal y real, etcétera. Y como si esto fuera
poco los economistas hablamos de la tasa de interés propia. Al respecto,
entrevisté al checoeslovaco Eugen von Bohm-Bawerk (1851-1914), quien
fue ministro de Finanzas en tres oportunidades, autor de Capital e interés
. Explicó la existencia de tasas positivas de interés sobre la base de
la simultaneidad de la preferencia temporal, por parte de los seres
humanos, y de que la productividad del capital aumenta cuanto más
complejos y dilatados en el tiempo son los procesos productivos.
¿ Podría explicar, intuitivamente, por qué las tasas deben ser positivas?
-Desde el punto de vista de quien presta, porque no es
lo mismo consumir hoy que mañana, dado que nadie sabe si mañana estará
vivo, si recuperará lo que prestó, etcétera. Desde el punto de vista de
quien pide el préstamo, porque la cantidad de peces que saco del agua
durante determinado período no es la misma si pesco con la mano, utilizo
una red o un buque pesquero. En la versión de Irving Fisher este último
argumento fue reemplazado por uno más simple, basado en la rentabilidad
esperada en las oportunidades de inversión.
-¿Y la condena de la Iglesia Católica a la tasa de interés?
-Era entendible, cuando fue formulada. Porque en aquel
entonces los préstamos eran básicamente para subsistir y no para
aumentar la producción. Pensemos en el señor feudal, típico acreedor, y
en el pobre campesino, típico deudor.
-¿Qué es eso de la tasa de interés propia?
-El paso del tiempo aumenta el precio relativo de
algunos bienes y disminuye el de otros. En el primer caso se dice que
tienen tasa de interés propia positiva; en el segundo, negativa.
– Ejemplos
-Un cuadro de Picasso o un vino fino son claros
ejemplos de bienes cuya tasa de interés propia es positiva; el pescado
fresco y las computadoras son nítidos ejemplos de bienes cuya tasa de
interés propia es negativa (el pescado fresco, porque para mantener su
valor hay que incurrir en costos de refrigeración; las computadoras
porque el avance de la tecnología descoloca a los modelos antiguos en
términos de los más modernos).
-¿Hay bienes que pueden tener tasas positiva y negativa?
-No simultáneamente, pero sí a lo largo del tiempo.
Pensemos en un árbol o en un vacuno. El árbol primero crece a cierta
velocidad, pero luego más lentamente y a partir de cierto momento no
sólo no crece, sino que se contrae. Exactamente lo mismo le ocurre a una
vaca..
– ¿Quiere decir que hay que cortar el árbol, o enviar la vaca al matadero, cuando dejan de crecer?
-El forestador alemán Martín Faustmann, quien vivió
entre 1822 y 1876, respondió este interrogante, pero no pensando en un
árbol individual, o en una vaca solitaria, sino en el terreno que
ocupan. Consiguientemente, la determinación del momento de la tala, o
del envío del animal al matadero, debe tener en cuenta el lugar que
ocupan, que retrasa el ingreso de la unidad que lo va a reemplazar. Por
consiguiente, el momento óptimo del reemplazo ocurre mientras la tasa de
interés propia de cada unidad es todavía positiva.
-La S ecretaría de Comercio acordó con los
panaderos vender pan a $ 10 el kilo hasta las 10 de la mañana, y a $ 18
durante el resto del día. ¿Es éste un caso de fuerte tasa de interés
propia positiva?
-No tiene nada que ver con lo que estamos hablando. ¿Se
trata del mismo pan o de variedades del mismo producto? Si, como se
anunció, la oferta se mantiene "hasta agotar el stock", mejor dicho,
hasta que se termine la producción de cada día, entonces cabe esperar
que esa producción sea ínfima, para satisfacer al funcionario que
dispuso la medida. Nadie espera que, como consecuencia de este acuerdo,
haya "pan a $ 10 para todos". A propósito: ¿qué precio tomará el Indec
cuando calcule el índice de precios al consumidor?
– Don Eugenio, muchas gracias..
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